sábado, octubre 11, 2008

Vimanarama: Vertigo meets Bollywood

Ali es un chaval de 19 años que, como muchos a su edad, vive en un momento de crisis personal y familiar. Sus problemas se agravan desde el momento en que la presión de su familia se cierne sobre él. Su padre espera que afronte el matrimonio concertado con una joven, Sofía, a la que nunca ha visto, y a su hermano Omar le gustaría que Ali le echara una mano de vez en cuando en la tienda familiar ubicada en Bradford. Un accidente fortuito de Omar en el colmado abrirá un acceso a una cueva milenaria por la que el pequeño sobrino de Ali se perderá, obligando a este a partir en su busca auxiliado por una guapa muchacha. Bajo la ciudad de Bradford, y de forma totalmente accidental el bebé liberará a las fuerzas de la oscuridad encerradas en las profundidades de la tierra. El caos y la destrucción se apoderan de la superficie mientras en el subsuelo los desesperados Ali y Sofía invocan a las fuerzas de la luz, los Ultra Hadeen liderados por el todopoderoso Ben Rama.


La aparición de esa Liga de la Justicia formada por deidades pakistaníes es la única esperanza de la humanidad, pues los Demonios Oscuros a bordo de sus Vimanas negras parten en busca de la Atlántida... ¡situada bajo la ciudad de Nueva York! Mientras, Ali debe asumir que Sofía es la reencarnación del amor perdido de Ben Rama y que de su propia infelicidad al asumir esa relación depende en grado último la salvación de la realidad. Cómo conseguirán Omar, Ali y el padre de ambos superar el peor día de su vida, evitar a la muerte y encerrar de nuevo a los Oscuros es algo que merece muy mucho la pena leerse.


Si esto os parece un despiporre, os habéis adelantado a los acontecimientos, ya que tan sólo estamos hablando de algunos de los elementos que aparecen en esta serie limitada de tres números que combina las coreografías y los toques de comedia costumbrista de un musical de Bollywood con el culebrón más tradicional y las mitologías hindú e islámica en un delirio pop servido con la dosis de erudición, entretenimiento y sentido del humor con la que Morrison despacha de cuando en cuando alguno de sus proyectos menores y, aparentemente, intrascendentes. El tebeo tiene un sano sentido del humor que refleja el pragmatismo y la gran carga de tradiciones familiares y religiosas de toda una comunidad con mucho peso en la sociedad británica, la de los ciudadanos británicos indios y pakistanís que regresaron a la antigua metrópoli en busca de un futuro mejor.


Como suele ser habitual en Morrison, el tebeo funciona a la perfección en dos niveles, ya que permite una lectura fluida como un tebeo de invasión mágica con sus super-héroes, sus relaciones amorosas y su épica desaforada y por otro, hay todo un subtexto de referencias culturales y religiosas a las creencias hindúes que uno puede tratar o no de entresacar para exprimir al máximo el jugo del tebeo. En este sentido, y es algo de agradecer, Vimanarama resulta uno de los tebeos más "ligeros" de Morrison, emparentándolo con Sea Guy o We3 y más lejanamente con su etapa en la JLA, reflejando la habitual diarrea de ideas y conceptos salvajemente alocados del escocés pero sin los elementos bizarros de The Filth, la profundidad temática de Matri... perdón, Los invisibles, o el salvaje surrealismo de la Patrulla Condenada, aquí presente en el tramo ultraterreno y justificado por la simbología religiosa. Personalmente agradezco esta variedad en el trabajo de Morrison pues me permite disfrutar en cada ocasión de un tebeo único en el que voy a encontrarme decenas de ideas que otros estirarían durante meses en apenas una viñetas, con unacaracterización de personajes que no por arquetípica deja de ser reconocible y generadora de empatía con el lector y con una dosificación del tempo narrativo admirable, llevando la historia siempre hacia adelante en un crescendo repleto de acción, divinidades en plena crisis amorosa y destrucción de la raza humana.


El encargado de ilustrar este auténtico delirio es Phillip Bond, que comienza dibujando personajes y entornos típicos de cualquier ciudad británica, sigue por una arquitectura primigenia repleta de estructuras inmensas y finaliza dibujando con toda la grandeza que la influencia de Jack Kirby permite a toda una pléyade de demonios y dioses que en su reflejo de alguno de los diez avatares de Vishnu reflejan igualmente la grandeza preternatural de los Eternos o de las deidades de Asgard, por mencionar otros dos panteones dibujados por El Rey. Bond, que no James, sino Phillip, es un hombre de guionistas, y la mayor parte de sus trabajos se encuadra en la colaboración con guionistas británicos: Jamie Delano (Hellblazer: Bad Blood), Peter Milligan (Shade, X-Statix, Vertigo Pop London) y una prolífica serie de colaboraciones con Mr. Morrison que incluyen Los invisibles, Mata a tu novio o este Vimanarama que hoy nos ocupa. Por cierto, que en la web del artista se incluye una sección de arte original en venta a precios más que interesantes.
No leí este tebeo, publicado hace unos meses, hasta hace relativamente poco, pues lo encontré en una caja de tomos de Planeta saldados a mitad de precio y no dejé pasar la ocasión de completar, un poco más, la sección de mi tebeoteca dedicada al guionista de Glasgow. Lectura como digo, recomendable para un tebeo que se queda en la zona media de la producción de Morrison, lo que, como también suele ser habitual, ya es sobresalir bastante sobregran parte de lo que se publica hoy día.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo, es un tebeo entretenidísimo, que aunque sea una obra menor de Morrison está por encima de la media.

Plissken dijo...

Y eso que cuando apareció publicado lo dejé pasar por miedo a que fuera demasiado "espeso". ¡Benditos saldos!

Jaime Sirvent dijo...

Pues habrá que hacerse con él, sin duda:)

Plissken dijo...

Ojo a los saldos de Planeta, que vamos a ver muchos. Colecciones a completar con ese material generalmente a mitad de precio van a ser Animal Man, Shade o la Doom Patrol.

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