lunes, abril 27, 2009

Lunes de abril, obsesiones mil

Y es que enganchadito me hallo a ese videojuego que sin ser el mejor, ni una maravilla técnica ni contar con un guión inolvidable ya me ha hecho jugarlo tres veces y las que quedan. Lo mío con el Mal Residente ya viene de lejos, y he sido un fanático de todas las aventuras oficiales que se han estrenado en la consola de la gran S. La llegada de la última entrega de la saga no ha hecho más que reverdecer en mí viejos laureles de jugador compulsivo que gusta de desbloquear trajes, mejorar armas y artículos y explorar los recovecos del mapeado en busca de sorpresas. Desde aquella maravilla que fue el Bioshock que no había caído de tal forma en las redes de un juego, y las continuas partidas, momentos de tensión y quebraderos de cabeza para optimizar la experiencia de juego han llegado hasta acompañarme en intranquilos y repetitivos sueños a medio camino entre las pesadillas de un David Lynch gore y de un Paul W. S. Anderson pasado de rosca. Pero como no hay nada mejor que combatir el fuego con el fuego, he iniciado la lectura de Apocalipsis Z para desplazar el RE de mis sueños y devolverle a los zombis el legítimo puesto como pesadilla máxima de Plissken que nunca debieron haber abandonado. Hasta que las páginas del libro terminen de devorar mi ya de por sí frágil psique y les deje una cumplida reseña sobre el mismo para acrecentar las entradas que sobre Lo zombi dejé hace unos meses, esta semana les deleitaré con el prometido original de Leonardi que se quedó en el limbo de las resacas perdidas y con la critiquilla de otra de esas pelis cuyo trailer me robó el corazón en su momento y que, una vez vista y disfrutada, me gustaría compartir con todos ustedes. Poco más resta por avanzar en una semana que se hará, otra vez, relativamente corta gracias al festivo que todos los trabajadores honramos descansando y, visto lo visto, dando gracias a los hados por poder fichar un día más en otro sitio que no sea la oficina del paro.

La canción de hoy volvió a mi cabeza durante la pasada semana santa, pues volvía a disfrutar en pase de madrugada de una auténtica obra maestra dirigida por el italiano Nani Moretti, La habitación del hijo, película que encarecidamente les recomiendo. La recuperación de la memoria de un ser querido a través de la música que escuchó, sintió y amó es un pálido remedo de todo lo perdido, pero la melancolía de la música y la poesía de la letra son mejor que el olvido, por mucho que despierten sensaciones dolorosas. Brian Eno nos acompaña en un descenso inexorable Por este río... No dejen que la corriente les arrastre más de la cuenta y vuelvan cuando gusten por esta su casa virtual, y, como siempre, tengan ustedes mucho cuidado ahí fuera.




By this river
Brian Eno

Here we are 
Stuck by this river, 
You and I 
Underneath a sky that's ever falling down, down, down 
Ever falling down.

Through the day 
As if on an ocean 
Waiting here, 
Always failing to remember why we came, came, came: 
I wonder why we came. 

You talk to me 
as if from a distance 
And I reply 
With impressions chosen from another time, time, time, 
From another time.

sábado, abril 25, 2009

Él dijo, ella dijo...: Gran Torino


Walt Kowalski: Salid de mi cesped.
Smokie: ¿Estás loco? Vuelve a entrar en tu casa.
Walt Kowalski: ¿Sí? Voy a volarte la cara y luego entraré en mi casa... y dormiré como un bebé. Puedes contar con ello. Solíamos apilar a jodidos como tú en Corea... Os usábamos como sacos de arena.
 


Sue Lor: Hay una tonelada de comida.
Walt Kowalski: Sí, bien, sólo mantened vuestras manos alejadas de mi perro.
Sue Lor: Sin problema, sólo comemos gatos.

Walt Kowalski: No me preocupo por Thao.
Sue Lor: Pasas tiempo con él, le enseñas a arreglar cosas, le salvaste de ese jodido primo nuestro.
Walt Kowalski: Vigila tu lenguaje, señorita.
Sue Lor: Y eres mucho mejor hombre para él de lo que nuestro propio padre fue. Eres una buena persona.
Walt Kowalski: No soy una buena persona. Tráeme otra cerveza, chica dragón, esta está vacía.


Duke: ¿Qué estás mirando, abuelo?
Walt Kowalski: ¿Alguna vez te has cruzado con alguien a quien no deberías haber jodido? Pues ese soy yo.


Walt Kowalski: Relájate, cabeza de chorlito. No voy a dispararte. Aunque estaría atento, si fuera tú. Sabes, sabía que eras un saco de mierda la primera vez que te vi. Ahora pienso que eres peor con las mujeres que robando coches... Aton-Thao.
Thao Vang Lor: Es Thao.
Walt Kowalski: ¿Qué?
Thao Vang Lor: No es Aton-Thao, mi nombre es Thao.
Walt Kowalski: Sí, bien, la cagaste con esa chica que estaba aquí. No es que me me importe una mierdas un atontao como tú.
Thao Vang Lor: No sabes de lo que estás hablando.
Walt Kowalski: Te equivocas, rollito de primavera, sé exactamente de lo que estoy hablando. Puedo no ser la persona más amable de por aquí, pero estuve casado con la mejor mujer que ha habido sobre la faz de la tierra. Hice que funcionara, fue la mejor cosa que me sucedió en toda mi vida. Manos abajo. Pero tú, sabes, estás dejando que Click-Clack, Ding-Dong y Charlie Chan, se vayan de rositas con la señorita Vaya-Preciosidad. A ella le gustas, ¿sabes? ¡Aunque no sé porqué!


Barbero Martin: Ya. Por fín pareces como un ser humano de nuevo. No deberías esperar tanto entre cortes de pelo, rácano hijo de puta.
Walt Kowalski: Sí. Estoy sorprendido de que aún andes por aquí. Siempre esperé que te murieras y que pusiesen a alguien aquí que supiera qué demonios estaba haciendo. En vez de eso, estás tú, como el apestoso vago que eres.
Barbero Martin: Serán diez dólares, Walt.
Walt Kowalski: ¿Diez dólares? Jesucristo, Marty. ¿Qué eres, medio judío o algo? Sigues subiendo los malditos precios todo el tiempo.
Barbero Martin: Han sido diez dólares durante los últimos cinco años, narizotas polaco hijo de perra.
Walt Kowalski: Ya, bueno, quédate el cambio.
Barbero Martin: Te veo en tres semanas, capullo.
Walt Kowalski: No si te veo primero, saco de mierda.


