viernes, septiembre 30, 2005

John Carpenter, de profesión narrador (y III)

Su primera película se rueda a trompicones, retomándose cada vez que se ahorra lo suficiente para continuar la producción. Dark Star (1974), es un debut prometedor, que apunta buenas maneras y donde Carpenter ya asume varias tareas -dirección, producción, guión y música-. La acción se centra en una nave espacial donde cuatro abúlicos astronautas se dedican a destruir planetoides, a discutir de filosofía con bombas inteligentes, a lidiar con alienígenas calabaciles y a soportar las ocurrencias del ordenador de a bordo.
Lo más destacable del film, aparte de la colaboración como guionista/actor de Dan O’Bannon, fue que le permitió producir Asalto a la comisaría del Distrito 13 (1976) -dirección, guión, montaje y música-, película sobre la que la sombra de Hawks planea en casi cada plano. Un grupo de pandilleros de una gran ciudad asedia durante una larga noche una comisaría aislada, donde un policía, dos secretarias y un grupo de reclusos deberán luchar por sus vidas, forjando lazos de camaradería más allá de las diferencias que los separan. Las escenas de acción están soberbiamente rodadas, y envueltas de un halo fantasmagórico, pues nunca llegamos a apreciar bien a los asaltantes, sombras en la noche. Una brillante alegoría sobre la violencia irracional que puede estallar en nuestras ciudades en cualquier momento, perfectamente plasmado en el brutal asesinato que abre el film o en el plano del pandillero apuntando con su pistola a varios transeúntes desde un coche. La película parece mezclar el western clásico de asedio con una película de zombis imparables; el propio título provisional de producción fue The Anderson’s Alamo.
El año pasado se estrenó un remake dirigido por Jean-François Richet y protagonizado por Ethan Hawke, Larry Fishburne y Gabriel Byrne. Dicha cinta se centraba más en los aspectos de acción al uso actual hollywoodiense, y constituía un entretenimiento más que valido, aunque pierde parte de la fuerza del original al convertirlo todo entre el típico enfrentamiento entre polis corruptos y criminales con corazón.
A continuación Carpenter filma La noche de Halloween (1978) -dirección, guión, producción y música-, la epopeya asesina de Michael Myers al acecho de varias niñeras de un pueblecito de Illinois. Una virginal Jamie Lee Curtis con la ayuda del obsesionado psiquiatra del asesino (Donald Pleasence) se enfrentará a la implacable presencia de éste. Con una milimétrica composición de los planos y un ritmo matemático que se acomoda a la perfección en el formato panorámico en que se rueda, asistimos a las andanzas del psicçopata Myers, también conocido como "La Silueta", cuya inexpresiva máscara remarca el horror irracional de cada crimen. Junto con el sensacional prólogo narrado en cámara subjetiva, la primera parte en el psiquiátrico nos permite conocer un poco más al origen de todo lo que se desencadenará posteriormente. Si acaso un pero, el de siempre; será la chica pura y virginal la que se enfrente a la pesadilla y la derrote [aparentemente], mientras que las “chicas malas” son degolladas, apuñaladas o asfixiadas por sus pecadillos. El tema principal de la banda sonora, minimalista, se ha convertido en uno de los más reconocibles del cine de terror contemporáneo. Esta es una de las producciones más rentables de toda la historia, y ha generado siete secuelas, ninguna de ellas a la altura del original. Para 2006 se anuncia Halloween: Retribution, con guion del propio Carpenter.
A modo de curiosidad, cabe decir que el inconfundible aspecto de Michael Myers es fruto de la casualidad. El departamento de producción recurrió a la máscara más barata para esconder la apariencia del mal absoluto: la de William Shatner como capitán Kirk, que convenientemente pintada de blanco resultaba irreconocible. ¡Teletranspórtanos al infierno, Michael Myers!!

martes, septiembre 27, 2005

¡Maxwell Smart, te echaremos de menos!

