lunes, octubre 31, 2011

El primer lunes del resto de mi vida

Todo se ha cumplido ya. Señores, hoy empiezo a escribir un nuevo capítulo de esa novela meditabunda, errática, llena de disgresiones y dudas que es mi vida, pero lo hago repleto de felicidad, esperanza y energía. Cuando uno reúne en el mismo espacio físico a cien personas a las que quiere y respeta y recibe de todas ellas los mejores deseos y la mayor de las alegrías uno no puede hacer otra cosa más que dar las gracias a los hados, al universo o al azar por el momento de conjunción cósmica que hizo encajar todos y cada uno de los factores que podían haber ido mal en ese día y los convirtió en perfectos e irrepetibles. Me viene a la cabeza mi cita favorita de Spaced para definir a la perfección lo acontecido el sábado pasado: Dicen que la familia del siglo XXI estará formada no sólo por parientes, sino por amigos. El sábado tuve la suerte de constatar que mis amigos eran como mi familia, y que consideraba a mis familiares como a mis amigos. La vida sigue, pero con ese amor y ese cariño a mis espaldas, lo hace de forma realmente esperanzadora. Me perdonarán ustedes por no extenderme más, en tanto que son días de mucho ajetreo, pero lo que si quiero compartir con todos ustedes es una canción que refleje ese estado de ánimo que hoy me embarga. Sean ustedes buenos, y recuerden tener mucho cuidado ahí fuera.



Friends will be friends
Queen

Another red letter day
So the pound has dropped and the children are creating
The other half ran away
Taking all the cash and leaving you with the lumber
Got a pain in the chest
Doctor's on strike what you need is a rest

It's not easy love but you've got friends you can trust
Friends will be friends
When you're in need of love they give you care and attention
Friends will be friends
When you're through with life and all hope is lost
Hold out your hands cos friends will be friends right till the end

Now it's a beautiful day
The postman delivered a letter from your lover
Only a phone call away
You tried to track him down but somebody stole his number
As a matter of fact
You're getting used to life without him in your way

It's so easy love cos you got friends you can trust
Friends will be friends
When you're in need of love they give you care and attention
Friends will be friends
When you're through with life and all hope is lost
Hold out your hands cos friends will be friends right till the end

It's so easy love cos you got friends you can trust
Friends will be friends
When you're in need of love they give you care and attention
Friends will be friends
When you're through with life and all hope is lost
Hold out your hands cos friends will be friends right till the end

Friends will be friends
When you're in need of love they give you care and attention
Friends will be friends
When you're through with life and all hope is lost
Hold out your hands cos right till the end-
Friends will be friends.

La cosa: Si todos los remakes fuesen como este...

Tras 1997: Rescate en Nueva York los grandes estudios se fijan en John Carpenter para dirigir un proyecto que llevaba años rondando por Hollywood, el remake de The thing... from another world, film de serie B de los años 50 dirigido por Christian Nyby y producido por Hawks, al que Carpenter tenía cierto aprecio. El guión, a cargo del hijo de Burt Lancaster, Bill, se fija más en el relato original en el que se inspiró Nyby que en la película de este. Escrito por John W. Campbell Jr., Who goes there? marcaba el punto de inicio del film de los 50, pero la mayor parte del relato quedaba al margen de lo que la película mostró, un alienígena vegetal patoso y anquilosado que acosaba a un grupo de curtidos soldados en una base polar, con científico desquiciado e historia de amor incluidos. La paranoia o el horror físico que, según dicen ya que no lo he leido, destilaba el relato original brillaban por su ausencia. Y eso es lo que Carpenter pretenderá recuperar en su John Carpenter's The thing.


Una nave espacial entra en la atmósfera terrestre. Fundido en negro. Tras los títulos de crédito un perro corre por el blanco manto de la Antártida, mientras un helicóptero intenta abatirlo a toda costa. El perro se refugia en una base estadounidense, y los noruegos ocupantes del aparato, que llegan a poner en peligro la vida de los americanos, son abatidos ante la aparente irracionalidad de sus acciones. El perro es acogido sin reservas y la cámara, en suaves travellings, recorre el interior de la base, describiendo tanto el espacio físico (pasillos, habitaciones) como el espacio moral (aburrimiento, hastío, roces) del lugar. Con unas escasas pinceladas se nos indica el carácter de cada personaje. En una inspección rutinaria del campamento noruego descubren que está completamente destruido, sus ocupantes muertos. Un hallazgo resulta particularmente ominoso: un bloque de hielo que tenía algo en su interior almacenado. Tras inspeccionar las cintas encontradas en la base noruega, marchan a una excavación, de la que procede dicho bloque, y en la que encuentran una gigantesca nave espacial que lleva millones de años bajo el hielo. Esa noche, alertados por los ruidos de la perrera, los miembros de la misión descubren un horror más allá de su comprensión, el perro recogido ha sufrido una grotesca mutación y ha intentado asimilar a los demás animales... A partir de ahí las sospechas irán pasando de unos a otros, la desconfianza se apoderará del grupo y algo que no es de este mundo intentará transformarlos a todos ellos en algo completamente distinto de la naturaleza humana, algo frío, alienígena y aparentemente imparable.
La película se rodó en Alaska, en condiciones muy duras, y contó con un reparto enteramente masculino, dentro del cual destacaremos a Kurt Russell, Keith David, Richard Dysart o Wilford Brimley. El equipo técnico, soberbio, dotó al film de una factura excelente. Rob Bottin se hizo cargo de los -escalofriantes- efectos visuales de las transformaciones y de las criaturas; Albert Whitlock (un habitual colaborador de Hitchcock) se ocupó de las maquetas y transparencias; Dean Cundey realizó una labor de fotografía tan gélida como las áridas estepas antárticas en las que se desarrolla el film; y Ennio Morricone compuso la banda sonora, tomando como modelo los anteriores trabajos de Carpenter en sus films y empleando una minimalista melodía para sintetizador que marca el pulso de las aterradoras situaciones que el metraje va desgranando. La composición en scope tan habitual en Carpenter sabe aprovechar todo el ancho de la pantalla, ya sea con los planos "de grupo" o aquellos que ubican a los personajes en el exterior, desamparados en mitad del glacial aire antártico. Carpenter supo hacer suyo un guión ajeno, hasta el punto de que ésta sería una de las películas más personales del director, su mejor film sin duda para el que escribe estas palabras y una obra maestra del género.