Padre Janovich: ¿Porqué no llamaste a la policía?
Walt Kowalski: Bueno, ya sabes, recé para que acudieran, pero nadie respondió.

Padre Janovich: ¿Qué vas a hacer, Walt?
Walt Kowalski: Lo que sea que haga, no tendrán ni una oportunidad.

Padre Janovich: ¿Qué puedo hacer por ti, Walt?
Walt Kowalski: He venido a confesarme.
Padre Janovich: ¿Jesucristo, qué hiciste?


Walt Kowalski: ¿Qué demonios le pasa a todo el mundo con mi Gran Torino?
Walt Kowalski: Lo más duro que un hombre debe soportar de la guerra no es aquello que hizo siguiendo órdenes. Son las cosas que hizo sin que se lo ordenaran lo que le perseguirá para siempre.

jueves, abril 23, 2009

En el día del libro regala...

Pues lo que te de la gana, lo que tu economía te permita, y por encima de todo lo que el destinatario del regalo vaya a apreciar. Un año más la blogosfera se llena de recomendaciones, y de nuevo yo me sumo a la campaña, aunque este año sólo parcialmente. Un libro, un tebeo. Empecemos.



Crónicas Marcianas (1945)
Ray Bradbury




Se puede decir que este libro, que recopila una veintena de cuentos que narran una historia común -la colonización de Marte por los habitantes de la Tierra-, me robó el corazón desde su primera lectura. Con una variedad de temas y personajes sorprendente para la extensión del volumen y la extensión variable de cada uno de los relatos, la poesía, el horror, la desesperación y la melancolía se apoderan del lector casi desde el primer momento. Seguir la epopeya ficticia de ese descubrimiento, colonización y población del planeta rojo desde el primer momento y a través de cuentos que saltan en el tiempo, que unas pocas veces repiten protagonista dando sensación de cohesión a la historia general es una experiencia inolvidable como lector que de cuando en cuando he querido recuperar. La narración de las tres primeras expediciones resultan relatos modélicos en cuanto a contención, intensidad y sorpresa, asistiendo el lector a unos giros dramáticos inolvidables en cada uno de los casos: desde el peculiar triángulo amoroso que se insinúa en Ylla, al terror surgido de la propia mente que vivirán Los hombres de la Tierra, hasta llegar a ese bello y trágico alegato por la preservación del medio y la cultura pasadas que es La tercera expedición. Son muchos otros los relatos que mezclan a partes iguales el humor, la ensoñación, la poesía y la miseria de una humanidad que es capaz de lo mejor y, en la mayoría de los casos, lo peor. Cuentos como Encuentro nocturno, Usher II o El picnic de un millón de años son tan hermosos como inolvidables. Durante años mis pinitos como escritor estuvieron muy influidos por Ray Bradbury, hasta que Kurt Vonnegut o Chuck Palahniuck bastardearon mis influencias. 


Los muertos vivientes (2003)
Robert Kirkman/Tony Moore/Charlie Adlard



Esta serie es el auténtico sleeper del año... durante los últimos cinco años, por lo menos. Cuando apareció en el mercado unos pocos nos acercamos a ella esperando leer el "típico" tebeo de zombis -lo entrecomillo porque como seguidor del género no considero que seguir una serie de tópicos o lugares comunes más o menos genéricos no es algo necesariamente malo-, y la lista de nuevos lectores que se han ido subiendo al carro desde que apareció no ha cesado de crecer. La histora tiene un comienzo bastante tópico, Rick, sheriff de pueblo, despierta de un coma para descubrir que la civilización tal y como la conocemos se ha ido al garete. Las ciudades están pobladas por personas con ansia de carne humana y un avanzado estado de putridez. La lucha de Rick por reunirse con su familia y sobrevivir en un mundo como ese, en el que cada día puede ser el último de aquellos a los que aprecias o amas y en el que la muerte más horrible puede esconderse tras cualquier puerta es una lectura gratificante y extenuante a partes iguales. Gratificante en el sentido en que da gusto leer un tebeo en el que se te permite conocer a los personajes a través de diálogos que aportan numerosa información, y con una narrativa diáfana y que maneja los tempos de la acción como pocas hoy día: los diálogos fluyen naturalmente y la acción se nos muestra aterradoramente diáfana y con el ritmo que guionista y dibujantes buscan en cada momento. Lo extenuante de la colección es que cada tomo de la serie (en España la estamos disfrutando en recopilatorios de cadencia semestral aproximadamente) es una lectura compulsiva en la que el lector -yo- siente una urgencia casi extrema para llegar al final de cada historia y comprobar que todos sus amigos y conocidos en la viñeta han llegado con éxito al final del viaje. Por desgracia, eso no siempre sucede, ya que parafraseando el lema promocional, en esta historia continuada hay mucho de horror y poco de supervivencia. Y lo peor es que como suele suceder en el género, la mayoría de las barbaridades parten del ser humano y tienen  a los muertos vivientes como hambrientos convidados de piedra.

Se presenta la candidatura de Carlos Giménez para los premios Príncipe de Asturias

Aprovecho la fecha de hoy, día del libro, para difundir una nota que pasó hace unos días Rafa Marín a través de su blog y del grupo de Facebook al que muchos nos hemos suscrito con ilusión y ganas de ver cumplido un sueño maravilloso:

"El próximo viernes 24 de Abril, tendrá lugar la presentación oficial de la candidatura de Carlos Giménez al premio Príncipe de Asturias de las Artes, propuesta por Carlos Pacheco y Rafa Marín y presentada oficialmente por la Semana Negra de Gijón.

Esta candidatura viene avalada por la Universidad de Cádiz, la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada, la Semana Negra de Gijón, los salones internacionales del cómic de Barcelona, Madrid, Granada y Avilés, así como destacadas figuras del arte y la cultura de diversos países.