Leo con mucha tristeza una de esas noticias que te arrancan un pedacito de infancia. Ayer 25 de septiembre fallecía en Los Angeles -a los 82 años de edad- el actor Don Adams, el mundialmente famoso protagonista de la teleserie Get Smart/Superagente 86. Poco puedo decir ahora sobre dicha serie producida por Mel Brooks, ya que este post es "de emergencia". Que creo que muchos recordarán la inconfundible melodía, el zapatófono, los escondites imposibles de los agentes de CONTROL, los invariablemente desbaratados planes de CAOS, el Jefe... y 99, la adorable agente 99, esa Barbara Feldon que me tuvo enamorado por lo menos un verano...
Don Adams, descansa en paz. Para la historia de la televisión queda esa serie, y tu posterior labor como doblador del Inspector Gagdget, otro policia buenazo y despistado. Desde la pequeña pantalla tu otro yo seguira "controlando" a los pérfidos agentes del caos...

viernes, septiembre 23, 2005

John Carpenter, de profesión narrador (y II)


LA OBRA

Hay una serie de características comunes a la mayoría de sus películas, y que vendrían a definir el modo de hacer cine de Carpenter. Cito a mi parecer las más destacadas, sin entrar en demasiadas profundidades:
a) Cineasta cuidadoso, no duda en desempeñar las facetas de guionista, montador, músico o productor de sus películas. Si a eso sumamos un grupo de actores (Kurt Russell, Donald Pleasence, Charles Ciphers, Nancy Loomis, Peter Jason, Jamie Lee Curtis) que no han dudado en trabajar varias veces con él, y un equipo técnico más o menos estable (la productora Debra Hill, el músico Alan Howarth, el director de fotografía Dean Cundey), entendemos el grado de control que el cineasta ha intentado ejercer sobre su obra, dotándola de una acentuada personalidad que para unos (volviendo a la cita del comienzo) deriva en autoría, para otros en eficacia, o en mera funcionalidad para sus detractores.
b) El amor por el cine clásico y la narración tradicional, que plasma en todas sus películas. Nada de artificiales estructuras temporales complejas (salvo, curiosamente, en su último film, contado en flashbacks sucesivos y yuxtaponiendo el punto de vista de los diferentes personajes), o atropellamiento de planos para deslumbrar/epatar al espectador. Compone los planos en scope, aprovechando todo el ancho que le permite la pantalla, y sus movimientos de cámara suelen ser suaves (esos travellings marca de la casa...), centrados siempre en la acción, situada en un escenario físico bien definido. Podría decirse que prima sobre lo narrado la narración en sí misma y la claridad prístina de esta última.


c) La pasión por el cine de Howard Hawks, que más allá de lo evidente (remakes de producciones suyas) se deja notar en varios detalles: los protagonistas establecen lazos de camaradería, amistad o profesionalidad entre ellos que les harán ir hasta el fin del mundo por sus camaradas/amigos; la obsesión por las situaciones de enclaustramiento claustrofóbico y asedio por fuerzas exteriores; la repetición de esquemas argumentales o tipos similares (recordemos que Río Bravo y Río Lobo son muy parecidas, pero El Dorado repite exactamente el argumento de la primera) en varias de sus películas.


d) Escasa caracterización de los personajes, definida por sus acciones y modo de actuar. Proliferan los tipos "duros" o antihéroes (de los que Kurt Russell en sus diversas encarnaciones de Plissken, McCready o Jake Burton sería el ejemplo perfecto), con cualidades poco edificantes pero más próximas a la realidad que la mayoría de los plastificados protagonistas del cine más actual.
e) La amarga visión de la realidad que el cineasta posee, más cercana al desencanto que a cualquier otra consideración, se plasma en un profundo cinismo de sus personajes, actitudes nihilistas, situaciones que ofrecen poca o casi ninguna esperanza. A bote pronto, sólo cuatro films de Carpenter ofrecen finales eminentemente "positivos": Christine, Starman, Memorias de un hombre invisible y El pueblo de los malditos. Curiosamente las tres primeras pertenecen a su etapa más descafeinada, al abrigo de los grandes estudios.