Ya desde el inicio la irracionalidad se apodera del relato. El aburrimiento se ve roto por acontecimientos cada vez más extraños, más grotescos, que superan la capacidad de comprensión de los ocupantes de la base. A medida que la desconfianza se apodera de ellos, el desconcierto y la incomodidad del espectador crecen. Cualquiera puede ocultar el mal en su interior, aunque ahora la alegoría no sería anticomunista, sino tal vez sobre los males que nos corrompen de forma silenciosa, imparable y sin piedad: el cáncer, el sida, los males del fin de siglo. Incluso, cuando durante el impresionante clímax (subrayado por la música de Morricone excepcionalmente) los supervivientes deciden asumir con entereza su destino y hacer "lo que tienen que hacer", Carpenter filma con cierta épica desesperada sus acciones, retratando el sacrificio heroico de unos personajes tan hawksianos como Carpenterianos, afines a la filmografía de ambos directores. El descorazonador final del film, valiente por su ambigüedad, su nihilismo último, no impidió que este film obtuviera una buena acogida por parte del público, en el mismo año en que se estrenó un film antitético -aunque de igual calidad cinematográfica, añadiría yo- como fue E.T. (El extraterrestre). La crítica fue muy severa con el film, sobre todo por la comparación con el clásico de Nyby y por el despliegue de efectos especiales, sobrecogedores, realistas (aunque por su exceso, rozando los delirios visuales del surrealismo). En su momento se ignoró, o se quiso ignorar, que acaso los momentos más tensos del film no presentaron ningún efecto especial en la pantalla. Ahora mismo recuerdo dos de ellos: el acceso de locura del científico Blair (Brimley), o la escena de la prueba de sangre, prodigio de narración contenida que mantiene en vilo al espectador, atemorizándolo antes de golpearle visualmente con los FX excepcionales (y aún vigentes en estos tiempos de efectos por ordenador) del Sr. Bottin. Durante años se especuló con la posibilidad de una secuela, pero hasta ahora las únicas continuaciones han venido en forma de comic (Dark Horse ha editado tres miniseries) y de videojuego (donde aparecen personajes de la película).


Extraoficialmente, se considera este film como el primero de la trilogía del apocalipsis, junto a Prince of Darkness e In the Mouth of madness, películas sin relación argumental pero que retratan tres diferentes situaciones apocalípticas...
Disfruten John Carpenter’s The Thing... si consiguen mantener la mirada fija en la pantalla.
[Para los fans de la peli recomiendo este frikisitio: http://www.outpost31.com/. Están planeando un viaje al set de rodaje en Canadá. ¡¡Me apunto!!]

The Thing: Double feature

Hace unos días tuvimos la suerte de poder disfrutar doblemente en Elche de dos circunstancias bastante inusuales. Por un lado que se realizara un preestreno, pero por otro y todavía mejor, que se proyectara en pantalla grande la versión de 1982 de la película La cosa, como sabrán ustedes uno de mis clásicos personales y una de mis películas favoritas de todos los tiempos. Poco se puede objetar a dicha iniciativa salvo el orden elegido para proyectar las dos películas. Y es que, pese a que cronológicamente los hechos narrados en La cosa (2011) son anteriores a los de la película de 1982 se decidió dejar el preestreno para el final a modo de plato fuerte. Con ello, ¿qué se consiguió? Pues que las similitudes miméticas de la precuela saltaran más a la vista y el salto de calidad entre una y otra se apreciara como más evidente. A buen seguro que si hubiéramos visto primero la nueva película la habríamos disfrutado con mayor indulgencia y además habrían encadenado el final de una con el comienzo de la otra de una forma casi perfecta. Y ahora, vamos con la segunda parte de nuestra sesión terrorífica...

viernes, octubre 28, 2011

La cosa (2011): La precuemake de un clásico

1982. Un vehículo de exploración antártica noruego cae por una grieta en el hielo. Sus ocupantes no pueden dar crédito a lo que yace en el fondo de la sima. Un equipo de investigación liderado por el doctor Sander Halversen (Ulrich Thomsen) comienza a preparar el viaje a la Antártida, pero antes reclutan a la paleontóloga Kate Lloyd (Mary Elizabeth Winstead) con la promesa de que investigará un espécimen único. El equipo es conducido hasta la base en helicóptero por dos curtidos pilotos acostumbrados a trabajar en aquellas tierras heladas e inhóspitas, Sam Carter (Joel Edgerton) y Derek (Adewale Akinnuoye-Agbaje).


Una vez en la base la naturaleza del descubrimiento se revela en toda su asombrosa magnitud. El hielo ha hecho emerger un objeto volador no identificado que se estrelló en la tierra hace 100.000 años, y uno de sus ocupantes se congeló a unos metros de la nave, intentando llegar a no se sabe dónde. El equipo de científicos noruego se frota las manos ante un descubrimiento que huele a premio Nobel, mientras que Kate Lloyd se muestra renuente a alterar el envoltorio helado del ser en unas condiciones tan poco seguras como las de la base científica antártica. Tras una exploración preliminar la criatura del hielo cobra violentamente vida y huye del bloque de hielo, pero la amenaza es contenida en primera instancia.


Los científicos están desconcertados ante la celeridad con que se suceden los acontecimientos. Las bajas se amontonan mientras que los análisis parecen demostrar un comportamiento aberrante en las células de la criatura, que absorben y mimetizan las de cualquier otro ser que tengan a su alcance, ya sean aliens, perros o seres humanos. El horror, la paranoia y la muerte se apoderan de la base antártica. Todos pueden ser una cosa, nadie confía en nadie y las opciones se van agotando para detener una amenaza que puede poner en peligro a la entera humanidad.


La cosa (2011) no es el remake de La cosa (1982), aunque pueda parecerlo en más de un momento. No. Se trata en realidad de la precuela del magistral film de John Carpenter en la que se nos narra los hechos sucedidos previamente a lo reflejado en aquel film, esto es, el descubrimiento por parte de los noruegos de la nave y su tripulante, y qué condujo a la destrucción y horror que McCready (Kurt Russell) encontró en dicha base. Los guiños al respecto son muchos, y bastante ajustados: el noruego con las venas abiertas y la sangre congelada fantasmagóricamente, el hacha clavada en la pared, la aberrante criatura bicéfala quemada a la que Blair (Wilford Brimley) practicó la autopsia... Nada se puede objetar al respecto salvo una pequeña concesión a la espectacularidad que altera en cierta manera la continuidad de ambos films, referente a la explosión que dejó al descubierto la nave espacial.


