viernes, octubre 31, 2008

Galería de originales XXXIX (Especial Halloween): Matt Busch

La verdad es que la de hoy es una entrada cuando menos peculiar, puesto que lo que tenemos hoy aquí para disfrute de propios y extraños es una amalgama de todas las secciones dedicadas a arte original que podéis leer en este vuestro blog. En sentido estricto, y al ser una pieza original del artista especializado en ilustración y con una especial predilección por el universo de Star Wars, Matt Busch, podría aparecer perfectamente en la galería de originales. Pero igualmente, y al tratarse de una pieza conseguida ahora hace justo un año a través de Ebay, podría entrar dentro de la categoría de un dibujo "cazado" virtualmente. Y en última instancia, y atendiendo al posible origen primario de la ilustración, un homenaje a la saga de Posesión infernal con Ash, los esqueletos, la cabaña y el Necronomicon magistralmente dibujados, podríamos estar hablando de una comission encargada por cualquier aficionado. Toda vez que me he puesto en contacto con Matt para indagar el verdadero origen de la pieza, y aún no he obtenido respuesta, me ha parecido indicado incluir esta ilustración en el apartado de arte original. Y si de paso me sirve para adelantar un poco lo que va a ser una noche llena de calabazas, música cuidadosamente escogida y reunión de monstruos que ni la Pandilla Alucinante de ayer, pues mejor que mejor. Que ustedes lo pasen bien si gustan de la fiesta y que sueñen con los angelitos... o con lo que sea.



jueves, octubre 30, 2008

Aquellos maravillosos años (Especial Halloween): Una pandilla alucinante

A finales del siglo XIX una arriesgada partida de hombres valientes se adentró en los dominos del Conde Drácula. La incursión a la desesperada, dirigida por Abraham Van Helsing, tenía como propósito poner fin al reinado de terror del vampiro y evitar que este implantara un reinado de terror sobre la faz de la Tierra empleando un amuleto milenario de poder casi infinito. Tras recitar el conjuro necesario, un agujero se abrió en el lugar absorbiendo a todo el mal que había allí y arrastrando en su vorágine despiadada a aquellos que se habían jugado la vida frente a las fuerzas del mal. Van Helsing no consiguió plenamente su objetivo, puesto que el Conde escapó del conjuro. Era necesario proteger el amuleto a toda costa, pues sus poderes sólo alcanzaban su plenitud cada 100 años. La única esperanza para la humanidad era que, un siglo después, existiese alguien lo suficientemente valiente y loco como para enfrentarse a Drácula y a las huestes de las tinieblas...

En la actualidad de hace 21 años, en 1987 más exactamente, un grupo de amigos ha dedicado la mayor parte de su infancia y primera adolescencia a leer todo libro o tebeo protagonizado por monstruos y seres de pesadilla y han devorado cualquier película protagonizada por vampiros, hombres lobo, criaturas reconstruidas o seres deformes. Como toda panda que se precie tienen un lugar de reunión secreto en una casa-árbol y se autodenominan Club del monstruo (Monster Squad en el original). El líder de la banda es Sean Crenshaw (Andre Gower), cuyo conocimiento de la mitología de los monstruos está a la altura de su valor... y de su inconsciencia juvenil. Su hermana Phoebe intenta desesperadamente ser admitida en ese club al que sólo acuden chicos que aún no han descubierto al sexo opuesto, y su padre trabaja en el departamento de policía manteniendo la paz y la tranquilidad en un lugar en el que nunca pasa nada.
Durante una rutinaria venta de garaje, la madre de Sean compra un viejo diario, presuntamente perteneciente a Van Helsing. La aparición del diario coincide con una serie de ominosos sucesos, como la aparición de un hombre trastornado en la comisaria de policía exigiendo a gritos ser encerrado para evitar el peligro de la luna llena o la llamada de un tal Mr. Alucard interesándose por la compra del diario de Van Helsing. Para Sean y sus amigos está claro que hay fuerzas tenebrosas convergiendo en su tranquila localidad y que la clave de todo el asunto está en el dichoso diario. La necesidad lleva a los muchachos a buscar un traductor del diario -escrito en alemán- aunque para eso deban hablar con el vecino más siniestro del barrio (Leonardo Cimino). Este les desvelará la aterradora verdad: Van Helsing escondió un amuleto de poder casi infinito en el sótano de una casa del pueblo para evitar que Drácula lo encontrara y conjurara su poder precisamente en el momento óptimo, dentro de unos días. La urgencia de la situación parece haber forzado a Dracula a reunir un grupo de monstruos a su servicio que le garanticen la victoria un siglo después del fiasco provocado por Van Helsing.
Así, un Drácula con más sed de sangre que nunca pero menos sangriento que de costumbre -misterios de las películas para todos los públicos- ha reunido lo mejor de cada casa y se ha rodeado de una banda de monstruos universalmente conocidos como son la Criatura de Frankenstein, el Hombre Lobo, el monstruo de la Laguna Negra y la Momia. El objetivo principal de todos ellos será hacerse con el diario de Van Helsing y descubrir el paradero exacto del amuleto en cuyo poder radica la victoria de la luz o de las tinieblas cada cien años. Si los monstruos aparecen en tu jardín, lo menos que puedes hacer es reunir a tu panda de amigos, pertrecharte de remedios caseros contra cada uno de ellos (ajo, agua bendita, objetos de plata) y guardar un as en la manga para buscar su definitiva destrucción, que en este caso es un conjuro en alemán que debe ser pronunciado por una joven virginal y sin mácula. Tras un par de enfrentamientos con los monstruos se produce el asalto definitivo de estos, confluyendo por las calles de la ciudad hacia el emplazamiento del amuleto, donde les aguarda el Escuadrón del Monstruo y donde se producirá el enfrentamiento definitivo en el que se forjarán inusuales alianzas y la bondad brillará en el lugar más inesperado.