domingo, septiembre 18, 2005

Sketch-busters (I): Enrique V. Vegas

Dominguera tarde de paz y merecido descanso después de haber vuelto a trabajar ya con horario completo, en los dos curros. Con el post de hoy se inaugura una nueva sección de este blog. De vez en cuando iré colgando un dibujo de los muchos que mi novia y yo hemos ido recogiendo a lo largo de los cinco años que llevamos en esto del saloneo (lo de la afición a los comics se remonta ya al alba de los tiempos, para 25 años ya que llevo leyendo y coleccionando tebeos). Junto con cada dibujín irá un breve apunte sobre el autor y el lugar donde se dibujó, o las anécdotas que pudieran haber sucedido para conseguirlo.
Y al hilo del post de ayer, donde salían mis dos peques favoritas, aquí tenéis uno de los últimos dibujos de nuestra colección, conseguido hace un par de semanitas en las X Jornadas de Avilés. Su autor es Enrique Vegas, que ha logrado un gran éxito con sus comics paródicos sobre películas contemporáneas como Es-piderman, Los Cabezones de las Galaxias, Bill Kill, Vlade, Matris, Punicher, Patrulla XL o Jellboy. Dos cosas destacaría de él. Primero su simpatía y paciencia para con todos los frikis que le acosamos en los salones y le hacemos las más extrañas peticiones de personajes dibujados con su peculiar estilo “cabezoneril”. En segundo lugar, que al contrario que otros autores que parodian sin conocer el original, este señor incluye una gran cantidad de detalles que denotan no ya conocimiento de la película o el comic que parodia, sino también un respeto y un cariño por el original que redunda en la calidad de la obra.
Sin más, os presento un retrato de familia galáctica, sus altezas...

sábado, septiembre 17, 2005

Su alteza, la Reina Amidala

A los cuatro meses de convivencia con Leia, ya nos habíamos prendado de ella más que de sobra. Como ya comenté, era cariñosa pero no en exceso. Supongo que lo normal en los felinos. Y así iba la cosa cuando una tarde de agosto acompañamos a un amiguete a hacer sus compras. Calor. Ciudad desierta. Y por una de esas casualidades que luego te resulta difícil creer, acabas en el lugar más inesperado en el momento más inoportuno. O más bien todo lo contrario.
Y así fue como vimos que unos chiquillos saltaban la valla de un huerto y salían con varios gatitos, muy pequeños. Por temor a que se tratara del inicio de una gamberrada les seguimos. Pero no, llevaban los gatitos a un veterinario cercano, precisamente al que nuestro amigo llevaba sus gatos. Leti, mi pareja, enseguida empezó a sentir esa punzada maternal de acoger a los desvalidos. Y mi amigo nos sugirió darle una hermanita a Leia, una compañera de juegos.
Fiebre tenía yo cuando trajimos a Amidala a casa. No paraba de maullar, tenía hambre y sed. La pusimos en una habitación aparte para que Leia se fuera acostumbrando al olor de la “intrusa” y empezamos a prepararle biberones a la peque. Que tuvo problemas de salud. Que fue muy vapuleada por Leia en los primeros días. Que cuando creció se cambiaron las tornas y fue Amidala más traviesa. Y encima, quizá porque la tuvimos desde las dos semanas y la alimentamos con biberón, lo de esa gatita por nosotros no es cariño, es AMOR. No hay noche que no duerma en la cabecera de la cama junto a Leti. Y que no se nos ocurra no darle su ración diaria de achuchones y besitos, que si no ya vendrá ella a empujarnos la cabeza con el hocico diciendo hey, que estoy aquí...

miércoles, septiembre 14, 2005

John Carpenter, de profesión narrador (I)

[A continuación publico la primera parte de un extenso artículo que repasa la vida y obra de uno de mis directores de cine favoritos -aunque eso ya se habrá adivinado por el título del blog, ejem-. Originalmente escribí este artículo para ilustrar un ciclo dedicado a él celebrado en la Casa de Cultura de Villena en el año 2003. Con enmiendas y actualizaciones, aquí tenéis a su alteza, el amo del cine de terror contemporáneo, Juan Carpintero]

"En Francia soy un autor, en Alemania un cineasta, en Gran Bretaña
un director de género, y en los USA, otro tío más..."
John Carpenter