Ese respeto por el material original y la búsqueda de mantenerse fieles al mismo parte desde los primeros intentos de desarrollar la película. Al establecerla como precuela se perdía cierta frescura -todo aquel que hubiera visto La cosa (1982) sabría cómo terminan la mayor parte de personajes- pero se mantenía virgen el film de Carpenter. El interés del director Matthijs van Heijningen, que acababa de ver cancelado un proyecto de película con zombis en Las Vegas, fue muy importante al tratarse él mismo de un entusiasta del clásico carpenteriano. El guión original escrito por Ronald D. Moore fue reescrito posteriormente por Eric Heisserer, en lo que prejuzgo como el fallo más grave de la película. Dudo mucho que Moore, experto en desarrollar personajes y escenas de acción y tensión con sobrada solvencia -¡¡Galáctica!!- hubiese ofrecido tan pronto y tan rápido algunas de las soluciones narrativas que La cosa (2011) emplea para mimetizar hasta el rídiculo su modelo original.


Si bien es cierto que no había sorpresa a la hora de abordar el final, sí se podía haber jugado con una estructura cinematográfica distinta, con unos tiempos diferentes, con unos modelos de personaje que no nos sonaran a conocidos. Tenemos de nuevo al piloto con vocación de héroe, tenemos autopsia, análisis celular, escena con perros, prueba dental (es brutal cómo se pone la vida de los ocupantes de la base en juego en base a su higiene dental), explosiones de violencia gore (aquí un tanto más falseadas por los efectos digitales, que si bien más vistosas y efectistas carecen de la sobria sensación de sucio realismo que Rob Bottin consiguió crear hace 30 años), y clímax ambiguo que, por si las moscas, se resuelve pronto para que la audiencia no tenga duda alguna. Si ese mimetismo juega claramente en contra de la película, a toro pasado podemos decir que se desperdicia igualmente uno de los elementos novedosos de la precuela, la exploración del hábitat alienígena en el que se nos muestran elementos con múltiples posibilidades que carecen de explicación alguna y que son obviados inmediatamente en detrimento de la acción pura y dura.


No voy a decir que La cosa 2011 sea una mala película, en tanto que como película de horror exprime un único escenario y una historia ya conocida para lograr que el espectador se interese por sus personajes, reciba un par de sustos genuinos a lo largo del metraje, se asquee con alguna de las delirantes transformaciones de las cosas y en suma, pase un mal rato que es de lo que se trata. Si la película se hubiese llamado El terror helado que cayó del espacio estoy seguro que habría sido mucho más benevolente con esta producción, pero al tratarse de La cosa 2011, uno no puede dejar de pensar en lo mismo de siempre. En cuánto talento atesoraba Carpenter en cada una de sus películas y en cómo parece haber quedado cada vez más al margen de un sistema que prefiere gastar 35 millones de dólares en este vehículo de lucimiento para un fanboy entregado antes que darle ese mismo dinero al Maestro para que se suelte la melena y nos entregue de una vez por todas el testamento cinematográfico que él como artesano y nosotros como adoradores rendidos de su obra nos merecemos.

lunes, octubre 24, 2011

El lunes del final de la cuenta atrás

Sabrán perdonarme lo desatendidos que les estoy teniendo los últimos tiempos, pero conforme se acerca el día D, la logística del asunto obliga a más gestiones y quebraderos de cabeza, y uno no da para demasiado más. Súmenle ustedes la tercera representación de Resacón en Elche y tendrán a una persona que está preparada para lo que le echen. Además del feliz evento, la semana pasada vivimos tres acontecimientos históricos de forma casi simultánea, a saber, el linchamiento deplorable de Gadaffi, el aparente abandono de las armas de ETA y una maratón cinematográfica en la que se preestrenaba La cosa (2011) precedida de La cosa (1982), un verdadero lujo para un servidor que hasta el momento apenas había podido ver tres películas de Carpenter en pantalla grande, y mucho menos la que considero su obra magna. De hecho, esta semana tengo la intención de remedar ese programa doble y comentar las dos películas, complementarias en tanto que cuentan una misma historia aunque dispares en la calidad del resultado final. Y no les digo cual es mejor.


La canción de hoy es repetida, sí. La hemos oído cientos de veces, y se emplea cada vez que algo que se esperaba durante bastante tiempo está próximo a suceder. Seis meses de preparación, elecciones e ilusión están a punto de finalizar, y no creo que haya una canción que refleje mejor que esta lo que pasa por mi cabeza y mi teclado en estos momentos. Que los hados les sean propicios a lo largo de los próximos días y recuerden, como cada semana, el humilde y sentido consejo de un servidor: tengan mucho cuidado ahí fuera.

The final countdown
Europe

We're leaving together,
But still it's farewell
And maybe we'll come back,
To earth, who can tell ?
I guess there is no one to blame
We're leaving ground
Will things ever be the same again?

It's the final countdown...

We're heading for Venus and still we stand tall
Cause maybe they've seen us and welcome us all
With so many light years to go and things to be found
I'm sure that we'll all miss her so.


domingo, octubre 23, 2011

Sketch-busters CXCI: Esteban Maroto (IV)

Dedico hoy la última entrada a Esteban Maroto, no sin cierto pesar, porque a pesar de haber coincidido con él por lo menos en otras dos ocasiones más de las mencionadas -Avilés y Barcelona- no se alinearon los astros de forma propicia para conseguir más dedicatorias. No me quejo en absoluto, ya que Esteban es uno de los dibujantes mejor representados en nuestra colección de dibujos tanto por la calidad de sus sketchs como por el excelente recuerdo de una persona amable, atenta y cercana para los aficionados. En este caso el dibujo fue realizado sobre album, una de sus maravillosas recopilaciones de ilustración repletas de sensuales mujeres y paisajes de fantasía repletos de detalles y con un estilo barroco y modernista que supone un verdadero festín para los sentidos. Tengo que decir que me parece uno de los dibujos más bellos de cuantos hemos tenido la fortuna de conseguir con el paso de los años, destilando una languidez y una tristeza que contrastan con la belleza del personaje retratado. Y para rematar la faena, dejo el completo artículo dedicado al autor en la web Tebeosfera, con lo que además de su arte, habremos conseguido ofrecer dos visiones retrospectivas de su obra y una entrevista en profundidad con el maestro.



Dibujante de sofisticada estilización, interesado por la fantasía con cierta presencia erótica, que hizo populares estilemas emparentados con la ilustración artística en la historieta de los primeros setenta. Famoso por sus intervenciones en la ciencia ficción (5 por infinito) y en la fantasía heroica, con personajes como Dax, Wolff, Red Sonja o Conan.