Esta peliculita de serie B con vocación de teenage cult movie desde el mismo momento de su concepción fue el segundo esfuerzo como director de Fred Dekker, un devoto amante del cine de monstruos clásicos de la Universal -al que esta Pandilla alucinante rinde un sentido homenaje- y de las producciones de terror y ciencia ficción de serie B de los años 60 y 70. Ya en su debut como director, El terror llama a su puerta (Night of the Creeps, sigh, 1986), apuntaba maneras de director cinéfago y gusto por la narración clásica y la factura artesanal. Con cuatro duros, efectos repletos de bichos de goma empujados por hilos y cabezas que explotaban arrojando babosas, Dekker construía una peliculita sólida basada en el pilar fundamental sobre el que deberían construirse todos los engendros que se producen a diario: un buen guión. En este caso el libreto, obra de Dekker y de Shane Black (cineasta injustamente infravalorado que nos ha dejado joyas como los guiones de Arma Letal I y II, El último boy scout, El último gran héroe o Kiss kiss bang bang, escrita y dirigida por él) estaba plagado de homenajes a películas clásicas (Vinieron del espacio exterior, La noche de los muertos vivientes, La cosa...) con personajes arquetípicos pero retratados con un sano sentido del humor (el bobalicón bienintencionado, la chica guapa con buen fondo, el amigo impedido y condenado desde el primer momento a ser cadáver, el detective con trauma juvenil y maneras sarcásticas) y sobre todo con mucho cariño y un pulso narrativo ejemplar que comienza por ajustar el metraje a unos parcos 88 minutos y termina con un desarrollo de la historia sin reiteraciones innecesarias ni escenas superfluas. Aunque esta película merecería por sí misma una entrada de Aquellos maravillos años, nos ocupamos hoy de Una pandilla alucinante por dos motivos.


El primero es la oportunidad de recuperar una película como esta en una fecha tan apropiada, y es que además de ajustarse perfectamente al género de comedia terrorífica para adolescentes que en los 80 estuvo tan en boga con títulos como Transilvania 6-5000 (con la que comparte el homenaje sincero a los monstruos clásicos de la Universal), Vamp o Noche de Miedo, resulta una película ideal para  ver monstruos andando por las calles de una ciudad actual sembrando el caos y la destrucción a su paso. Aunque E.T. supone la glorificación de la magia y la inocencia de esta fiesta tan ajena a nosotros como es Halloween, y La noche de Halloween supone la deconstrucción de sus terrores más atávicos y viscerales, Una pandilla alucinante captura el espíritu lúdico de hallar la diversión hasta en las situaciones más terroríficas. Esto nos lleva al segundo punto por el que he preferido recuperar esta peliculita por encima de muchas otras -y además recuperar una sección a la que le tengo gran cariño pero que por diferentes motivos, entre ellos la pereza o la falta de tiempo, tenía descuidada desde hace bastante tiempo-, y es el del sentido de la amistad y de la camaradería que destila el film desde el principio hasta el fin.


Cuando tuve conocimiento de la película, con catorce añitos, a través de los avances de un TP, el planteamiento me pareció lo más de lo más: un grupo de amigos enfrentados a la plana mayor de los monstruos de toda la vida. Siempre había tenido debilidad por las pelis de pandillas, género que en los 80 estuvo sembrado de películas inolvidables empezando por Los Goonies y siguendo por Exploradores, El secreto de Joey, Los bicivoladores o la misma E.T. Cuando tuve ocasión de ver The monster squad desde luego me lo pasé bomba. Había efectos especiales bastante competentes para la época, Drácula era un hijo de perra con presencia pero sin dar verdadero miedo (salvo a la niñita protagonista, a la que al parecer asustó genuinamente en una de las escenas que se ven en el transcurso del film) y la recuperación de los monstruos de la Universal, que hasta el momento sólo había visto en blanco y negro -glorioso blanco y negro, podríamos decir- resultaba de lo más espectacular en aquellos años. Casi dos décadas después Stephen Sommers intentaría lo mismo en Van Helsing, con dosis ingentes de efectos digitales y actores cool, pero el invento no solo carecía de magia o gracia, sino que además supuso un sonoro fracaso comercial. La gracia de la película de Fred Dekker está precisamente en su asumida modestia y en asumir que nunca estará a la altura de los modelos de los que parte. No pretende superar a las películas fundacionales de Browning o Whale, sino que más bien su intención es homenajear a las reuniones de monstruos que se sucedieron a lo largo de los años (Son of Dracula y sus secuelas House of Frankenstein y House of Dracula) y que acabó degenerando en producciones paródicas del estilo de Abbot y Costello meet Frankenstein o Mother Riley meet the vampire, en las que viejas glorias como Bela Lugosi o Lon Chaney Jr. se veían obligados a actuar como bufones para poder sobrevivir.


Así que comprenderán que habiendo disfrutado de muchas de esas películas en sus pases televisivos, algo completamente impensable en la televisión pública de los últimos 15 años, al menos a horas decentes, Una pandilla alucinante me resultara un festival, una puesta al día -de hace 20 años, se entiende- de los arquetipos clásicos del cine de terror pasada por el tamiz del cine juvenil mejor realizado y con unos actores que daban bastante bien al personaje, como el caso de Duncan Rehger, que tenía que parecer imponente y a la vez no caer en el ridículo más absoluto cuando le pateara el trasero un grupo de chavales, o Tom Noonan, de impresionante presencia física y que da a su Criatura de Frankenstein las adecuadas dosis de ferocidad y ternura y se permite homenajear directamente de paso a la ya celebérrima escena de la niña y las florecillas flotando en el río. Como les he dicho antes, la película se convirtió casi inmediatamente en un film de culto que recientemente gozó de una edición especial 20 aniversario con dos discos y multitud de extras, entre ellos un documental que reflejaba las opiniones de sus principales protagonistas 20 años después. Dicha edición especial se contó entre las diez más vendidas de Amazon durante casi tres meses.