Con estas palabras no exentas de ironía y de amarga reflexión, este cineasta polifacético, devoto militante de los clásicos, reconoce la diversa recepción crítica que han sufrido sus films, y que han conducido su obra a un ostracismo por parte del gran público. Carpenter ha filmado películas de géneros diversos, compuesto la mayor parte de bandas sonoras de sus films, montado alguno de ellos, escrito otros tantos y aun así, su obra continúa siendo una de las más injustamente olvidadas por el gran público y la mayor parte de la crítica especializada. Y si hablo de olvido injusto, no es para menos. ¿Hay acaso una cinta de terror más influyente en el cine de terror de los 80 que La noche de Halloween? ¿Hay alguien que no reconozca la procedencia de esta frase: "Llámame Serpiente"? ¿O que no identifique las viscosas mutaciones alienígenas de La cosa? Bueno, tal vez tu hermana y tu tío, pero cualquiera que haya visto tres pelis de terror en los últimos veinte años probablemente haya caído en las garras de este hábil narrador de lo fantástico y haya sufrido con alguna de sus creaciones. Y aun así, su obra ha sido incapaz de hallar una adecuada recepción en salas de cine, reducida a un contado grupo de incondicionales que malviven con las ediciones especiales en DVD de importación o las que las distribuidoras se dignan a sacar en España.

EL HOMBRE
John Howard Carpenter nació en Cartague, New York, en el año 1948. Su padre intentó educarle en el arte de la música, pero las musas y Ray Harryhausen orientaron sus pasos hacia el cine. Tras foguearse con varios cortos amateurs, cursó estudios en la escuela de cine de la USC (Universidad del Sur de California), donde llegó a asistir a clases impartidas por los mismísimos Orson Welles, John Ford o Alfred Hitchcock. Participó allí en la producción de un corto que acabaría ganando en 1970 el oscar de su categoría, The resurrection of Bronco Billy, aunque no llegó a graduarse. Inició cuatro años después una carrera cinematográfica que le ha llevado a dirigir diecisiete films, algunos telefilms, a formar su propio grupo de música con algunos amigotes (The Coup de Villes), y a crear alguna de las franquicias más rentables de todos los tiempos (Halloween, ¿recuerdan?). Casado en dos ocasiones, su primera mujer fue la exuberante Adrienne Barbeau, actriz que trabajó a sus órdenes en dos ocasiones (y con la que tuvo un hijo, Cody). Su actual esposa es la productora Sandy King.

lunes, septiembre 12, 2005

De vuelta

Cómo cuesta volver a la realidad.
Después de compartir cuatro días con los amiguetes.
Después de saborear la gastronomía asturiana.
Después de disfrutar de un clima fresquito y húmedo, alejado de la sequedad calurosa del sur.
Después de charlar con guionistas y dibujantes y conseguir firmas y dibujos...
Después de todo eso, ya no queda otra cosa más que esperar hasta el año que viene, a las jornadas del año 2006.
359 días y contando.
Ahora tengo un pelín de morriña, pero más adelante colgaré alguna foto del evento con su correspondiente crónica.

martes, septiembre 06, 2005

Asturias, patria querida


Bueno, esta semana estaré desaparecido por Asturias, la zona de España que sin dudarlo un segundo escogería como mi segundo hogar. No ya por el paisaje verde y húmedo tan diferente de la sequedad mediterránea, ni por la simpatía de sus gentes, ni por su excelente gastronomía. No, nada de eso. Asturias, además de todo lo anterior, acoge en su seno las Jornadas de Comic de la Villa de Avilés, que este año celebran su décima edición.


Para los que nunca han asistido a un evento de estas características, baste decir que es una reunión de autores y aficionados al comic donde se celebran charlas, presentaciones de las obras de los autores invitados, exposiciones de originales, proyecciones de films relacionados con el medio, etc. Lo importante de estas jornadas es que se potencia el contacto entre el lector/coleccionista de tebeos y los escritores y artistas que desarrollan el medio y lo convierten en lo que es, una forma de expresión artística dinámica y variada en la que caben multitud de tendencias y que sirve para reflejar ambientes e historias que van desde el mito superheroico hasta la parodia política pasando por el naturalismo cotidiano o la crítica social. Una ocasión para tomar una cerveza helada en las terrazas de Avilés mientras te reúnes con la “peña” que ves de año en año, para pedir ese dibujillo que -como caza-sketches- acreciente tu colección o para adquirir alguna página original.
Y además de todo ello, caer en los tres pecados que siempre cometo cuando voy a Avilés: degustar un cachopo de ternera, probar una fabadita y atreverme con una isla en un bar local. Y puede que cada uno de esos pecados merezca un post en sí mismo.
¡Hasta la semana que viene!