Llegado a los tebeos a mediados de los años cincuenta, Maroto creció como dibujante en el estudio madrileño de López Blanco. Participó en colecciones como Aventuras del F.B.I., El príncipe de Rodas, siempre como ayudante o junto a otros. Desde 1963, comenzó a trabajar para el extranjero a través de agencia tras afincarse en Barcelona, integrado en el estudio de Selecciones Ilustradas. Trabajó para los mercados extranjeros, sobre todo el alemán, donde publicó en revistas juveniles como Lasso, Roy Tiger (algunas de estas historietas, de la serie llamada "Alex, Khan y Khamar", la desarrolló Maroto junto a otros autores y la pudimos ver traducida en España por Euredit en los finales sesenta, en la colección Aventuras en la selva), Primo (donde dibujó la singular serie Capitan Terror, sobre guiones de P. Weichmann y que luego sería continuada por Ramón Sola) o Die Funf von Terra.

Durante los sesenta trabajó en historietas de aventuras y fantasía, pero también románticas, dada su gran capacidad para el dibujo de la figura femenina, a la que se acercaba con delicadeza, siempre respetuoso. Para revistas del Reino Unido dibujó la mayor parte de sus historietas románticas, comenzando por Boyfriend, en 1966, y continuando toda la década en otros títulos: Mirabelle, Jackie, Valentine, Diana, y sobre todo Romeo. Dejó de dibujar este tipo de argumentos en 1977 (en Oh Boy), pues desde 1965 había querido destacar como dibujante de fantasía. Precisamente aquel año desarrolló la serie 5 x infinito (con ayuda del colectivo de autores conocido como Grupo de la Floresta para fondos y algunos personajes en las primeras cuatro entregas) que la agencia SI destinó al mercado internacional (en EE UU se conoció primero la edición mejicana titulada Legionarios del espacio) y al nacional, publicándose en Delta 99, de IMDE, Drácula, de Buru Lan, y luego en su propia recopilación por Ursus. Gracias a esa obra Maroto obtuvo reconocimiento y galardones como dibujante en los EE UU (mejor dibujante extranjero en los premios de la Academy of Comic Book Arts en 1971) en un tiempo en que este reconocimiento resultó más importante para los editores y críticos que su calidad como historietista, en función de la importancia que se le confería a "lo americano" en España.

Maroto, a través de SI, se integró también en el conjunto de autores que dibujaron para las revistas de horror de Warren Publishing, desarrollando argumentos fantásticos generalmente. Interesado por el género de fantasía heroica, creó a dos guerreros con taparrabos que protagonizaron historietas en las que el dibujante ensayó nuevos modos de narrativa, más experimentales en lo gráfico. Uno fue Wolff, que apareció en la revista Drácula de Buru Lan en 1971, revisado en sus textos por Sadko (Luis Gasca) pero cuyos logros estéticos se vieron mermados por la abundancia de "homenajes" (estrategia demasiado utiliada por Maroto) y un coloreado chillón e inoportuno. El otro guerrero pionero fue llamado Manly, para su publicación en un suplemento del diario Pueblo, que luego sería rebautizado Dax the Warrior para su edición en EE UU, por Warren. Completa la terna de bárbaros de esta época Korsar, obra de Maroto para la revista alemana Pip, donde comenzó a ofrecerse en 1972. La calidad gráfica y la experimentación en la composición de página que Maroto desarrolló con estas series (figuras estilizadas según los cánones académicos, equilibrio de vacíos y masas de negro en la página, técnicas de rayado e isolado, etc.) le valió el reconocimiento definitivo por el público americano.

Gracias a estos méritos, Maroto logró publicar algunas obras en cómics americanos aparte de seguir en Creepy, Eerie o Vampirella (donde hasta desarrolló una serie protagonizada por Drácula). También fue el diseñador de la nueva apariencia de Red Sonja, con su popular "iron bikini", para The Savage Sword of Conan, dibujando alguna historieta que le entintó Neal Adams y aportando alguna imagen para el nuevo mercado de pósteres que se desarrolló en EE UU a caballo de los sesenta y los setenta. Otra de sus labores populares durante este tiempo fue su intervención en la saga de Satana, personaje diabólico y voluptuoso publicado por Marvel en Marvel Preview y Vampire Tales. Pero los setenta fueron, para este historietista, sobre todo años de espada y brujeria: vio publicado su Wolff en Francia, Dax el guerrero se tradujo en varios países, y Korsar pudo ofrecerse en una revista española (Cimoc, 1979). En paralelo, escribió y dibujó obras de ciencia ficción como Alma de dragón, para la revista Trinca primero (luego publicada con descuido por la revista La historieta, de Ursus, en 1973), como La Esfinge o Nave prisión, series que Maroto destinó a la nueva alineación de revistas de cómics del sello Toutain Editor desde 1979, en las cuales su firma fue elegida como una de las puntales en el etiquetado de la historieta como medio "para adultos" y "artístico" con el que intentaron hacer comulgar al público español de los finales setenta y primeros años ochenta. De hecho, su firma fue una de las seleccionadas para la colección enseña de SI titulada Cuando el comic es arte, y la edición del álbum Dax el guerrero por Toutain resultó llamativo para la época por sus dimensiones y calidad de edición. En las páginas de 1984, 1994 y Comix, las de Warren, también dibujó Maroto un buen surtido de historietas de ciencia ficción a finales de los setenta.

En sus obras de los años ochenta Maroto siguió interesado por dibujar fantasías en ciclos alusivos a cuentos, cosmologías o astrologías, lo cual restó interés a sus producciones. Su forma de dibujo se deslizó sin alardes, con viñetas quietas, de figuras afectadas, si bien nunca dejó de ser elegante. A este periodo corresponden series como Zodiaco y otras participaciones no integradas en series y portafolios de imágenes, como Zoo fantástico. Sus historietas destinadas a la revista Rambla sí que fueron aportaciones relevantes de su trayectoria, en esta época . También resultó interesante su propósito de adaptar Los mitos de Cthulhu, que en España se publicaron en la revista El Capitán Trueno en 1986. En paralelo, abordó revisiones de su obra como 5 por infinito, que fue reeditada con retoques de Neal Adams en 1984 bajo el título Zero Patrol (Continuity Comics).

En el final de esta década, Maroto trabajó más para el mercado exterior que para el nacional. Desde 1987, se vio su firma en varios títulos de DC Comics: fue escogido para dibujar una fantasía heroica sui generis, Amethyst. Luego fue invitado al título Action Comics Weekly para dibujar a Deadman en 1988, y a continuación hizo el lápiz de otra miniserie de fantasía, Atlantis Chronicles, sobre guiones de Peter David, que no ha envejecido con el tiempo y donde Maroto desarrollaba un estilo más suelto y dinámico. A mediados de los noventa, este autor estaba dedicado a otros sellos: Cadillacs and Dinosaurs, Lady Rawhide, ambas de Topps Comics, Dimension X (Karl Art Pub., 1992), X-Men Unlimited (Marvel, 1993), las portadas de Zatanna (DC, 1993), Verotika (Verotik, 1995), Zorro`s Lady Rawhide (Image, 1999), y también dibujó durante esta década nuevas historietas de la saga de Conan para The Savage Sword of Conan the Barbarian, revista así titulada ahora que había vuelto a sus guiones Roy Thomas, que fue quien reclamó el lápiz de Maroto para varias aventuras del personaje cimmerio, primero, y luego otras protagonizadas por Valeria.