Un dato a lamentar es el prematuro fallecimiento de Brent Chalem a los 22 años de edad, y más aún para un servidor, teniendo en cuenta que el papel de Chalem era el mismo que el Gordi de los Goonies y con el que un servidor siempre se identificaba en aquella época, el amigo rechoncho y ocurrente un tanto acobardado que en el momento de la verdad siempre estaba allí para ayudar a sus colegas. No me parece en absoluto una mala forma de formar el carácter de una persona, la verdad. Con su permiso, les dejo... Creo que tengo que volver a ver cierta película.

miércoles, octubre 29, 2008

Sketch-busters XCII: Mark Buckingham (IV)

Llego con este post al final del mini ciclo de entradas relacionadas con Fábulas y con el dibujante que más números -y mejor- ha dibujado de dicha serie, Mr. Buckingham. El dibujo de hoy, porque de dibujo y no de boceto se trata, como bien apuntaban los comentarios de la entrada anterior, es el que realizó para un servidor allá por el 2004. En aquel año todavía Mark estaba dando el salto de Spiderman a la Distinguida Competencia por lo menos en España, donde sólo se había publicado el primer y segundo tomo de Fábulas, con lo que sus colas eran todavía asequibles. Actualmente conseguir un dibujo de Mark en un salón es un poco más difícil, ya que la calidad de su arte y de los dibujos que realiza en convenciones le convierten en uno de los autores más solicitados vaya donde vaya. Sobre el dibujo en sí, pues comentar que obedece a una de nuestras extrañas costumbres, que es la de pedir dibujos relacionados como pareja y de personajes cuyas historias nos hayan llegado a emocionar y que, en último término, tengan un significado un tanto especial para nosotros. En este caso concreto, tengo que decir que la pareja formado por Blanca y Lobo ha sido una de las mejor escritas de los últimos años, y su relación me recuerda poderosamente a la seguida por la pareja formada por Cybill Sheperd y Bruce Willis en Luz de luna. Poco me resta añadir, salvo que Blancanieves está verdaderamente adorable y que en sus brazos, hasta el lobo más feroz parece un cachorro de gatito. 

martes, octubre 28, 2008

Galería de portadas: Superman. El tercer kryptoniano

Como suele ser uso y costumbre complemento la reseña de El tercer kryptoniano con una galería de los números incluídos en el tomo recopilatorio de Planeta así como de los números previos que sirvieron de prólogo y detonante de la busqueda de ese misterioso compatriota estelar de Kal-El. En ella podemos disfrutar del espectacular trabajo de tres grandes dibujantes. Abre el fuego Dave Gibbons que, aunque fiel a su estilo, depura mucho más las líneas y aclara su trazo, tan vistoso como siempre. Renato Guedes, por su parte, abre el fuego del arco dedicado a desvelar la identidad del personaje que da nombre a la historia y continua la galería con un espectacular Jesús Merino, sobre todo en la primera de las dos portadas, que casi parece dibujada por el mismísimo Carlos Pacheco. Para terminar, Walter Simonson se desmelena con una portada feísta e infernal que ya es un avance de lo que vamos a poder leer en su interior. Dicen que nunca se debe juzgar un libro por la portada, pero en este caso, más que un reclamo, ¡casi parece una advertencia! Que ustedes lo disfruten.











lunes, octubre 27, 2008

Lunes reajustado

Aunque este domingo hemos robado una hora a los hombres grises -mucho me temo que se trate de un préstamo y que antes o después tengamos que devolvérsela-, no es ese el reajusto al que hoy me refiero, sino a otros dos de diferente alcance e importancia que suponen cambios en dos aspectos de la vida de un servidor. Por un lado, que tanta desaceleración, ajuste, reajuste, recesión o crisis me han llevado a tomar una firme determinaión sobre el/los vicios relacionados con el mundo del comic. Si hace un tiempo que ya estoy prácticamente fuera del mercado de originales -aunque de cuando en cuando me permito un caprichillo como cierta commission que está en el horno- finalmente he caído del burro con el tema de acumular tebeos y más tebeos en las estanterías que esperan durante meses su turno para ser leídos, muchas veces de forma rutinaria y meramente completista. Así, el coleccionista compulsivo muere y deja paso al lector tranquilo y sosegado que, a pesar de todo, aún sigue un montón de colecciones mensuales más de las que verdaderamente tiene tiempo de disfrutar. Y reafirmándome todavía más en esa decisión, es más que probable que mis pedidos vía Previews desaparezcan en unos meses, en cuanto Crisis Final llegue a su fin y Flash alcance su número 250, con el que la cabecera alcanzará un número redondo y yo habré completado un periplo de ocho años leyendo las aventuras y desventuras de Wally West en su versión original, harto de no poder disfrutar en castellano de uno de los tebeos mejor realizados de los últimos 20 años. Obviamente, este panorama me deja por completo en las garras de Planeta y absolutamente vendido en el caso de un hipotético y futuro cierre de la linea DC o de un nuevo cambio -para peor- de los derechos de la franquicia. Mi natural optimismo espera, por contra, poder seguir leyendo durante muchos años más las aventuras de mis héroes favoritos en castellano y en unas ediciones que, pese a errores y fallos habituales en el medio, ha hecho muchísimo por popularizar y difundir colecciones y personajes desconocidos para el gran público.



Consejo de Hombres Grises en pleno decidiendo el aumento de la semana laboral a 60 horas, para evitar que la holganza y el ocio perviertan a las masas trabajadoras. ¿De qué año era esto, del 86...?