La proyección de Carlos Giménez en el mundo de la historieta es universal. Su aportación al desarrollo y la evolución artístico-social del medio está fuera de toda duda. Se trata de uno de los mejores autores de la historia mundial del cómic de todos los tiempos y su trabajo a lo largo de toda su carrera en obras tan significativas como Paracuellos 36-39, Barrio o Los Profesionales, ha marcado a toda una generación con su magnífica narrativa, por lo que no es de sorprender que toda la industria del tebeo se haya volcado en dar su apoyo de este genial artista.

El acto tendrá lugar el día 24, a las 11:30h en el Pabellón de Las Naves del Español, en el Matadero de Madrid, que ha sido cedido por el Ayuntamiento como muestra de interés por la candidatura de este autor nacido en el barrio de Embajadores."



Yo no sé si esta iniciativa fructificará finalmente, o si el galardón irá a parar a manos de otro literato de mayor enjundia y relumbrón mediático, pero desde luego, que se considere a Carlos Jiménez como candidato al Príncipe de Asturias ya es todo un logro. Ni que decir tiene que desde aquí seguiremos difundiendo las iniciativas que puedan surgir desde la Plataforma -como ya hemos hecho anteriormente- y apoyando en la medida de nuestros posibles dicha candidatura. ¡Mucha suerte, Carlos!

martes, abril 21, 2009

Sketch-busters CX: Rick Leonardi (II)

Hace justo un par de meses publicaba este dibujo de Rick Leonardi, a un lustro vista de su realización en las Jornadas de Avilés del 2004, glorioso año en que nos reincorporamos a las mismas tras una obligada pausa. Como comentaba en referencia al dibujo de Capa y Puñal perteneciente a miss Sparks, lo cierto es que siendo dibujos bastante correctos realmente palidecen en comparación con aquellos realizados fuera de la sesión de firmas. A pesar de todo, yo me fui bastante contento con este Batman que solicité tras devanarme los sesos sobre qué pedirle a mr. Leonardi. Quizá fue el hecho de que le llevara para firma el histórico especial Batman #400 el que hizo que me decantara por el Señor de la Noche en última instancia. No sé que debió pensar de mí Rick, porque tanto el Extra Super-Héroes como el Batman estaban hechos polvo de mil y una lecturas y unos cuantos traslados. Otra cosa no, pero aquellos tebeos sí que estaban leídos y disfrutados una y otra vez a lo largo de los años.


lunes, abril 20, 2009

Otro lunes sin currar... ¡Yupikaillí!

Acostumbrado a la rutina, a la normalidad, uno ya no sabe qué hacer con tanta molicie, pereza y tiempo libre. Afortunadamente en breve se acabará lo bueno y volverá "lo otro" -porque yo no puedo decir que trabajar sea algo "malo" intrínsecamente, y menos en tiempos como los que corren-, con lo que espero que la laboriosidad habitual en mí se contagie a este espacio virtual y consiga levantar un poco el ritmo de posteo, que ha quedado en un acomodaticio y relativamente estable ritmo de una entrada cada dos días. La semana pasada, de hecho, únicamente se me quedó en el tintero una entrada sobre la película Gran Torino, y no precisamente una crítiquilla de las mías, ya que no me siento capaz de igualar siquiera la excelente reseña -más bien estudio- que sobre la misma realizó el amigo Jaime en su Travellings en los surcos. A lo largo de los próximos días lo que sí espero es poder dejar que Walt Kowalski, ese viudo polaco racista, con problemas de fe y con un corazón tan grande como el estado de Texas, se exprese con voz propia en una nueva entrega de la sección Él dijo, ella dijo. Además tendremos el habitual dibujo de convención junto con una página de originales, ambas entradas relacionadas por el mismo artista. Lo demás, el destino y el azar lo decidirán a partes iguales.

Les dejo con una canción del grupo The Killers que me acosa en todas partes: está en el Rock Band, en el Singstar, la escucho en los baretos o en las fiestas de los colegas. Triste y enérgica a partes iguales la canción no deja de ahondar en ese sentimiento de nostalgia por el tiempo pasado del que ya hablamos largo y tendido hace unas semanas recuperando los tebeos de nuestra infancia, los que leíamos cuando eramos jóvenes, más jóvenes que ahora...

When You Were Young
The Killers

You sit there in your heartache 
Waiting on some beautiful boy to 
save you from your old ways 
You play forgiveness 
Watch it now ... here he comes! 

He doesn't look a thing like Jesus 
But he talks like a gentleman 
Like you imagined when you were young 

Can we climb this mountain 
I don't know 
Higher now than ever before 
I know we can make it if we take it slow 
Let's take it easy 
Easy now, watch it go 

We're burning down the highway skyline 
On the back of a hurricane that started turning 
When you were young 
When you were young 

And sometimes you close your eyes 
and see the place where you used to live 
When you were young 

They say the devil's water, it ain't so sweet 
You don't have to drink right now 
But you can dip your feet 
Every once in a little while 

You sit there in your heartache 
Waiting on some beautiful boy to 
To save you from your old ways 
You play forgiveness 
Watch it now here he comes 

He doesn't look a thing like Jesus 
But he talks like a gentleman 
Like you imagined when you were young 
(He talks like a gentlemen, like you imagined when) 
When you were young 

I said he doesn't look a thing like Jesus 
He doesn't look a thing like Jesus 
But more than you'll ever know

viernes, abril 17, 2009

Commissionando CVII: Francis Manapul (II)

Segunda y última galería dedicada a Francis Manapul, dibujante que espero que pronto sea más conocido entre el público español y que podamos disfrutar de sus versiones de la Legión y del rico universo del Hombre de Acero. Precisamente ha sido ese apretón de trabajo y el ocuparse de dos de las colecciones punteras de DC el que ha provocado que Manapul dejase de hacer momentaneamente commissions. Entre ambas etapas realizó una breve tanda de dibujos por encargo, alguno de los cuales podéis disfrutar a continuación, como es el caso del dibujo de Pícara y Gambito, pero parece que actualmente la cosa está totalmente parada. Podéis consultar toda la información en esta entrada de diciembre del 2008 del blog de Francis, en la que además deja constancia de los precios que suele cargar por los dibujos, partiendo desde los 350 dólares por un dibujo de un sólo personaje a lápiz y tinta y con fondo mínimo a tamaño 11x17.