En España, durante los noventa, vio publicados algunos libros recopilatorios de sus historietas de horror y con presencia femenina, como En el nombre del diablo (Toutain, 1991) o libros de ilustración, como Urania (Norma, 1999). En este tiempo desarrolló abundantes encargos de ilustración, sobre todo para el extranjero. Entre el final de los noventa y los 2000, Maroto ha repartido sus lápices entre Italia y EE UU. Ha sido el dibujante de la serie Brendon en los fumetti así titulados por su editor, Bonelli, desde 1998, y ha dibujado superhéroes para sellos como Crossgen (CrossGen Chronicles, 2002), Topps (Vlad the Impaler, 2003, serie limitada de tres comic books) hasta volver a Red Sonja (un póster para Dynamite). En España no hemos disfrutado de estas últimas obras, aunque sí de su firma en ilustraciones para tebeos como Hijos de la medianoche, por ejemplo, o en libros como Wonders (Norma) que recogen parte de su obra ilustrada. En EE UU y en Francia también se han publicado libros de ilustraciones o bocetos en estos últimos años.

Fuente: Tebeosfera.

viernes, octubre 21, 2011

Commissionando personalmente XXVI: Sparks & Plissken and Co.

La entrada de hoy es especial por varios motivos. En primer lugar porque se trata de un dibujo por encargo realizado por el que es y será uno de mis dibujantes favoritos, el gran Óscar Jiménez. En segundo lugar porque puede que sea una de las ilustraciones más personales de todas cuantas se guardan en mis carpetas y portafolios, en tanto que nos refleja a la perfección -y no me sean malos, no me refiero a físicamente-. Y en tercer lugar porque el motivo de dicha commission no fue otro más que el de servir como base para nuestra invitación de boda. Desde el primer momento tuve claro el hecho de que, a pesar de ir a lo tradicional en prácticamente todo lo demás, la invitación debía reflejar cómo éramos y somos miss Sparks y un servidor. Por un lado, nuestros avatares virtuales, que nos han acompañado durante años. Por otro, nuestro amor incondicional por el mundo del tebeo y nuestra pasión por el arte original, personalizados en un dibujante al que conocimos en nuestro primer salón, retrató a the real Jenny Sparks como sketch de aniversario y posteriormente nos regaló uno de los dibujos más hermosos de todos los que hemos tenido la fortuna de recibir con el paso de los años, el retrato de Linda y Wally reflejando otra de esas parejas de tebeo en las que podíamos vernos reflejados en parte. Cuando me puse en contacto con Óscar lo cierto es que no terminaba de tener claro lo que quería, y mi concepto original era un tanto bizarro para una invitación de boda, Sparks y Plissken espalda con espalda enfrentándose a un grupo de enemigos como representación de esa unidad frente a cualquier problema o adversidad. Difuso, e inadecuado. Pero aquí entra el talento de Óscar Jiménez que supo extrapolar una de las frases que le dije: Quiero que refleje lo que sentimos por el otro. La primera persona con la que puedes contar, la última en fallarte... Y de ahí sacó un concepto delicioso con una estampa más adecuada y una pose y una actitud que refleja -o al menos a mí me lo parece- los sentimientos antes mencionados. Ah, por cierto. Quería dejar para el final el otro elemento que convierte en algo tan especial la ilustración. Y me refiero, cómo no, a nuestros adorados gatetes, a nuestros We4, a nuestros jedis felinos, que como no podía ser de otra forma la lían parda y hacen de las suyas, destrozando la tarta y jugando con el muñequito del novio... A modo de curiosidad final, decirles que el paso intermedio de añadir color al dibujo de Óscar Jiménez fue obra de la propia Leti Sparks, que trabaja mejor con las acuarelas de lo que ella misma reconoce.



lunes, octubre 17, 2011

Revelation Monday

Lunes de revelaciones. Lo he dilatado el máximo tiempo posible, pero ya toca tirar de la manta. Alcemos el secreto de sumario, y siendo este como es un blog personal, desvelemos que es lo que me ha tenido ocupado y absorbido durante las últimas semanas. La pareja oficiosa formada por Plissken y miss Sparks formalizará ante dios y ante los hombres en un par de semanas una relación que dura ya más de tres lustros. No sé si a partir de entonces cambiaré el tratamiento de miss por el de mistress Sparks, pero en cualquier caso la ley divina y humana habrán sancionado algo aún más de lo que ya estaba. En breve uno de mis gags favoritos recurrentes se convertirá en una certeza absoluta...



Y dicho esto, con lo que me quito la espinita de no haber reflejado antes en el diario de bitácora personal y friki tamaño acontecimiento en la vida de su humilde servidor, intentaremos seguir con la marcheta mínima que he llevado las últimas semanas en el blog, recuperando el último dibujo de Esteban Maroto y publicando una commission personal muy especial que a buen seguro les dejará con la boca abierta.

Repito canción -creo- pero por título, temática y calidad me parece bastante apropiada para empezar una semana repleta, como las anteriores, de gestiones, arreglos, correos electrónicos y llamadas telefónicas con vistas a que todo salga de la mejor manera posible. A mí personalmente ya no me quedan más dedos que cruzar, así que les dejo con una Boda Blanca y les deseo que pasen una semana excelente. Tengan mucho cuidado ahí fuera, por cierto...

White Wedding
Billy Idol

Hey little sister what have you done?
Hey little sister who's the only one?
Hey little sister who's your superman?
Hey little sister who's the one you want?
Hey little sister shot gun!

It's a nice day to start again.
It's a nice day for a white wedding.
It's a nice day to start again.

Hey little sister who is it you're with?
Hey little sister what's your vice and wish?
Hey little sister shot gun (oh yeah)
Hey little sister who's your superman?
Hey little sister shot gun!

It's a nice day to start again (come on)
It's a nice day for a white wedding
It's a nice day to start again.

(Pick it up)

Take me back home

Hey little sister what have you done?
Hey little sister who's the only one?
I've been away for so long (so long)
I've been away for so long (so long)
I let you go for so long

It's a nice day to start again (come on)
It's a nice day for a white wedding
It's a nice day to start again.