El segundo punto se refiere al diseño de este vuestro blog amigo, y es que esta semana decidí eliminar los dos blogrolls -perdonen ustedes el palabro- que tenía hasta el momento para sustituírlos por sus homónimos proporcionados por Blogger, mucho más acordes con el diseño y más efectivos a la hora de cargar la página. Es por eso que les ruego se pasen lista ustedes mismos, porque como muy bien ha notado el bueno de Alberto (factotum  de Empujando elefantes y devoto fan de Nikolai Tesla), su blog se había traspapelado en el cambio. No duden en dejar un comentario si se percatan de ello. Y al margen de los cambios de aspecto, en este caso para proporcionar al blog un aspecto más homogéneo y funcional, les avanzo los contenidos que podrán disfrutar a lo largo de esta semana, empezando por la galería de portadas del Tercer Kryptoniano, continuando con el segundo sketch de Fábulas que cerrará la serie dedicada a Mr. Buckingham, pasando por una nueva entrada dedicada a la galería de originales y terminando con la reseña dedicada a la segunda parte de Marvel Zombies, serie que ya comenté en su momento y a cuya secuela ando hincándole el diente en estos precisos momentos.

Y ya me retiro a mis cuarteles de otoño a ir preparando la ofensiva con la pretendo sorprender a propios y extraños el próximo viernes, cuando se celebrará una festividad que nos resulta tan extraña como atractiva y de la que desde hace unos años soy un ferviente no ya defensor, sino desprejuiciado practicante. No dejen de pasar el lunes que viene por aquí para un descacharrante reportaje gráfico, pero para muestra les dejo este pretérito botón. Sean ustedes buenos en la medida de lo posible y ahorren para ese futuro negro que se nos avecina. O mejor aún, vivan el momento, coñe, que para los dos días que nos quedan no vale la pena ir con miedos y zarandajas. Eso sí, hagan lo que hagan vuelvan ustedes por aquí a la mayor brevedad posible y sobre todo, vayan por ellos antes de que ellos vayan a por ustedes.



Se que resulta un tanto extraño ese fondo con Scooby Doo y Tambor flanqueando a la calabaza, pero así son las cosas en chez Sparks-Plissken, un totum revolutum heterogéneo y ecléctico.


Time
Pink Floyd

Ticking away the moments that make up a dull day
You fritter and waste the hours in an off hand way
Kicking around on a piece of ground in your home town
Waiting for someone or something to show you the way

Tired of lying in the sunshine staying home to watch the rain
You are young and life is long and there is time to kill today
And then one day you find ten years have got behind you
No one told you when to run, you missed the starting gun

And you run and you run to catch up with the sun, but its sinking
And racing around to come up behind you again
The sun is the same in the relative way, but youre older
Shorter of breath and one day closer to death

Every year is getting shorter, never seem to find the time
Plans that either come to naught or half a page of scribbled lines
Hanging on in quiet desperation is the english way
The time is gone, the song is over, thought Id something more to say

Home, home again
I like to be here when I can
And when I come home cold and tired
Its good to warm my bones beside the fire
Far away across the field
The tolling of the iron bell
Calls the faithful to their knees

domingo, octubre 26, 2008

Superman, El tercer kryptoniano: Uno más en la familia

Una misteriosa fuerza alienígena pretende sustraer la Isla de Alcatraz por entero, y Superman y los Titanes lo evitan, pero sólo consiguen llamar la atención del ser que ha orquestado la operación. El Subastador, una especie de intermediario galáctico que busca objetos de interés por todo el universo y luego los oferta al mejor postor, ha encontrado un nuevo mercado: la venta de los legendarios héroes terrestres. Para su desgracia, Superman y compañía son un hueso demasiado duro de roer y finalmente decide aceptar la oferta del Hombre de Acero de abandonar el planeta sin llevarse ningún "recuerdo". Pero antes de su partida, el Subastador deja caer una bomba: además de Superman y Supergirl los sensores de su nave han detectado a un tercer ser oriundo del planeta Krypton viviendo en la Tierra.



Ha pasado el tiempo y Superman sigue enfrentándose a amenazas de todo tipo, aunque hay algo que le sigue atormentando. La mención de un tercer Kryptoniano en la Tierra -y dándole credibilidad tras pasar lista a todos los kryptonianos, humanos y animales presentes en el planeta durante la visita del Subastador y comprobar que efectivamente sólo Supergirl y él estaban presentes-, la posibilidad de recuperar otro pequeño pedazo de su hogar y vislumbrar retazos de la vida que nunca conoció hacen que siga hasta la más leve pista de esa posible presencia en las más remotas localizaciones del globo. Para localizar a alguien que no quiere ser encontrado Supes recurre al mejor detective del mundo y al único al que ha confiado todo en su vida en los momentos de necesidad, a Batman. Mientras Robin y Cristopher se entrenan y juegan en la batcueva, una pista en apariencia completamente ajena a Krypton -unos pandilleros que han sufrido extrañas mutaciones y alteraciones de comportamiento- desvela la presencia de componentes químicos que proceden de dicho planeta, algo que conduce a Superman hasta una remota localización en los bosques californianos donde una misteriosa persona vive al margen de todo y de todos.

La presencia de Superman desvelará que allí se encuentra escondido un nuevo superviviente del planeta Krypton, alguien cuya historia no deja de ser sorprendente por sus profundas raíces en la mitología del personaje y por los poderosos resabios clásicos que posee la historia, una mezcla entre la Anábasis, la Odisea y la Eneida que acompaña a un grupo de los mejores guerreros de Krypton en su peregrinar maldito por un universo entero en su contra tras la desaparición de la poderosa metrópoli planetaria a la que sirvieron durante décadas. El último refugio posible para el último superviviente de ese pelotón fue el tranquilo planeta Tierra, aunque su elección no fue realizada al azar. La presencia poderosa y notoria de Superman serviría de alarma en caso de ataque y permitiría una huida al Tercer Kryptoniano, algo que podría suceder cuando el letal cazarrecompensas que se dirige a la Tierra a toda velocidad alcance su objetivo.