Para los que tengan curiosidad, ahí va el enlace a la página oficial de las Jornadas de Comic Villa de Avilés:

http://www.dreamers.com/jornadasaviles/

lunes, septiembre 05, 2005

De toallas, autoestopistas y ratones

El pasado sábado fui al cine con un mar de dudas en la cabeza. ¿Terror ruso de bajo presupuesto? ¿Humor británico mezclado con ciencia ficción? ¿Terror británico cavernoso y femenil? Al final ganó la segunda opción, porque era la sala con menos espectadores, y cuantos menos seamos, pues eso, más tranquilitos y más disfrutaremos de la peli.
La guía del autoestopista galáctico. Basada en un show radiofónico -emitido por la BBC en 1978 en seis entregas- que su creador, Douglas Adams, concibió en Austria mientras, borracho y tumbado en el suelo, miraba las estrellas y acariciaba su Guía del Autoestopista Europeo. Debido al éxito obtenido por esas emisiones, Adams desarrolló otra tanda de programas y comenzó a escribir la primera de las novelas de la que acabaría siendo “una trilogía en cinco partes”. En 1981 la BBC emitiría una serie de televisión de seis capítulos adaptando la obra. La popularidad de su autor y de La guía... ha hecho que ésta también haya servido de base para adaptaciones al comic, videojuegos...
Esta epopeya de ciencia-comedia-ficción que los Monty Pithon habrían podido interpretar perfectamente fue un proyecto largamente gestado. Una de esas producciones que siempre están a punto de empezar a filmarse pero que por uno u otro motivo se quedan en el limbo de los proyectos olvidados. La muerte de Adams de un infarto al corazón, con tan sólo 49 años de edad, en el 2001, le impidió llegar a ver plasmado en la gran pantalla su peculiar universo de seres extraños, razas taradas y máquinas absurdas.
Estos son los antecedentes al film en cuestión. Producida con pasta de la Disney The hitchhiker’s guide to the galaxy fue dirigida por Garth Jennings e interpretada por Martin Freeman, Sam Rockwell, Mos Def, Zooey Deschannel y Bill Nighy, siguiendo un guión escrito por el propio Adams. Intentaré comentar algunas cosas de la peli sin destripar en exceso el argumento, repleto de sorpresas, giros y momentos delirantes propios del mejor humor absurdo inglés -del que los Monty Pithon serían sus máximos representantes y con los que Douglas Adams llegó a colaborar gracias a su amistad con Graham Chapman-.
Arthur Dent (Martin Freeman) se despierta una mañana. Su casa tiembla. Una escuadra de demolición tiene la orden de derribarla. El progreso determina que justo allí se levante una vía de circunvalación. Además, el proyecto lleva meses expuesto en el ayuntamiento antes de que Arthur se percate de su existencia. Por una de esas extrañas ironías del universo, que según el narrador, “suceden continuamente”, nuestro planeta se halla EXACTAMENTE en la misma situación que la casa de Arthur, sólo que a escala universal... De ello es advertido –y rescatado in extremis- por su extraño amigo Ford Prefect (Mos Def), autor del best-seller interplanetario La guía del Autoestopista Galáctico. Ford se dedica a viajar por los diferentes mundos y galaxias haciendo un peculiar “dedo” y escribiendo consejos para otros turistas del espacio.
A partir de ahí, las situaciones extrañas se suceden una tras otro. Tras un encuentro con una raza de malolientes burócratas que recitan poesías pésimas y letales, los vogones, nuestros protagonistas van a parar a la nave impulsada por un generador de improbabilidad donde el presidente de la galaxia (Sam Rockwell) se ha secuestrado a sí mismo y a una terrestre (Zooey Deschannel) que Arthur conoció en una fiesta. Acompañados por el robot maniaco depresivo Marvin (Warwick Davis con la voz de Alan Rickman) emprenden una casi maníaca e inconsciente búsqueda de un superordenador llamado Deepthought (con la voz de Helen Mirren) para solicitarle la respuesta a la pregunta de la existencia.
Puertas que suspiran cuando se abren, transmutaciones provocadas por la improbabilidad, campos de minas que reaccionan a las ideas, robots con problemas de personalidad, computadoras extrovertidas que parecen drogadas con speed, la película no da tregua al espectador. Una situación esperpéntica da paso a una escena delirante para culminar en un colofón absurdo. Todo ello sazonado con la mejor ironía inglesa, con hallazgos visuales impresionantes y con alguna que otra crítica indisimulada al mundo de la política, la burocracia, la religión o el progreso que nos lleva a todos por delante. Todo lo anterior viene aderezado por ocasionales visualizaciones de las entradas de la Guía, con unos sencillos dibujos animados acompañados por los socarrones comentarios del narrador (Stephen Fry en la versión original, aquí doblado acertadamente por el locutor que puso su voz a documentales como A vista de pájaro y Cosmos) y que ayudan a comprender a los seres e historias de ese peculiar universo.
Personalmente me quedo con la parte final, cuando a Arthur se le revela el origen del mundo (del suyo y de muchos otros) y el motivo por el que todos estamos aquí. Tremendo Bill Nighy, como casi siempre (tanto Nighy como Martin Freeman, por cierto, compartieron protagonismo coral en esa comedia romántica deliciosa y poco acaramelada que fue Love actually, la Magnolia de su género, si se me permite la comparación).
Buff, esto me ha quedado más largo de lo que esperaba. Estooo... ¿donde habré dejado mi maldita TOALLA? No se puede sobrevivir ahí fuera sin una.