De entre todas las commissions seleccionadas me gustaría destacar la de Superboy y la Legion de Super-héroes, un dibujo realizado para ayudar a la dibujante Karen Ellis, como el propio dibujante explica pormenorizadamente en su blog, que perdió su casa y sus posesiones en un incendio. Pero junto a ese espectacular dibujo que es el broche de oro al post los hay igualmente espectaculares: una muestra del personaje que le hizo popular, Witchblade, una lánguida Vampirella, un Superman retro donado para los Shuster Awards, una majestuosa Estrella del Alba (y que es avance además de un próximo post sobre una commission, en este caso personal, de las mías, vamos), una hermosísima ilustración de Muerte, otro ejemplo de lo bien que dibuja a Emma Frost el caballero (aunque ese cuello de cisne le ha quedado regulero) y una ilustración con las chicas Marvel más guerreras y sensuales. Espero que ustedes lo disfruten.

















miércoles, abril 15, 2009

Donde todo ha sucedido. Al salir del cine: Y entre cinéfilos nos entendemos...

Les comentaba el lunes que quería dejar escritas unas lineas sobre un libro que acabo de leer, aunque dicha lectura resultaba doblemente extraña en mí. El libro en cuestión es la recopilación de artículos centrados -directa o tangencialmente- en el mundo del cine escritos por Javier Marías a lo largo de los últimos diez años en revistas como El semanal, El País Semanal, Nickel Odeon o en el diario El País. Ni soy asiduo lector de columnas de opinión de prensa escrita -y mucho menos de la recopilación de las mismas en forma de libro- ni había leído nada del Javier Marías escritor por no sé qué atávicos y seguramente infundados prejuicios como lector. Ha sido el cine, ese mundo de magia y ficción que los dos amamos desde bases bastante similares -formación de cine clásico norteamericano, gusto por la revisión doméstica de las películas de cabecera y un amor desmedido por Grupo Salvaje, la que al final va a acabar convirtiéndose en MÍ película, y si no, tiempo al tiempo- el que ha hecho posible que me acercara a su obra y, confesémoslo sin pudor, que asintiera con vehemencia ante muchas de sus afirmaciones, sonriera ante alguno de sus dardos irónicos contra buena parte del mundillo patrio y me emocionara su reivindicación de películas, actores o directores a los que igualmente adoro y profeso veneración en forma de continuos visionados de su obra.


Al estar compuesto el volumen por artículos de opinión en su mayoría lo que predomina es la voz del Javier Marías cinéfilo que deja en todo momento y por escrito sus opiniones sobre tal o cual película, sus asociaciones que sobre la vida real observa de decenas de películas o tipos de personaje y sus reflexiones -siempre desde el punto de vista de su propia experiencia- sobre el mundo del cine en sí. Incluso en el único artículo propiamente dicho incluido en el libro, con mayor extensión y mejor cuidado, Marías realiza una glosa emotiva y llena de matices sobre la que considera SU película y que además presta la imagen de su protagonista a la portada de este libro, El fantasma y la Señora Muir.


Hay articulos que relacionan cine y fútbol, la influencia del cine que la obra literaria propia ha sufrido -o de la que se ha beneficiado-, el repaso a un buen puñado de films entre los que encuentro no pocos clásicos personales como Qué bello es vivir, El increíble hombre menguante o las citadas El fantasma y la señora Muir y Grupo Salvaje, otros se centran en la labor concreta de directores (Ford, Welles, Jess Franco) o actores (Vincent Price, George Sanders, Dean Martin, la bellísima Ann-Margret, la reivindicación del eterno secundario o actor de reparto) y una parte final en la que el escritor se mete en harina de otro costal participando en polémicas relacionadas con alguna de sus columnas y la respuesta de algún airado y quisquillos lector o una agria discusión en los papeles -y en los juzgados- relacionada con la adaptación al cine de su novela Todas las almas, El último viaje de Robert Rylands (Gracia Querejeta, 1996), tostón, perdón, película que padecí sin tener la menor idea acerca de quién era el autor de la idea original ni de que libertades se habían tomado con la letra y con el espíritu de la misma. Inmejorable reflejo de cómo el mundo del cine trata a sus modelos literarios y de que en todas las cinematografías cuecen habas, incluída en la española, donde lo hace a calderadas.


He disfrutado enormemente con la lectura de practicamente todos los artículos contenidos en el libro, y más que con las coincidencias, me quedo con los conocimientos y sensaciones nuevos que me ha aportado. En primer lugar, ya conocía el ilustre parentesco de Javier con Julián y Miguel Marías, padre y hermano respectivamente, cinéfilos confesos ambos, el primero filósofo y columnista en diarios de tirada nacional y el segundo crítico cinematográfico de rostro reconocible por su colaboración con José Luis Garci en el programa ¡Qué grande es el cine! Lo que desconocía es la relación de parentesco de Marías con dos directores que me eran de sobra conocidos. De Jess Franco, su tío, alaba el tesón, el entusiasmo y la versatilidad a la hora de afrontar su oficio de cineasta, algo que este mismo reconocía la Academia de Cine Español con un Goya honorífico a toda su trayectoria. A su primo,tristemente desaparecido hace ya unos años, Ricardo Franco, un francotirador con obras tan notables como Después de tantos años o La buena estrella, le dedica unas sentidísimas lineas a los dos días de su muerte que nos hacen echarle todavía un poco más de menos. Igualmente, su reivindicación bella y sentida de una película de Jean Renoir que desconocía por completo y que está ambientada en la India, El río, me ha provocado unas ganas enormes de verla y de comprobar si despierta en mí similares, u otras, emociones. Porque de eso, al fin y a la postre trata el libro, de lo que sentimos todos aquellos que amamos el cine cuando se apaga la luz, se hace el silencio y la ficción mágica de las vidas ajenas soñadas por otros comienza a mostrarse ante nuestros ojos.

martes, abril 14, 2009

Commissionando CVI: Francis Manapul (I)

De origen filipino pero afincado en Canadá, el dibujante Francis Manapul lleva ya unos cuantos añitos demostrando su buen hacer en el mundo del comic. Sus lápices han podido verse en series como Darkness, Witchblade, G. I. Joe y más recientemente ilustrando los guiones de Jim Shooter para la etapa final de la Legion de Super-Heroes. Sus próximos proyectos le han situado en primera línea del panorama editorial de DC, pues además de encargarse de la serie Adventure Comics también dibujará Superman/Batman. Podemos hablar de la consagración de un joven talento que, además, ha realizado numerosas portadas empleando su estilizado y elegante estilo.