La primera parte de esta historia pudo leerse en los números 841 a 843 de Action Comics (Superman 1-3, volumen 2 de la edición de Planeta) y contó con guión de Kurt Busiek -con argumento de Fabian Nicieza- y arte de Pete Woods. La cercanía de esta historia con la saga de la Zona Fantasma, el regreso del General Zod y la aparición del pequeño Christopher Kent podían inducir a error en el lector y generar una incongruencia en la continuidad, algo por otra parte bastante frecuente en los tiempos que corren. Pero ahí estaba Kurt Busiek para recuperar el hilo de la historia y clarificar que la alusión del Subastador no sólo no se refería a Christopher Kent sino que tras ella se escondía una gran historia merecedora de ser contada por un equipo de lujo y disfrutada por los seguidores de Superman. En la saga El Tercer Kryptoniano (Superman 668-670 y publicados por Planeta en el tomo Superman: El Tercer Kryptoniano) Busiek hace lo que mejor sabe hacer, y lo hace como siempre, bien. Aplica su enciclopédico conocimiento de las series que guioniza para crear desde la nada una sólida historia que tiene sentido atendiendo tanto a lo que conocemos sobre la sociedad kryptoniana (agrupada en castas y con unos principios guerreros bastante acusados) como a sus principales personajes (la saga de militares que finaliza con el general Zod, uno de los villanos más temibles de Superman... en cualquier época). Partiendo de esa premisa, y sabiendo que está añadiendo nuevos elementos a la continuidad del personaje, la historia sigue muchos de los tópicos del género: presentación conflictiva, diálogo y revelación tras un enfrentamiento, conflicto con una amenaza exterior, traición y redención final. Lo hemos visto decenas de veces y lo seguiremos viendo otras tantas. Lo importante es tener la certeza de que el personaje está actuando de acuerdo con su forma de ser -con la que ha sido dotado por sus creadores- y obedeciendo a las reglas impuestas por la lógica interna del relato, que es algo que muchas veces los guionistas olvidan y los lectores  no podemos pasar por alto. Y eso es algo que Busiek ha demostrado saber hacer a la perfección en prácticamente todos los trabajos de su carrera, desde aquel lejano Liberty Project a cualquiera de sus sagas en Los vengadores o en alguno de los momentos más emocionantes de Astro City. Los encargados de ilustrar el ajustado guión de Kurt Busiek son Rick Leonardi y Dan Green, que crean una narración espectacular y repleta de momentos de acción aderezados con elementos de space opera. El estilo de Leonardi se ha simplificado bastante en los últimos tiempos, acentuando su angulosidad y capacidad de síntesis al máximo sin perder un ápice de su característica habilidad narrativa, algo en lo que se parece cada día más al maestro Simonson.


Por cierto que éste es el encargado de dibujar el Superman 666 (incluído igualmente en el tomo), también con guiones de Busiek, tebeo con ínfulas de número especial que no deja de ser una boutade conmemorativa de tan satánica numeración que enfrenta al Hombre de Acero con un ser demoníaco que pretende derrotarle en el plano de los sueños y arrojar el alma de Superman a los fosos más profundos y ardientes del Infierno. Poco puede hacer Simonson, que despliega su habitual repertorio de onomatopeyas imbricadas en el diseño de la páginas, sus espectaculares juegos de luces y explosiones, su dominio a la hora de reflejar seres monstruosos, para plasmar una historia que peca de un tanto confusa y, visto el desarrollo y resultado final de la misma, pretenciosa.

viernes, octubre 24, 2008

Sketch-Busters XCI: Mark Buckingham (III)

Mark es un viejo conocido de esta sección, en la que ya han aparecido dos sketchs suyos realizados en las Jornadas de Comic de la Universidad de Alicante (una preciosa Caperucita Roja y un apresurado Starman debido a la cantidad de gente a la espera de su dibujo). Realmente poco puedo añadir al repaso a la carrera y a la descripción personal que hiciera del autor en aquellas entradas que tienen tres y dos años respectivamente, salvo que la labor de Mark al frente de la serie Fábulas ha evolucionado y mejorado de forma harto sorprendente y ha convertido a la colección en el auténtico referente actual de la linea Vertigo, gracias no sólo a los sorprendentes guiones de Willingham y al cuidadoso tratamiento y desarrollo de los personajes, sino a la inmensa calidad que ha alcanzado el arte de la colección, tanto a nivel narrativo como simplemente plástico. Este sketch que véis ilustrando el artículo fue el primero que realizó el autor para miss Sparks en las ya lejanas Jornadas del Comic de la Villa de Avilés 2004, cuando además de conseguir un precioso dibujo pudimos conocer a una bellísima persona a la que año tras año resulta un placer poder saludar y con la que da gusto intentar mantener una conversación chapurreada en voluntarioso español y en desastroso inglés. El personaje elegido fue el sheriff de Villa Fábula, el Lobo Feroz de los cuentos reconvertido en guardián de los mismos seres que acosó durante años. La ilustración refleja la identidad humana y la parte animal del personaje y todavía incluye un elemento tan adecuado como el fondo con cerditos en alusión a una de las más famosas intervenciones del Lobo Feroz en las narraciones tradicionales.

miércoles, octubre 22, 2008

Tropic Thunder: Lluvia de locura

Trueno tropical ha sido todo un éxito en las listas de ventas de libros por su desgarrador relato de las vivencias en Vietnam de un soldado que participó en decenas de combates y resultó mutilado en uno de ellos. Como todo best-seller que se precie ha llamado la atención de la industria del cine, y el productor Les Grossman (Tom Cruise) ha adquirido los derechos para crear la película de guerra más cara de la historia. Al mando de la producción Grossman ha puesto a un novel director de teatro británico, Damien Cockburn (Steve Coogan), cuya incompetencia y bisoñez ha provocado que la producción ya acumule a los cinco días de rodaje... ¡¡dos meses de retraso  y un gasto de más de cien millones por encima de lo presupuestado!!