There is nothin' fair in this world
There is nothin' safe in this world
And there's nothin' sure in this world
And there's nothin' pure in this world
Look for something left in this world
Start again

Come on
It's a nice day for a white wedding
It's a nice day to start again.
It's a nice day to start again.
It's a nice day to start again.

miércoles, octubre 12, 2011

Sketch-busters CXC: Esteban Maroto (III)

Aprovecho la coyuntura de un día festivo en el que servidor hace vida de persona de bien -esto es, a las doce a la camita y a levantarse despejado y tempranito- para compartir con ustedes un nuevo dibujo de Esteban Maroto, dibujante excepcional donde los haya y mejor persona en su trato con los aficionados. En este caso la ilustración se corresponde con el dibujo que Maroto tuvo a bien realizar durante la celebración del Salón del Comic de Barcelona del año 2002. Como suele ser habitual en los dibujos que realiza en convenciones, y partiendo de un mínimo esbozo, Esteban Maroto se recrea en los estilizados detalles de ropa y adornos, dotando al dibujo de un barroquismo muy conseguido, y complementado por ese puntual toque de color que resalta aún más la belleza de la ilustración. Y a modo de complemento, en ese afán de ir dejando documentación sobre el autor, hoy recupero un texto muy especial, nada menos que el que Ángel de la Calle le dedicó con motivo de su asistencia a las V Jornadas del Cómic de la Villa de Avilés, que, recordemos, fueron nuestras primeras -inolvidables, mágicas- y donde tuvimos el placer y el honor de cruzarnos por vez primera con Esteban Maroto.

Esteban Maroto nació, en 1942, en Madrid, pero su vida profesional ha trascurrido casi completamente en Barcelona. Desde sus primeros pasos en el tebeo, formato cuadernillo, con los personajes Alex, Kahn y Kamar, hasta sus actuales trabajos para el mercado norteamericano, en series como Cadillacs y Dinosaurios, han transcurrido más de treinta años. En ese tiempo Maroto se ha convertido en la única megaestrella española en el mundillo norteamericano de los cómics -como aseguraba hace poco tiempo la revista americana especializada en historietas Comics Books Artists-. Maroto se hizo internacionalmente conocido con sus historias para la serie Cinco por Infinito, que había creado junto con otros autores, pero que seguiría en solitario y cuya publicación en nuestro país, a finales de los sesenta, compartiendo tebeo junto al Delta 99 de Carlos Giménez, conmovió el raquítico panorama español de aquel tiempo, haciendo de Esteban Maroto uno de nuestros autores más conocidos. Los premios que aquellas historietas recibieron agrandaron aún más la figura del dibujante madrileño, por entonces encuadrado en la agencia Selecciones Ilustradas que dirigía Toutain. Después vendría La tumba de los dioses, y también Wolf, con guión de Sadko, que saludaría a los lectores desde Drácula, la revista que a principios de los años setenta se convirtió, con sólo doce números, en un hito entre las publicaciones de historietas españolas. Alma de Dragón sería el título de la historieta, que con destino a la revista Trinca, acercaría al cotizado dibujante nuevamente a los lectores españoles. Aquella historia no vería su fin en la mencionada publicación.

La internacionalidad de Maroto era incuestionable, y numerosos fueron los paises que publicaran sus trabajos. Las revistas de Jim Warren tampoco permanecieron ajenas al español, que realizó numerosos trabajos para Eerie, Creepy y Vampirella. Desde sus comienzos como editor de revistas mensuales de ciencia ficción y terror, Josep Toutain incorporó a Maroto a sus sumarios y en libro le editaría Dax el guerrero, una de las obras más conseguidas de la carrera del dibujante, y buen ejemplo de como entintar. Este libro ha sido reeditado no hace demasiado tiempo por Planeta. Tras multitud de trabajos menos significativos dentro y fuera de nuestro país, Maroto regresó, para presentarse a los aficionados más jóvenes, de la mano del guionista Peter David, y de la editorial DC Comics, con Crónicas de Atlantis, que daría paso a numerosas colaboraciones en editoriales americanas de todo tipo.

En las Jornadas de Avilés teníamos ganas de encontrarnos con este autor, que despierta pasiones encontradas entre los fans, y que ha recorrido buena parte de la historia del tebeo español, o hecho desde España, siempre desde la línea de fuego y representando, como pocos, las grandezas y servidumbres de ese oficio del siglo XX que llamamos dibujante de historietas.

Angel de la Calle

Fuente: Aquí.

lunes, octubre 10, 2011

Lunesfest

Qué abandonados les tengo durante las últimas semanas, y qué poco tiempo me está quedando libre para atenderles como merecen. Lo cierto es que servidor va de lío en lío, y me queda el tiempo justo y las ganas para distraer la mente con cuatro ratos recordando viejos tiempos con el RE4 o volviendo a ver la serie británica Jekyll, finalizada ya la temporada del Doctor Who y necesitado de mi ración semanal de ficción de calidad. ¿Y en qué andará liado Plissken? Pues algunos ya lo saben y han sido lo suficientemente amables como para no comentar espoilers, mientras que el resto de lectores constantes y habituales saldrán de dudas la próxima semana. Ya les aviso que la vida de Plissken nunca volverá a ser la misma, aunque todo cambiará para seguir igual... Ahí les dejo eso.

Por lo que respecta a este su blog amigo, pues ya me da un poco de miedo aventurar nada, porque de buenas intenciones están empedrados los posts del lunes y luego las semanas se consumen en un erial de contenidos que me da bastante cosica. A pesar de todo, y dado que contamos con un festivo apetitoso a mitad de la misma, voy a intentar avanzar con la serie de entradas dedicadas al maestro Esteban Maroto y hablarles de otra película británica mezcla de comedia y ciencia ficción que puede alegrarles un ratillo de la mejor manera posible. Y honestamente, no creo que la cosa de para más.


Les voy a dejar ya con una canción que estos días se emplea para animar muchos de los festivales dedicados a la cerveza y a la comida alemana que se celebran a lo largo de toda la geografía española, emulando el original y -dicen- inimitable Oktoberfest muniqués. Servidor debería probar alguna vez uno de esos festivales, porque dicen las malas lenguas que allí uno se lo pasa bien incluso aunque no le guste la cerveza. Schwim schwim schim...

Fliegerlied
Tim Toupet

Ich lieg gern im Gras
Und schau zum Himmel rauf
Schauen die ganzen Wolken
Nicht lustig aus?
Und fliegt en Flieger vorbei
Dann wink ich zu ihm rauf
"Hallo Flieger!"
Und bist du auch noch dabei
Dann bin ich super drauf

Und ich flieg, flieg, flieg wie ein Flieger
Bin so stark, stark, stark wie ein Tiger
Und so groß, groß, groß wie 'ne Giraffe
So hoch oh, oh, oh
Und ich spring, spring, spring immer wieder
Und ich schwimm, schwimm, schwimm zu dir über
Und ich nehm, nehm, nehm dich bei der Hand,
Weil ich dich mag
Und ich sag

Heut ist so ein schöner Tag
La-la-la-la-la
Heut ist so ein schöner Tag
La-la-la-la-la
Heut ist so ein schöner Tag

[Me gusta tumbarme en la hierba y mirar al cielo,
¿A que son divertidas las nubes?
Y pasa un avión y yo le saludo con la mano,
y si tu también estás, entonces estoy de muy buen humor.