En la primera galería que acompaña a estas lineas he incluido unas muestras por así decir oficiales del trabajo de Manapul y pertenecen a una hornada concreta de commissions realizadas entre mayo y junio del 2005. Son todas ellas ilustraciones en blanco y negro con uno o dos personajes a lo sumo y fondos, no excesívamente detallados pero sí contextualizando mínimamente la figura. Predominio de personajes femeninos y de la editorial DC, aunque se nota que le tiene tomada la medida a Fénix y a Emma Frost porque son personajes recurrentes en esa tanda de dibujos. Pueden encontrar la galería completa en este enlace. La marca de agua se muestra tal y como aparece en dicha galería. Para una futura selección, indagaré más profundamente en sus commissions publicadas en Comic Art Fans o similares, y lo cierto es que el caballero ha estado bastante solicitado en este campo, así que hay material de sobra para una entrada más como mínimo.

















lunes, abril 13, 2009

Demorándolo todo en un lunes diferente

Como manera de romper la rutina, resulta espectacular comenzar la semana levantándose tarde y desayunarse directamente con la comida. Eso, que cualquier día de fiesta ya resulta bastante gratificante, en un lunes se convierte en uno de esos pequeños fugaces y furtivos placeres que la clase media trabajadora tenemos que disfrutar y apreciar en su justa medida. Lo cierto es que la alegría va por barrios -en este caso comunidades- y hoy la mayoría de ustedes se habrán reincorporado a sus puestos de trabajo. Ya se hayan ido ustedes lejos de su lugar de resistencia -uy, perdón, residencia, el subconsciente me ha traicionado- habitual, hayan disfrutado de los nazarenos y de las procesiones, o hayan cerrado todos los bares habidos y por haber en un futil intento de negar calvicie, madurez presunta y responsabilidades varias, espero que esta semana encuentren tiempo y ganas para visitar a este cansado bloguero que piensa seguir al pie del cañón, principalmente porque le queda poca munición, exactamente dos proyectiles y sus dos... saquitos de arenque.

Aunque la semana pasada me tomé las cosas con la tranquilidad justa y necesaria con la que algo cercano a un vampiro que huye de la luz diurna y vive de noche podría postear, a lo largo de los próximos días habrán contenidos habituales -como sketch, como el prometido y pospuesto original- así como una reseña literaria acerca de un libro que me está gustando bastante pese a ser su lectura algo extraño en mí por dos razones: ni me gustaba el autor ni soy asiduo al género.

Servidor hace mutis por el foro y les deja con esta canción que siguiendo el cauce natural de las cosas debería haber ilustrado el post del lunes pasado, pero que por obra y gracia del simbolismo de Wes Anderson y la potencia de los Kinks quedó en el limbo de las ideas pospuestas temporalmente. Tanto This time tomorrow como Wake up me han acompañado musicalmente estos días y no me las he podido quitar de la cabeza. Hagamos la broma y digamos que, a esta hora, mañana, estaremos despiertos y esperándoles a todos ustedes en esta su casa virtual. Disfruten de todo aquello que gusten o aprecien de la vida y recuerden tener mucho cuidado ahí fuera.


Wake up
Arcade Fire


Somethin’ filled up
my heart with nothin’,
someone told me not to cry.

But now that I’m older,
my heart’s colder,
and I can see that it’s a lie.

Children wake up,
hold your mistake up,
before they turn the summer into dust.

If the children don’t grow up,
our bodies get bigger but our hearts get torn up.
We’re just a million little god’s causin rain storms turnin’ every good thing to rust.

I guess we’ll just have to adjust.

With my lighnin’ bolts a glowin’
I can see where I am goin’ to be
when the reaper he reaches and touches my hand.

With my lighnin’ bolts a glowin’
I can see where I am goin’
With my lighnin’ bolts a glowin’
I can see where I am go-goin’

You better look out below!

sábado, abril 11, 2009

La señal: ¿Tienes la locura?

Mya (Anessa Ramsey) y Ben (Justin Welborn) acaban de tener una apasionada relación en casa de este último. La conexión e intimidad entre la pareja es total pero Mya debe regresar a casa antes de que su marido sospeche. Pese a que su relación parece reciente, Ben muestra una entrega y una devoción total hacia una Mya indecisa y temerosa de lo que su marido pueda pensar. A pesar de todas sus reticencias, la paraja ha decidido abandonar la ciudad esa misma noche y han concertado una cita en la estación de tren de Terminus. Mientras ella se viste Ben comprueba cómo todos los canales emiten una desagradable señal por la televisión que consiste en imágenes difusas y en unos tonos continuos y estridentes.


De camino a casa Mya lleva puestos unos auriculares y escucha una cinta que Ben le ha preparado. La gente se comporta de forma errática y alterada, y comienzan a producirse asaltos de forma incontrolada e inesperada. Algo comienza a flotar en el ambiente, una sensación de terror y anormalidad que Mya, aislada en su mundo musical, comienza a percibir justo antes de entrar a casa. Allí, su marido Lewis (A. J. Bowen) está viendo un partido de fútbol con unos colegas. La violencia se desata también allí cuando la señal aparece en el televisor, y el mundo de Mya y Ben se convertirá en una verdadera pesadilla cuando cada uno por su cuenta intente llegar hasta la estación de tren. La locura transmitida como un virus mental por la televisión, la radio y los teléfonos contagiará a casi todo el mundo y la muerte acechará en cada esquina, en cada casa en la que busquen refugio, en cada desconocido que solicite ayuda, en cada ser querido que haya adquirido la locura...
La señal fue concebida desde el primer momento como una suerte de cinematográfico cadáver exquisito en el que los cineastas David Bruckner, Dan Bush y Jacob Gentry escribían y dirigían una película que narrando una misma historia se dividiría en tres segmentos o "transmisiones" claramente diferenciados en tono, estructura y protagonismo. Cuando el proyecto se dio a conocer hace ya un par de años las informaciones eran un tanto confusas e inducían a pensar en una suerte de Rashomon apocalíptico en el que una misma situación nos sería narrada desde el punto de vista de cada uno de los tres principales protagonistas: Mya, Lewis y Ben. Esa técnica narrativa, empleada muchas veces y que recientemente ha ofrecido resultados aceptables -Snake Eyes, Brian de Palma- o deleznables -En el punto de mira, Pete Travis- no es la finalmente empleada en La señal, sino que partiendo de ese encuentro establecido por los dos amantes se crean tres historias que transcurren al mismo tiempo pero que se nos van contando de manera secuencial -con algún flash-back para rellenar los huecos argumentales-, lo cual permite tener tres piezas de cine diferenciadas entre sí e igual de estimulantes y apasionantes y al mismo tiempo contar una historia que lejos de estancarse o reiterarse una y otra vez progresa inexorablemente hacia su conclusión.