En realidad los problemas de Grossman y de Cockburn se hayan en el plantel de actores escogido para interpretar al pelotón de soldados norteamericanos perdidos en la jungla vietnamita. Interpretando al personaje protagonista encontramos a Tugg Speedman (Ben Stiller), estrella del cine de acción -protagonista de la saga Scorcher I a V- que ha sufrido un batacazo comercial de proporciones épicas al interpretar a un disminuido psíquico en la película Jack el simple cuando él aspiraba a lograr reconocimiento de público, crítica y un para él merecidísimo Óscar de la Academia. Dándole la réplica está el ganador de cinco óscars Kirk Lázarus (Robert Downey Jr.), actor de método y protagonista de producciones "de calidad" que no ha dudado en pasar por el quirófano para oscurecer su piel y conseguir el papel de sargento de color del pelotón. El duelo de prima donnas está servido, y a él no van a ser ajenos el resto de actores de Trueno tropical: el actor cómico -a base de pedos y de travestirse, la bofetada a costa de Eddie Murphy es sonora- adicto a todo tipo de sustancias y excesos Jeff Portnoy (Jack Black); la estrella del hip-hop y patrocinador de bebidas energéticas Alpa Chino (Brandon T. Jackson) y el bisoño en cine pero experimentado en la vida Kevin Sandursky (Jay Baruchel).


Todos ellos pululan por la selva en un rodaje con retrasos, accidentes, peleas entre los actores por destacar dentro y fuera de plano, exigencias de lujo versallesco por contrato y charlas transoceánicas con agentes y productores para los que cada vez se hace más evidente que Trueno Tropical puede ser el fiasco más caro de la historia del cine bélico. Para encauzar la situación el autor del libro y a la postre consejero técnico, el mutilado de ambas manos Four Tayback (Nick Nolte) aconsejará a Cockburn una solución drástica y desesperada: abandonar a sus actores en medio de la selva para que conozcan el verdadero miedo y sepan cómo comportarse en la película. Tamaño despropósito no sólo convence al director sino que le sugiere una nueva dirección para la película, con otro estilo e intención. Por supuesto, nada saldrá como ninguno de ellos espera y la selva, los narcotraficantes, los actores, el veterano, el encargado de efectos pirotécnicos y el espectador van a vivir un carrusel de barbaridades, coñas, locuras y burradas que volverán a convertir la selva en una zona de guerra como hacía años que no sucedía.


Hace unos años pudimos ver algo similar en la cinta de culto Zoolander, en la que Stiller se cebaba en el mundo de la moda y los modelos/actor -¿o era actor/modelo?- en una comedia que era a ratos chusca, a ratos vergonzosa, a ratos inteligente, pero en todo momento divertida, y que como suele ser habitual en España fue vendida como otra Scary Movie de peseta. Tropic Thunder (me niego a usar el demencial subtítulo de los distribuidores españoles, que como siempre creen necesitar un reclamo para atraer a la mayor cantidad posible de público) emplea todos los recursos que la comedia gruesa pone a su disposición para hacer pupita a la industria hollywoodiense en general, al cine de acción en particular, y a las estrellas y al mundillo que las rodea más concretamente, ofreciendo retratos a medio camino entre el patetismo y la miseria humana de personajes como el agente encargado de representar a los actores (un impagable y muy divertido Matthew McConaughey) o el productor cuyo único interés es ganar dinero, y luego ganar más dinero y finalmente vender los dvd's de todo ello a mayor precio. En este caso es el actor Tom Cruise, oculto bajo un maquillaje grotesco, el que se encarga de parodiar alguno de sus papeles más recientes, de machacar la figura del empresario productor engreído, ególatra, egoísta y miserable y a la vez reírse de sí mismo como actor y como, no lo olvidemos, productor.


Dejando claro el objetivo primordial del escarnio, resulta espectacular la cantidad de clichés que aparecen ridiculizados sin piedad alguna. La obsesión por lograr premios y reconocimiento a costa de aceptar papeles con taras físicas o psicológicas evidentes es una de las convenciones retratada sin piedad, y que curiosamente más revuelo ha levantado a raíz de ciertas críticas que acusan a la película de reírse de los discapacitados psíquicos cuando en realidad lo que cuestiona es la oportunidad o el oportunismo de fingir ser otra persona -como es el caso de Lazarus y su sargento negro- o padecer una disminución para obtener un galardón. Pero esa cuestión no es sino otra más de las cruelmente despachadas por Stiller y compañía en esta comedia gamberra que se ceba en los actores adictos a las sustacias de toda clase, en los mercachifles que venden sus productos a costa de su imagen, en las escuelas y métodos actorales, en las exigencias ridículas y absurdas que los actores demandan a la hora de rodar, en los duelos interpretativos en los que antes que el talento está en liza el ego de las estrellas, en la defensa de causas benéficas o medioambientales por motivos meramente publicitarios, en la exageración del género bélico y en algunas convenciones del cine reciente...


En ese aspecto las referencias son también muy jugosas, desde Platoon con su famoso acribillamiento a cámara lenta y amenizado con música clásica a Forrest Gump y su rescate con explosión mastodóntica de fondo, sin olvidarnos, claro, de Apocalipsis Now, obra maestra indiscutible a costa de la cual se hace una broma doble, interna en el particular viaje a las tinieblas actorales de Speedman y Lazarus, y externa -metacinematográficamente hablando si se quiere- reflejando el tormentoso rodaje de aquella con making off repleto de vicisitudes y dificultades incluido. Pero no se preocupen ustedes, que Stiller y Justin Theroux (ambos dos actores y guionistas de la peli aunque el segundo no aparezca en la misma)  ayudados por Etan Cohen (de los Cohen de toda la vida pero sin parentesco con Joel y Ethan) no se olvidan de otras películas ambientadas en la zona, como Rambo, El cazador y hasta el mismísimo Puente sobre el río Kwai recibe su particular homenaje.


