miércoles, julio 04, 2007

Transformers : Proust contra Michael Bay

En menos de cinco horas voy a afrontar una dura prueba. El degustar una magdalena proustiana cocinada à la Michael Bay bajo la atenta supervisión del chef Spielberg tras treinta años de existencia y un más que presunto paso a la madurez y a las responsabilidades de la vida adulta. Y paso a explicarme.

Mi relación con las tostadoras metálicas venidas de otro mundo no parte de su serie de televisión, de la cual sólo vi contados episodios y sin excesiva ilusión, todo lo contrario de la pasión con que devoraba los capítulos de Sherlock Hound, Ulises 31 o Dragones y Mazmorras. Tampoco viene del coleccionismo de sus juguetes; yo nunca tuve un Transformer original, ya que era un capricho de los considerados “caros” por mi familia. No, la culpa de todo la tuvo el puñetero Bill Sienkiewicz. Y paso a explicarme.

Mode abuelo cebolleta on: Vacaciones de verano junto a mi familia en la soleada Santa Pola. Yo contaba con once o doce años y acompañaba a mi madre a hacer la compra cuando me detuve en un expositor de tebeos (sí niños y niñas, antes en quioscos e hípers de zonas costeras podían conseguirse fácilmente tebeos) y una explosión de color me abofeteó la cara. Era el tito Bill golpeando mis sentidos, más acostumbrados al Don Miki y a Mortadelo y Filemón, desde la portada del número uno de la edición española de Transformers.



Yo no tenía ni puñetera idea de qué era aquello, y desde luego mi criterio no llegaba a diferenciar lo espectacular de la portada de los interiores, obra de un dibujante cuyo nombre no consigo recordar. Durante una veintena de números seguí comprando la colección, pero el interés inicial fue decayendo ante lo infantil de los sucesivos argumentos y a que mi interés se fue redirigiendo hacia otras colecciones (de nuevo Bill andaba por ahí, haciendo de las suyas en los Nuevos Mutantes y logrando que me enamorase como un… er… chiquillo, de su Illyana Rasputin). Aún así, los doce primeros números de la colección de los robots venidos de Cybertron fueron leídos y releídos hasta la extenuación, y es una de esas colecciones fundacionales que siempre ocuparán un lugar en mi memoria sentimental por muy malas que fueran y por muy superadas que hayan quedado en mi imaginario.

En apenas cinco horas el combate interior del año: Plissken versus Proust versus Bay.
Los árbitros de la contienda: robots de diez metros de alto.
Expectativas: DEVASTACIÓN TOTAL.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues el cómic era mucho mejor que la serie de animacion al menos en sus 20 primeros numeros. No obstante si quieres descubrir los transformers pajeros.....

Plissken dijo...

Sara, ya pensaba yo que el Transformer Pajero era otra cosa, jejejeje. Conociendo el gusto de Michael Bay por ciertos coches... ¿se habrá atrevido a incluir un Hammer-Transformer?

Tres horas y contando...

Anónimo dijo...

un poco si me acuerdo de la serie, con acento guacamaqueño, "autobots, transfórmensee!(ustedes)"

Señor Lobo dijo...

Maldicion, han quitado la musiquita de la transformacion, con lo que me molaba...

XD

Yo la veo el viernes. Si alguien suelta un solo spoiler, sea del tipo que sea (incluido de que va la peli) que se despida de sus gonadas.

Plissken dijo...

Zubiarra, esos doblajes eran tan habituales que casi me gustaba más el castellano neutro de Dragones y Mazmorras que el posterior doblaje español. "¡Apresúrense, muchachos!"

Plissken dijo...

Adri, tanto me ha asustado su advertenvia que no he posteado desde el miércoles. Total, para desvelarle ahora de que va la peli: de los Transformers! ;D

En serio, no será la mejor película del verano, pero sin duda es la más diverchilependi chachilerendi.

Anónimo dijo...

Peroooooooooooo que buena peli.

Me lo he pasado pipa!!!!

Plissken dijo...

Fox conduce, Blumblebee dispara y el centro de Los Angeles se va a tomar por saco. Y Steven y Michael se van a hartar de contar billetitos este verano ;D

A mí aún me toca repetir, así que disfrutaré doble.

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