La transmisión 1.0, Locos de amor, está dirigida por David Bruckner, y es la parte más tensa del film, la que debe establecer desde el comienzo la inestabilidad, locura y desesperación del nuevo mundo creado por la emisión de esa seña de origen e intenciones desconocidas que ha transtornado a todo el mundo transmitiéndoles una locura salvaja e irracional que en algunos casos no resulta fácil separar de la verdadera persnalidad de cada uno. La segunda transmisión, El monstruo celoso, dirigida por Jacob Gentry, es una set piece bizarra y sangrienta pero contada siempre con un negrísimo y cafre sentido del humor que nos introduce en un escenario único -casa unifamiliar- en el que se va a celebrar una particular fiesta. Capaz de arrancar una sonrisa al espectador y congelársela en el plano siguiente ofrece algunos de los momentos más duros de la película. Finalmente, la transmisión 3.0, Huida de Terminus, está dirigida por Dan Bush y nos lleva por un viaje físico y mental en el que los protagonistas deberán mirar en el interior de sí mismos por mucho que les aterre lo que allí vayan a encontrar. Si el primer segmento es una historia de terror al uso de 28 días después, la parte central podría haber estado escrita perfectamente por Roger Avary o Quentin Tarantino y mezcla a partes iguales humor absurdo y violencia salvaje, mientras que la parte final combina a partes iguales la elegante puesta en escena de una historia de abstracta ciencia ficción con la intensidad de sentimientos de un drama romántico.
Hace ya un par de añitos que el avance de la película, sus subyugadoras imágenes y el maravilloso empleo de la canción de Lou Reed Perfect Day -por cierto, al emplear una versión no autorizada de la canción tuvieron que retrasar el estreno de la película unos meses-, me impulsaron a escribir este post. La película todavía no ha emcontrado distribución en España así que he tenido que recurrir a medios virtuales para poder verla y disfrutarla en su justa medida, que en el caso de La señal ha sido mucha. Resulta paradójico que una película rodada en 13 días con un presupuesto de 50.000 dólares le haya mojado la oreja en términos artísticos a decenas de producciones que contaban con mejores medios, pero afortunadamente el talento de los Bush, Gentry y Bruckner ha sabido brillar con la intensidad suficiente como para poder poner en marcha cada uno por separado sus propios proyectos, a los que, dado lo mucho que padecí/disfruté con La señal, pienso prestar toda mi atención.
Para acabar, les recomiendo que visiten la web de la película, en la que además del trailer e información sobre actores y directores encontrarán una galería fotográfica comentada por los propios protagonistas, reflexionando sobre sus personajes o sobre la historia. Déjense contagiar un poco por la locura...

viernes, abril 10, 2009

Galería de originales XLV: Rick Leonardi (II)

Voy a dar un poco de método a una sección tan caótica y desorganizada como la mayoría de contenidos que van apareciendo por aquí, y lo mejor para ello es publicar de forma consecutiva los tres originales que compramos a Rick Leonardi en Avilés hace ya un tiempo, en el año 2004. Cuando Rick Leonardi llegó a Avilés, trajo consigo una carpeta repleta de originales a unos precios que no se han vuelto a ver en bastante tiempo, y es que cada una de estas páginas costaban -que no valían- 35 euros. El poder elegir entre una cincuentena de originales a ese precio fue una verdadera suerte, si bien otros coleccionistas se adelantaron a la hora de escoger alguna que otra paginilla de mayor enjundia, como las pocas que había de la serie regular de Capa y Puñal u otra de Batgirl que tenía la cara trasera completa de bocetos a lápiz perfectamente acabados. Yo, como he hecho siempre a la hora de escoger, me dejé guiar por mis gustos y por la simpatía hacia personajes y colecciones, y es que se da la curiosa coincidencia que acababa de leer el primer tomo de Nightwing editado por Norma con dibujo de Rick, Algo pasa con Mary, y me había gustado bastanse su estilo a medio camino entre el propio y el de Scott McDaniel.

Por mantener el orden y la cohesión, aquí tenéis la segunda de las páginasque compré dibujadas por Leonardi para la editorial DC y perteneciente a la serie de Nightwing. Este original, igual que el de la entrada anterior, pertenecen a la saga Golpe Mortal, en la que Nightwing, además de hacer frente al corrupto departamento de policía de Bludhaven y de verselas con hampones y villanos debe pararle los pies al letal Deathstroke, que ha acudido a la ciudad a cumplir un contrato. Con una estructura paralela muy sencilla y sólo cuatro viñetas me gustó el contraste entre el acoso periodístico padecido por un convaleciente Dick Grayson y el comienzo de la pelea entre dos cazadores letales, Batgirl y el Exterminador.

miércoles, abril 08, 2009

Sketch-busters CIX: Rubén Fernández

Este año, y por causas de fuerza mayor -véase un viaje relámpago a Valencia para participar en un concurso de la televisión pública valenciana, y es que la crisis aprieta y ahoga y no perdona ni a los frikis- no pude acercarme a Unicomic con la misma frecuencia que otros años. Los ánimos tampoco estaban como para asistir a la fiesta que habitualmente se celebra en el pub Cherokee de Alicante, por lo que únicamente nos acercamos a las charlas del sábado, en las que tuvimos además la oportunidad de saludar a colegas como Jorge Iván, Dani Simón y Jaime Sirvent.