No se equivoquen. No estamos ante una comedia sofisticada ni sutil, pero es que el mundo que parodia y ridiculiza -aunque siempre dentro de un orden y con un fonde de cariño, ya que Stiller y compañía no son tontos y saben dentro de qué parametros se mueve el mundillo en que viven y trabajan- es tan excesivo, falso y pantagruélico como la película en cuestión. El variopinto reparto proporciona la suficiente variedad de registros como para satisfacer a la mayor cantidad de público posible, desde el humor totalmente obsceno y grueso servido por Black, al gestual de Stiller (este tío pone unas caras y se mueve como pocos cómicos hoy día), al más verbal de Downey Jr. Hay bastantes gags que apabullan por exceso (estoy pensando en los dos duelos de salivazos que protagoniza Stiller o en el bailecito final de Grossman), y otros que a fuerza de ser repugnantes provocan en el espectador la carcajada nerviosa (el que acontece a costa de la cabeza decapitada al final tenía a media sala riendo), pero el conjunto resulta aceptablemente satisfactorio y coloca a la película junto a Bowfinger el pícaro como los mejores espejos deformados que reflejan una realidad a nivel de industria del espectáculo que analizada fríamente debería ponernos los pelos de punta: mercantilización del sufrimiento propio y ajeno, despilfarro salvaje, egocentrismo, mezquindad institucionalizada...


Dos últimos apuntes para finalizar sobre aspectos formales de la película. Por un lado, destacar como excepcional acierto la campaña viral de publicidad de la película, con el trailer del falso making off Lluvia de locura, haciendo mofa y befa del famoso relato del tortuoso rodaje de Apocalypse Now, Hearts of Darkness: A Filmmaker's Apocalypse, u otras lindezas como el reparto principal creando su video viral a posta y riéndose de paso de sus estrenos previos este mismo año o los trailers falsos que sirven de prólogo a la película y que también hacen pupita a las comedias chuscas à la Eddie Murphie (The fatties), las pelis de acción descabelladas y sus secuelas (Scorcher V) y las producciones de calidad con historias de amor probables pero un tanto descontextualizadas (Satan's alley). Y ya para acabar, me gustaría destacar el diseño de los títulos de crédito finales, que este año han deparado maravillas conceptuales como los de Wall-E, o los de esta película, que recupera los créditos con imagen de cada actor a la vez que aparece su nombre -al estilo de las viejas producciones corales de Hollywood en las que amortizaban todavía más de esa manera la participación de repartos inmensos repletos de estrellas-, con el añadido de que el fotograma se convierte en una ilustración que bien pudiera aparecer en un comic. Para no destriparles la película, salten al minuto con quince segundos del video -evitando de paso parte del grotesco baile que Grossman/Cruise se marca a ritmo de hip-hop- o no lo vean directamente si tienen pensado disfrutar en un futuro de este Trueno Tropical, que tiene en mí, al igual que las mencionadas Bowfinger o Zoolander, un rendido y devoto admirador.







martes, octubre 21, 2008

Commissionando XCI: Lan Medina (II)

Con la galería de hoy completo el repaso a las ilustraciones por encargo realizadas por el filipino Lan Medina, y que tienen como común denominador el estar protagonizadas por los personajes principales de la serie Fábulas, a la que el dibujante quedará asociado para los restos al haberse encargado del primer y el tercer arco argumental de la misma. Quda clarísimo que los personajes más queridos y demandados son Blanca y Lobo, aunque algún que otro aficionado se descuelga solicitando a la otra gran pareja de la serie, a Caperucita Roja y el Chico de Azul, que han protagonizado un par de las mejores historias de toda la serie hasta el momento. En cuanto a temática y composición, pues la verdad es que hay para todos los gustos: pastorales bucólicas con un toque de humor, composiciones con los personajes y algún elemento característico de la serie y un par de escenas extremadamente sugerentes pero que no caen ni en la chabacanería ni en el mal gusto de ser demasiado explícitas. Para finalizar, una ilustración doble que con el Príncipe Encantador y el Adversario frente a frente, se las apaña para repasar a los personajes más destacados de ambos bandos y alguno de los acontecimientos más sonados vividos en la serie.




















lunes, octubre 20, 2008

Lunes de trueno

Finalmente sobreviví a los Cronocrímenes de forma harto digna y me sustraje al influjo infernal del artefacto maldito de Sony, pero aún así la tarde de ayer estaba rodeado de tareas pendientes que me acosaban hasta tal punto que ni la puesta al día con los tomos a color de Bone (los primeros tebeos inéditos de Bone que consigo leer después de dos años, y todavía me falta un arco argumental para terminar la colección.... ocho años después de haber comenzado a leerla. ¡Esto es un infierno!) alivió significativamente el peso de la pila de atrasados. La falta de tiempo es común a prácticamente todo el año, y cada época tiene sus particularidades, pero en concreto por estas fechas uno tiene la sensación de que las semanas caen del calendario como las hojas de un árbol y desaparecen dejándole a uno un tanto perplejo y desubicado.


Pero al margen de melancolías otoñales y la falta de tiempo, que es un fenómeno cada vez más común para la gente de nuestra generación -el libro de turno en el aseo es un indicativo de por dónde van los tiros- nos va asediando con el paso de los años. Pero como siempre les digo, intentaremos mantener este espacio virtual al margen de tanta obligación y de tanta desubicación para convertirlo en el remanso de solaz virtual que siempre se pretendió que fuera, una ventana al mundo del comic, el cine y los gatetes que arrancara una sonrisa o distrajera la mente por un momento de los agobios de la vida diaria. Y siguiendo con ese espíritu, esta semana podrán ustedes contemplar la segunda galería de commissions de Lan Medina, un sketch "fabuloso" y el repaso al tebeo que me dejé en el tintero la semana pasada junto con una reseña rendida de respeto y mala baba a Tropic Thunder.