Como siempre, unos enlaces:
http://www.douglasadams.com/
http://www.imdb.com/title/tt0371724/

domingo, septiembre 04, 2005

Su alteza, la Princesa Leia

Ella fue la primera, una sorpresa de tres semanas, una incógnita peluda. Yo siempre he sido de perros, lo reconozco. Durante diez años Tramposo (mezcla de maltés y lasa apso) compartió su existencia con mi familia, y su cariño, fidelidad y entrega fueron una auténtica delicia. Mucho se ha dicho del carácter independiente de las mascotas felinas y de su temperamento difícil a la hora de convivir con sus amos. Por eso, cuando una amiga nos dijo que nos regalaría un gatito, no supe como tomarlo. ¿Me haría al animal? ¿Me aceptaría él a mí? Con esas incógnitas en la cabeza abrimos las puertas de nuestro recién estrenado hogar a Leia. Si nos instalamos en el nuevo piso un jueves, la gatita llegó el domingo siguiente. Y nada fue igual.
A Leti la enamoró desde el primer momento, y conmigo sucedió lo mismo, claro. ¿Cómo iba a suceder de otra manera? Leia fue desde el primer momento la niña de nuestros ojos. Grácil, independiente y cariñosa, juguetona... La top model de las gatas la llamamos. Y más o menos hasta aquí puedo leer, porque su historia se continúa en dos futuros posts, Amidala y Obi­-Wan. Sí, lo habéis adivinado, soy fan de Star Trek.