La primera de esas charlas, la dedicada a los autores valencianos de El Jueves, contó con la presencia de Pallarés (Baldomero), Manolo Bartual (Sexorama), Lalo Kubala (Palmiro Capón) y Rubén Fernández (Federik Freak), todos ellos exponentes de la nueva sangre que ha renovado los contenidos de la revista a lo largo de los últimos años. La charla fue muy amena y divertida, y en ella los autores contaron anécdotas sobre cómo fueron escogidos para formar parte de la plantilla de autores fijos, sobre cómo vivieron la famosa demanda por la portada del Príncipe y doña L. o sobre las fechas de entrega. La verdad es que tanto por el buen humor como por algunas de esas anécdotas me pareció estar ante una versión del siglo XXI de Los profesionales, y el caso es que me imagino que los bloqueos creativos, el apurar las fechas de entrega y las picardías editoriales es algo común a todas las generaciones que se han venido dedicando a esto de la historieta desde hace mucho tiempo.


Tras la charla, la consabida sesión de firmas. Dado que yo no soy lector activo de este Jueves -lo fuí del clásico en el que todavía publicaban Perich o Ivá y conservo como oro en paño una veintena de Pendones del Humor- no me pareció oportuno acosar a los autores, aunque sí quisimos conservar un recuerdo de Rubén Fernández, un friki de carrera, uno de los nuestros que emplea temas y argumentos que van desde gorilas vistos en tebeos de los años cincuenta hasta chascarrillos a cuenta de series como Galáctica o Perdidos. Además de mostrar el interés que la industria va mostrando hacia ese sector cada vez más importante de consumidores de cultura popular que leen comics, devoran seriales de televisión y controlan el mundillo de los videojuegos con la misma pericia que los juegos de rol, supone una mirada llena de humor e ironía hacia un colectivo tradicionalmente despreciado o sometido a burla por parte de mucha gente dedicada a cosas más serias como la lectura de haikus japoneses o el cine de Ingmar Bergman en versión original con subtítulos en coreano. Rubén fue muy amable y nos dibujó a este Coronel Tigh a cuenta del final de Galáctica, que los tres acababamos de ver esa misma semana y que comentamos animadamente mientras nos hacía el dibujo. Si entre frikis, nos entendemos... Por cierto, no dejéis de visitar su blog, en el que deja unos chistes (Mazorcas) bastante surrealistas y divertidos.


lunes, abril 06, 2009

A esta hora, lunes

Semana corta cortísima en lo labora y larga, casi eterna, por lo mucho que se avecina durante las jornadas de asueto y descanso que se avecinan. Al pie del cañón e inasequible al desaliento, aunque ciertamente con un ya perpetuo mohín de perplejidad y desconcierto en el rostro, servidor pretende continuar entreteniéndoles en la medida de lo posible con alguna neura centrada en el cine -aún me gustaría recuperar una película de la que les hablé tiempo atrás pero que no he podido ver hasta hace unas semanas, un dibujo con el que despediremos por el momento la serie Galáctica -y que de paso servirá para repasar una de las amenas charlas del pasado Unicomic- y una entrada de la galería de originales. Como siempre las meninges estarán maquinando formas de contagiarles mi entusiasmo por tal o cual tema, pero por el momento, creo que tendrán ustedes que conformarse con este somero avance de programación.

Para ilustrar de forma bastante apropiada para mí este comienzo de semana, un temazo de los Kinks, una canción hermosa y llena de energía que, sumada al inolvidable arranque de la película de Wes Anderson The Darjeeling limited, me ha estado rondando todo el santo día por la cabeza. Tanto que hasta ha desplazado de esta sección a cierta canción sobre cosas salvajes y despertares que quedará, creo que casi más apropiadamente, para la próxima semana. Que aprovechen al máximo los días venideros y la pasión se manifieste en sus vidas de la manera en que mejor consideren. Tengan ustedes mucho cuidado ahí fuera y regresen cuando quieran. Plissken mantendrá el fuerte virtual en pie hasta que regresen.



This time tomorrow
The kinks

This time tomorrow where will we be
On a spaceship somewhere sailing across an empty sea
This time tomorrow what will we know
Well we still be here watching an in-flight movie show

Ill leave the sun behind me and watch the clouds
as they sadly pass me by
Seven miles below me
I can see the world and it aint so big at all

This time tomorrow what will we see
Field full of houses, endless rows of crowded streets
I dont where Im going, I dont want to see
I feel the world below me looking up at me

Leave the sun behind me, and watch the clouds
as they sadly pass me by
And Im in perpetual motion
and the world below doesnt matter much to me

This time tomorrow where will we be
On a spaceship somewhere sailing across any empty sea

This time tomorrow, this time tomorrow

domingo, abril 05, 2009

Commissionando CV: Battlestar Galactica

Todavía recordando el inolvidable final de esta serie, y algunos de sus planos revoloteándome por la cabeza con algo de nostalgia, aprovecho la tranquilidad relativa de esta tarde dominical para compartir con ustedes una galería temática de commissions centradas en los personajes de Galactica, ya sea de la versión original con una pintura realmente espectacular de Phil Noto o mostrando a los personajes y situaciones de la nueva versión de la serie, para mí superior en prácticamente todo respecto de su modelo. Las ilustraciones de Kara Thrace, Boomer Valerii o los Adamas son obra de autores como Tommy Lee Edwards, Cat Staggs, Russell Walks o Jason Palmer, y son auténticas bellezas que sin duda harán las delicias de sus afortunados dueños cada vez que posan la mirada sobre ellas. Os recomiendo que visitéis esta galería de CAF en la que hay más dibujos propiedad de un coleccionista que es un fan fatal de la serie y que cuenta con series de commissions de un mismo autor reflejando a varios personajes -Lee Edwards, Harrington, Walks- que merecen muy mucho la pena. 











sábado, abril 04, 2009

Galáctica Estrella de Combate (2004): Al final del camino...