Y ya que la cosa va de truenos, pues una canción de los chicos de la corriente alterna que acaban de publicar nuevo trabajo discográfico para llenar de energía la vida de unos cuantos miles de aficionados al rock de toda la vida. Sean ustedes buenos a lo largo de la próxima semana, paseen por un campo cubierto de amarillo y reseco follaje mientras recuerdan a un viejo amigo y vuelvan cuando quieran por esta su casa en la red. Y por supuesto, tengan mucho cuidado ahí fuera.

Thunderstruck
AC/DC
(Thunder) (x10)
I was caught
In the middle of a railroad track (Thunder) 
I looked 'round,
And I knew there was no turning back (Thunder)
My mind raced
And I thought what could I do? (Thunder)
And I knew
There was no help, no help from you (Thunder)
Sound of the drums
Beatin' in my heart
The thunder of guns!
Tore me apart
You've been - thunderstruck!
Rode down the highway
Broke the limit, we hit the ton
Went through to Texas, yeah Texas
And we had some fun
We met some girls, 
Those dancers who gave us good times
Broke all the rules, played all the fools
Yeah, yeah, they, they, they blew our minds
And I was shakin' at the knees
Could I come again please.
Yeah the ladies were too kind
You've been - thunderstruck, thunderstruck
Yeah yeah yeah, thunderstruck
Yeah
Oh, thunderstruck, yeah
Now we're shaking at the knees
Could I come again please.
Thunderstruck, thunderstruck
Yeah yeah yeah, thunderstruck
Thunderstruck, yeah, yeah, yeah
Said yeah, it's alright
We're! Doing fine
Yeah, it's alright
We're! Doing fine
So fine
Thunderstruck, yeah, yeah, yeah,
Thunderstruck, thunderstruck, thunderstruck
Whoa baby, baby, thunderstruck
You've been thunderstruck, thunderstruck
Thunderstruck, thunderstruck, thunderstruck
You've been thunderstruck

domingo, octubre 19, 2008

Sketch-busters XC: Amanda Conner (II)

Tarde tranquila de domingo y tiempo hurtado a malas penas a ese invento infernal conocido como Guitar Hero que me tiene absolutamente enyonquizado desde el pasado viernes en que apareció por arte de satanás en casa, pero aún y con esas puedo completar el miniciclo dedicado a la majísima Amanda Conner con el sketch que realizó para un servidor, y que es ni más ni menos que una candorosa Supergirl. Durante toda la cola me estuve debatiendo interiormente entre si solicitar una Chica Poder antes que una Super Chica, y finalmente me decanté por la estilización de lineas y el candor frente a la rotundidad y al temperamento. Como dije en la entrada anterior, dibujo sencillo y bien realizado que permite que muchos aficionados consigan su dibujo en las sesiones de firmas. Que ustedes terminen de disfrutar este tranquilo y relajado domingo que yo tengo una cita con una guitarra de pega y con unos extraños cronocrímenes un rato más tarde. Caso de sobrevivir a todo ello, me tendrán en el habitual lunes dándoles la vara como siempre.

viernes, octubre 17, 2008

King Kong solidario: Otra buena iniciativa

Durante el pasado Festival Internacional de Cine de Cataluña/Sitges (antaño dedicado casi por entero al cine fantástico y de terror y hoy más abierto a toda clase de producciones y géneros) se celebraba el 75 aniversario de una película mítica cuyo recuerdo en el cinéfilo e influencia en el cine contemporáneo son tan importantes como imborrables sus imágenes y fascinante y sugerente los entresijos de su historia. Aprovechando tan feliz onomástica, la revista Scifiworld y las editoriales Planeta Agostini y Norma Comics decidieron impulsar un homenaje en forma de galería de ilustraciones centradas en el gigantesco primate cuya venta serviría, a la vez, a una causa benéfica tan encomiable como es la de ayudar a la ONG Médicos sin fronteras. El plantel de autores que colaboraron en tan feliz iniciativa resulta tan apabullante en cantidad como impresionante en calidad y deslumbrante en la variedad de estilos empleados, desde la caricatura al diseño pasando por el cartelismo o las ilustraciones al uso. Tenemos autores españoles consagrados (Juan Giménez, Alfonso Azpiri), dibujantes que llevan años en esto y que se van abriendo camino poco a poco en la industria nacional o extranjera (Pere Pérez, Carla Berrocal, ), ilustradores (Dave Dorman, Cris Ortega, David Rubín, David Baldeón, Vicente Cifuentes) y dibujantes internacionales de primera línea (Chris Weston, Sergio Aragonés). Tras una primera subasta de contacto esta semana han aparecido 74 ilustraciones de golpe, que están siendo bastante codiciadas por los coleccionistas según podéis comprobar en este enlace, y es que además de merecer muy mucho la pena la mayoría de ilustraciones -alguna de ellas auténticas obras de arte- se está contribuyendo con cada puja a una más que meritoria labor de contribución a una buena causa. Además de en el blog dedicado a la iniciativa, King Kong solidario, muchos otros espacios virtuales han dado cuenta de esta magnífica muestra de la solidaridad del mundillo, como en el blog de Ferrán Delgado, en Es la hora de las tortas, Entrecomics, Con c de arte y muchos más que han querido aportar su granito de arena y ayudar a difundir un proyecto que sólo puede provocar ilusión y esperanza en que no sea el último. Pero no es la subasta la única forma de participar en el proyecto de King Kong solidario, sino que además se ha editado un catálogo que recoge todas las ilustraciones realizadas acompañadas de textos sobre la película seminal y la mítica epopeya de la bestia enamorada que dio su vida para proteger a una bella raptada contra su voluntad.


Acompañando a estas líneas os dejo una selección con algunos de los dibujos que más me han gustado, aunque algunos no están al tamaño que me hubiese gustado para apreciar en toda su plenitud el trabajo de dibujantes como Dorman o Giménez. ¡Habrá que hacerse con el catálogo para poder hacerlo!

Víctor Santos

Vicente Cifuentes

Rafael Alburquerque

Pere Pérez

Bit

Chris Weston

Dave Dorman

Juan Giménez

Javier Olivares

Cris Ortega

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