[4x]:
Y vuelo, vuelo, vuelo como un avión,
soy tan fuerte, fuerte, fuerte como un tigre,
y tan grande, grande, grande como una jirafa, así de alto.

Y salto, salto, salto una y otra vez,
y nado, nado, nado hacia tí,
y te tomo, tomo, tomo de la mano,
porque me gustas, y digo:

¡Hoy es un buen día!
¡Hoy es un buen día!
¡Hoy es un buen día!
¡Hoy es un buen día!]

jueves, octubre 06, 2011

Attack the Block: Cuando los alienígenas se encontraron con los Goonies de barrio

Cuando la enfermera Sam (Jodie Whittaker) regresa a su casa en un bloque de apartamentos de los suburbios se ve asaltada por un grupo de muchachos, que pese a su juventud, se muestran violentos y expeditivos en el robo de sus pertenencias. El grupo de pandilleros, liderado por Moses (John Boyega), está formado por Pest (Alex Esmail), Dennis (Franz Drameh), Jerome (Leeon Jones) y Biggz (Simon Howard), un grupo de chavales que ya han desistido de soñar con un futuro mejor que el que les depara su vida en los bloques de los suburbios y se dedican a robar y atemorizar a los vecinos. Su asalto a Sam se ve interrumpido por un estruendo súbito. Un coche ha sido destrozado por el impacto de algo caído del cielo...


Cuando los muchachos investigan el accidente la sorpresa es mayúscula. Un animal de morfología desconocida pero salvajismo y fuerza manifiestas huye del lugar del accidente, pero no logra escapar al acoso de la panda, que aún atónita por la novedad se enfrentan a él como si de un mono evadido se tratase. El bicho capturado les resulta manifiestamente desconocido, y deciden llevarlo al ático de su edificio, donde el traficante de hierba local podría querer comprar el animal como trofeo o saber cómo conservarlo. Ron (Nick Frost), un tipo salao pero atontao, no sabe más que ellos, y la aparición de su iracundo jefe, no hace más que tensar la situación. Los muchachos dejan allí el trofeo y antes de marcharse a sus casas contemplan por las ventanas un espectáculo aterrador. Sobre la ciudad de Londres llueven más y más objetos como el que anunciaba la llegada de su "trofeo". Alguien parece haber llegado tarde y con hambre para la hora de la cena.


Superados ampliamente por la fuerza, la agilidad y el número de unas criaturas de apariencia desconocida, los muchachos, liderados por un Moisés maduro y valiente, habrán de enfrentarse a toda una serie de situaciones desesperadas en las que la vida y la muerte visitarán el bloque como tantas otras veces, sólo que en lugar de tiroteos y ajustes de cuentas la amenaza parece llegar de más allá de las estrellas. Una amenaza dentada, peluda, y con una determinación inhumana...


Ataque al bloque es una pequeña producción británica de ciencia ficción dentro del más puro estilo de la serie B que mezcla con maestría y sobriedad un argumento de género simple y directo -el enfrentamiento entre unos pandilleros y unos traficantes de droga con unos extraterrestres- con altas dosis de reflexión social no exentas de crítica amarga -el mundo en los bloques de viviendas sociales de los suburbios londinenses y las vidas de los que allí moran-, entroncando con el espíritu de otros films recientes como Shaun of the dead o Hot Fuzz pero eliminando gran parte del alivio cómico de estos. Attack the block no es una comedia, sino más bien una cinta de acción y ciencia ficción en la que el humor negro y algún gag visual bastante logrado no restan tensión ni emoción a una historia cuyo crescendo no deja de ir en aumento prácticamente desde los primeros minutos de la misma.


El talento que hay tras la película es el guionista y director Joe Cornish, un tipo que ya había trabajado como actor en las comedias mencionadas de Edgar Wright -de las que rescata para su película a Nick Frost- y con formación en la comedia televisiva británica, que realiza su debut como director en la pantalla grande con esta meritoria película. El nombre de Cornish puede ser uno de los que tocará seguir con atención en el futuro si su trabajo como guionista en Tintín o en la anunciada película dedicada al Hombre Hormiga cuajan y la mezcla de acción, comedia y argumentos de género resultan tan sólidas como en este caso. Además, como no podía ser menos en un director relacionado con el gang Spaced, la película está llena de referencias cinéfilas y literarias totalmente brittish: las criaturas son comparadas con Gremlins, Dobbie el elfo o Gollum, mientras que las calles circundantes al bloque reciben nombres de la enjundia de Windham, Moore, Clarke, Ballard, Wells, Adams o Herbert.


Ya para finalizar, me gustaría resaltar la convicción con que los británicos suelen abordar este tipo de historias desde el primer momento, introduciendo una historia tan loca como esta desde el primer momento y elaborando una sólida narración a partir de ella con un par de buenos sustos, momentos de persecución especialmente logrados y un par de secuencias especialmente bien planificadas y rodadas: el momento en que los chavales van entrando en sus casas -uno por planta- para pertrecharse antes de luchar contra los bichos, y la carrera final de Moses contra esa panda de extraterrestres a medio camino entre un Gollum peludo y un teleñeco monstruoso. Hasta la moraleja final resulta gratificante, aunque vistos los sucesos protagonizados por muchachos similares a los aquí presentados durante este verano parece que el mensaje de solidaridad y respeto a sus convecinos no caló demasiado hondo entre ellos.

lunes, octubre 03, 2011

Primer lunes de octubre

Aunque oficialmente el otoño ya lleva varios días campando en el calendario todavía no se sienten al cien por cien sus tan ansiados efectos sobre el clima. Sí han afectado y bastante a la flora de la universidad de Alicante, que los últimos días ha estado proporcionando camas de hojarasca en abundante cantidad a los mininos supervivientes de las colonias pretéritas, verdaderos héroes de la intemperie y la gente poco generosa para con aquellas criaturas más débiles. Como el calor no termina de irse y todavía no hemos caído en los días crepusculares aún parece que se puede aprovechar el tiempo mucho más de lo que en realidad permite o cunde. Las horas vuelan... Tic, toc, hace el reloj, incluso para el doctor...