Han pasado algo más de cuatro años desde que, impulsado por esta elogiosa reseña de Rafael Marín, me decidí a hacerme con el episodio piloto de tres horas de Battlestar Galactica en su edición americana. Aún tuvo el piloto que pasar el filtro de mi buen amigo Pep antes de que me decidiera a verlo. Y desde una noche de verano de aquel verano de 2005 en que miss Sparks y un servidor, asados de calor, fuimos testigos del exterminio del 99'9 % de la raza humana y la desesperada batalla entablada por los escasos supervivientes para hallar un asomo de esperanza en una huída sin fin, ya no hubo remedio. Quedamos enganchados a esta nueva versión de la serie televisiva que en su momento fue todo un bombazo siguiendo la estela de La guerra de las galaxias y que, afortunadamente, establecía las suficientes distancias como para que nos encontraramos con un concepto fresco, adictivo, lleno de buenas ideas y que a la vez establecía una difusa continuidad en la que las andanzas de la primera serie podrían haber constituido esa primera guerra cylon que tanto se menciona, y las primitivas tostadoras podrían ser aquellos gladiadores metálicos con el característico ojo rojo centelleante. Además, la presencia del actor Richard Hacht -el Apollo original- como actor recurrente en la serie daba un marchamo de legitimidad hacia la serie de cara a la legión de fans de la serie que llevaban décadas pidiendo no ya una nueva versión, sino un relanzamiento de la franquicia con el reparto originario.


La premisa es similar, el tono no lo es. Los organismos cibernéticos cylon, tras enfrentarse con los habitantes de las Doce Colonias en una cruenta guerra llegaron a un acuerdo con la raza humana para declarar un inestable y frágil armisticio. Para mantener una suerte de relación diplomática, cada año se debían reunir en una estación espacial construída a tal efecto, pero durante 40 años los cylon faltaron a ese encuentro... Cuando regresan lo hacen con una dolorosa verdad, los cylon han evolucionado y han adquirido forma humana, biológicamente indistinguible de los seres humanos aunque sometidos a unos moldes comunes de clonación. El siguiente paso a esa revelación es declarar la guerra a las Doce Colonias, eliminando sus defensas y exterminando de un plumazo a prácticamente toda la raza humana. Tan sólo la estación de combate Galáctica, un arcaico residuo de las naves previas a la informatización de la flota que estaba destinada al desguace, escapa de la debacle militar y consigue sobrevivir a un ataque casi suicida contra la armada cylon que intentaba rematar el trabajo. La humanidad gana su derecho a existir en una huida interminable por el universo en busca de un sitio seguro al que llamar hogar...

La serie contó desde el primer momento con un reparto sólido en el que junto a actores jóvenes de potente carisma y tirón entre el público joven -Jamie Bamber como Apollo, Katee Sackhoff como Strabuck, Tricia Helfer como Número 6, Grace Park como Boomer- destacaron desde el primer momento los veteranos Edward James Olmos como el comandante Adama y Mary McDonnell como la presidenta Laura Roslin. Ellos han sido el alma de la serie, estuvieron desde el momento en el corazón argumental de la misma, evolucionaron de forma pareja y coherente a lo largo de la misma y ofrecieron en el tramo final de la misma un par de esos momentos hermosos, épicos y melancólicos que el cine reciente está bastante lejos de igualar. No me gustaría dejar de mencionar a dos personajes capitales en el transcurso de la serie, protagonistas igualmente de otros tantos buenos momentos en el transcurso de la serie: Gaius Baltar (James Callis), o el teleñeco por la facilidad con que es manipulado mentalmente por la espectacular y sinuosa Número 6, y el coronel Tigh (Michael Hogan), mano derecha de Adama desde los tiempos de la academia y un cabrón de primer orden que pasa de alcohólico a terrorista a estratega a asesino a infiltrado sin despeinarse ni un solo momento -más que nada porque está tan calvo como un servidor-.

Cuando se tiene un reparto coral tan amplio como el que ha ido manejando Galactica a lo largo de sus cuatro temporadas, hay muchos temas con los que jugar y muchas posibilidades de desarrollar caracteres, tramas secundarias y relaciones personales. La historia, planteada como un todo a largo plazo, se desarrolla a dos niveles, por un lado el del gran tapiz del éxodo de la humanidad, la supervivencia de las colonias oprimidas y la búsqueda de un significado a todo ello que ofreciera un mínimo asomo de esperanza, y el de las historias mínimas de todos aquellos secundarios que en un momento u otro pasan a adquirir una importancia capital en el primer nivel, desde el jefe de mecánicos, hasta el doctor de abordo pasando por el encargado de relaciones públicas de la presidenta o muchos de los pilotos de raptors y vipers que se juegan la vida en cada ataque cylon o en cada misión de reconocimiento o rescate. Son muchas las tragedias pequeñas dentro del gran drama vivido por la humanidad, y conocer de primera mano las primeras permite sentir todo el dramatismo y la desesperación de una situación aparentemente sin salida. En el plano formal, Galactica se ha alejado de otras series como Perdidos o Heroes, ya que el uso del cliffhanger final se ha reservado para casos concretos, como los finales de temporada o los capítulos dobles que alargaban una situación a lo largo de dos capítulos. Pero también encontramos en cada temporada muchos capítulos autocontenidos, no al margen de la trama general pero sí centrados en la situación personal de unos pocos personajes o en la presentación de aspectos de la flota desconocidos hasta el momento.

Resultaría inútil intentar contarles en detalle el argumento de la serie, ya que les arruinaría un viaje inolvidable en una montaña rusa televisiva que ha ofrecido momentos muy intensos a lo largo de sus cuatro años y pico de emisión. Me limito a comentarles que en Battlestar Galactica se han tratado temas religiosos relacionados con la fe y la existencia de entidades superiores, se ha reflejado como en pocas ocasiones recuerdo las tensiones existentes entre el poder militar y el ejecutivo político y los mecanismos necesarios para conseguir un frágil equilibrio de poder que no acabase degenerando en una dictadura militar o en un gobierno elitista, se ha abordado la necesidad de mantener un sistema de justicia que garantizase los derechos del individuo por muy abominables que fueran sus crímenes, se ha planteado la legitimidad de las acciones de insurgencia extremas con el objetivo de luchar contra el invasor, llegando a recurrir al terrorismo con hombres-bomba, y eso con los noticiarios mostrando imágenes de la ocupación en Irak y de los insurgentes atacando a las tropas estadounidenses... Y todo ello jalonado por batallas épicas más allá de las estrellas, por rescates imposibles en planetas condenados, por revelaciones inesperadas surgidas de una melodía fascinante, por situaciones que han llevado los nervios de la audiencia un poco más allá que otras series contemporáneas. Si aún no han picado ustedes, les recomiendo que vean la miniserie del 2003 y el primer capítulo de la primera temporada, 33 minutos, una joya concentrada de tensión, desesperación y seres humanos llevados al límite que les enganchará irremediablemente.
SO SAY WE ALL!!

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