No le llames Snake, llámale Plissken


El antihéroe cínico por antonomasia del cine fantástico reciente, el superviviente definitivo, militar condecorado destacado en acciones de guerra, caído en desgracia… Todo eso es S. D. Plissken, aunque la mayoría le conocemos como Snake. Su biografía es impresionante: el soldado más joven condecorado por el presidente por el valor demostrado en las batallas de Siberia y Leningrado. Por motivos desconocidos volvió la espalda a la ley y dedicó sus habilidades al crimen, concretamente al robo. En 1997 es capturado tras el intento de asalto al Banco de la Reserva Federal. Pudiendo huir, Plissken regresa a la escena del crimen para ayudar a su compinche herido, pero no puede evitar que éste sea abatido por la policía y que él mismo sea arrestado y condenado a cadena perpétua en la Penitenciaría de Máxima Seguridad de Nueva York… que no es otra cosa que la isla de Manhattan reconvertida en un campo de concentración para criminales del cual se entra, pero ya no se sale.
De 1997, Escape from New York (1981) ya hablaré más adelante, en una serie de articulillos en los que iré comentando la obra del director John Carpenter. En este post quería presentaros al hombre. A Snake Plissken, la figura cínica que al comienzo de su periplo cinematográfico está de vuelta de todo. Amargado por la vida. Derrotado por el sistema. En el transcurso de su conversación con el alcaide de Manhattan, éste le llama por su nombre, Plissken, a lo cual nuestro antihéroe responde con el lacónico y chulesco “Llámame Snake” (Call me Snake). La frase que todos hemos querido soltar ante figuras de autoridad diversas a lo largo de los años. Ya fueran jefes de estudio, de personal, encargados, padres... La posición definitiva de resistencia absoluta. Me tienes agarrado de las pelotas, pero yo sigo aquí y no pienso retroceder ni un solo paso.
Han pasado 90 minutos de metraje. Snake ha visto morir a todos los que le han ayudado, ha sobrevivido a situaciones dantescas en el mismísimo infierno. Y todo para salvar la vida del PRESIDENTE, y por extensión, cómo no, del MUNDO. Todo para descubrir que la vida del tipo no merecía ni la sangre de uno de sus compañeros. Ni el esfuerzo. Ni el dolor. Y ante la oferta de alianza que le lanza el alcaide Hawke (¡¡qué grande Lee Van Cleef!!), Snake se gira y le espeta el maravilloso “Llámame Plissken” (The name’s Plissken), dando la espalda una vez más al sistema establecido (que dista mucho de ser una utopía), a la autoridad y a una existencia que sería más cómodo pero menos, mucho menos satisfactoria.
Así que ante el cinismo del presidente y de la autoridad, Plissken responde con un cinismo mucho mayor, y sabotea la conferencia de paz a la que el mandatario debía asistir, sustituyendo la grabación de un científico sobre una forma de energía revolucionaria por el swing que Ernst Borningne escuchaba en el último taxi de Nueva York. Al final Snake rechaza la figura mítica del héroe-ladrón para abrazar lo que todos somos, seres humanos, igualmente valiosos y merecedores de dignidad y respeto. Ha podido escapar de donde nadie había logrado salir con vida, pero no ha podido huir de sí mismo, de su propia conciencia. Así que, ya sabéis, llamadle Plissken...

Para más información sobre el personaje os recomiendo estas páginas:

http://en.wikipedia.org/wiki/Escape_from_New_York
http://www.theofficialjohncarpenter.com/pages/home.html
http://www.imdb.com/title/tt0082340/

sábado, septiembre 03, 2005

En el comienzo

Todos los comienzos son difíciles. El terror a la página en blanco, la falta de ideas, la pereza son los principales enemigos de todo buen aspirante a escritor que se precie. Y un blog supone desde luego un reto bastante importante para alguien que, como yo, tiene los tres problemas antes mencionados. Y en grado superlativo, además. Así que consideraré este espacio como el lugar, otro más, donde fracasaré en el empeño. Porque no podré escribir. O porque no me apetecerá hacerlo. O porque no tendré sobre qué hacerlo. O no. O quizá.
Hay muchísimas bitácoras especializadas en la red que aspiran a tener un importante número de visitas, a generar debates importantes con sus posts, a crear opinión entre sus lectores. Para eso ya hay centenares de blogs. Yo me apunto a los otros. A los que están interesados en llegar a un puñado de internautas afines. Una reflexioncilla un día sobre algo que has visto en la tele o has leído en la prensa. Una reseña otro día sobre alguno de mis libros o cómics favoritos. Una crítica personal e intransferible de cuando en cuando sobre el último blockbuster que haya visto en el cine… En fin, un escaparate de mis filias y fobias que en principio no deberían apasionar a nadie (no soy un tipo interesante, desde luego) pero que a lo mejor te apetece visitar de cuando en cuando, y entre la paja escoger algo que de verdad te agrade leer.
No creo que haya ninguna regla sagrada en este espacio, pero sí que intentaré mantener un principio básico: No pretendo crear opinión. Lo que escriba sobre películas o libros o cómics serán mis subjetivas y personales apreciaciones. En ningún momento pretenderé sentar cátedra. De igual modo, si a alguien le apetece comentar alguna de ellas, le agradeceré en grado sumo que se rija por este mismo principio. Argumentos, siempre. Descalificaciones guayeras y ataques cavernarios por parte de trolls, por favor, no.
Ahora, me despido con un hasta pronto. Próximamente un post explicativo acerca del título de este espacio que Blogger nos brinda a todos para hacer eso para lo que la Red nació –comunicarnos- y que tantas veces empleamos para enzarzarnos en fútiles discusiones o en encarnizadas peleas.
Espero veros por aquí.
Bienvenidos a la raza humana.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...