Pero permítanme que me centre en lo verdaderamente importante, en lo referente a los contenidos pasados, presentes y futuros de este blog que me atormentan con su peso, su trabajo o su planificación según se trate de unos u otros y que con tanta ilusión procuro compartir con todos ustedes. La pasada semana nos centramos en los apartados de arte original, y esta semana va a seguir la tónica, con otra entrada más dedicada al maestro Maroto y el repaso a un par de cintas frikis vistas recientemente procedentes de la pérfida Albi... perdón, de Gran Bretaña y que me han proporcionado dosis de entretenimiento y diversión en proporciones casi obscenas. Para poco más creo que de la semana, pero por intentarlo, que no quede.

Y como les avancé la semana pasada, hoy repetimos grupo y estilo, pero con una canción diferente. Seguimos enamorados de la voz de Hope Sandoval, disfrutando de las melodías suaves e hipnóticas de Mazzy Star, que en esta ocasión nos invitan a ¿desvanecernos?, ¿fundirnos? con ellos en una de esas canciones que me llevaba rondando años por la cabeza desde que la vi en el clímax de la película Angus, un retrato nada complaciente y bastante cruel -por real- de las dificultades que atraviesan todos aquellos que son vistos como diferentes en una época tan delicada como la adolescencia. Aunque ambientada en un contexto típicamente americano les aseguro que hay situaciones tan universales en ella como tristes reflexiones sobre la familia o la amistad y verdades como puños que se encajan en el corazón de una sociedad hipócrita y maniquea. La película contó en su reparto con actores de la talla de Kathy Bates o George C. Scott, en uno de esos papeles más grandes que la vida. Debería sonarles quizá porque fue otra de esas películas que en España la distribuidora masacró cambiando el título original por el de El gran peque se va de ligue, eliminando cualquier matiz serio a la cinta e intentando emparentarla con aquel cartoon intrascendente que fue El peque se va de marcha, obra del mismo director. Les he soltado todo el rollo porque además de la letra y la canción les dejo el tubo con el clímax de la película, que tres lustros después sigue emocionándome de la misma manera que lo hizo en su momento.



Fade into you
Mazzy Star


I want to hold the hand inside you
I want to take a breath that's true
I look to you and I see nothing
I look to you to see the truth
You live your life
You go in shadows
You'll come apart and you'll go black
Some kind of night into your darkness
Colors your eyes with what's not there.

Fade into you
Strange you never knew
Fade into you
I think its strange you never knew

A stranger's light comes on slowly
A stranger's heart without a home
You put your hands into your head
And then it's smiles cover your heart

Fade into you
Strange you never knew
Fade into you

I think its strange you never knew
I think its strange you never knew



domingo, octubre 02, 2011

Commissionando CXL: Brandon Peterson (II)

Como ya comenté en la entrada anterior, en este caso lo tengo muy fácil para hablar sobre el modo en que Brandon Peterson trabaja con las commissions en tanto en cuanto el caballero habla profusamente sobre cómo acepta los trabajos, los tiempos de espera y sus métodos de trabajo. Así que desde este momento, cuando lean algo en primera persona será Mr. Peterson y no un servidor quien les hable, pues, para mi eterna desgracia, jamás gocé de las visitas de la musa del arte pictórico.

Para commissions originales (o encargarme una pieza de arte original para ti), aquí hay alguna información.

Primero, no tengo demasiado tiempo para commissions. Usualmente estoy bastante ocupado con encargos, pero intento hacer una tanda de commissions al menos una vez al año. Nunca seré capaz de hacer una commission para todos los que la soliciten, así que pido disculpas a todo aquel que quiera algo de mí y yo sea capaz de proporcionárselo. Desearía ser más rápido y tener más tiempo para hacer otras cosas, confiad en mí, me encantaría.

Segundo, usualmente no hago commissions en convenciones. Siéntete libre de preguntarme si estoy haciendo dibujos en un show, pero estate preparado para que te diga que no los estoy haciendo. En convenciones estoy allí para hablar a los aficionados, firmar libros y vender sketchbooks, prints y otros artículos.esto quiere decir que raramente puedo tomarme más de dos minutos cada vez para hacer un simple dibujo y raramente completo siquiera una commission en una convención si estoy ocupado. También prefiero pasar las tardes comiendo y hablando con otros profesionales con los que trabajo y apenas veo un par de veces al año, así que raramente tengo tiempo por la tarde para hacer cualquier trabajo.

Tercero, cuando hago commissions, lo hago de la siguiente manera: haré un anuncio en mi lista de correo Brandobot. Cuando estoy disponible para aceptar commissions, hago un anuncio a la lista de correo con los detalles de lo que estoy preparado para hacer, lo que voy a cobrar y cuantas commissions puedo hacer, todo anunciado a la vez. Proporcionaré un link a mi web donde puedas entrar tu información para una commission y entonces hago las commissions sobre la base de las primeras en llegar, las primeras en servirse. No acepto dinero hasta que la commissión esté hecha y aprobada. Las commissions estarán hechas en un lapso de tiempo razonable, no más de unos pocos meses, y cuando estén hechas enviaré un escaneo para la aprobación de la persona que pidió el dibujo. Si quieres ajustes, los haré hasta que estén satisfechos, pero si el commisionador no quiere la pieza, pueden rechazarla. Sobre aprobación, se hará el pago y la pieza será entregada por mí en persona en una convención o enviada al commisionador. Si este no aprueba la pieza, no me debe nada pero probablemente no seré capaz de hacer otra para él. Además, nunca he tenido un dibujo que no haya vendido. He tenido un par de commissions rechazadas por diferentes motivos, pero siempre se vendieron rápidamente a otros en shows o a través de peticiones privadas, y usualmente a un precio mayor del que estaba cobrando al comisionador original.

Hago pequeñas tandas de commissions con el sistema de orden de pedido por la razón de que cuando he tomado largas listas de nombres y no he atendido a algunos en largo tiempo, a menudo me encuentro con que ya no quieren la pieza que pidieron o ya no pueden pagarla. Mi sistema mantiene todo al corriente y es fácil de manejar, poniendo toda la obligación en mí. No estoy manteniendo con nadie una vieja obligación ni obligándole a pagar por adelantado algo que podría no ver en meses o años, o algo que podrían no querer o que no les gustase, como es el caso de algunos artistas que hacen commissions.

Mis listas se llenan muy rápidamente, algunas veces incluso empezando. He tenido todos mis puestos de commissions completos en menos de una hora, y he tenido varios cientos de peticiones para 20 encargos cuando he revisado la página a la mañana siguiente de hacer un anuncio. Mi consejo es que si quieres una commission de mí seas rápido en decidirte.

Además, no te sorprendas si tu encargo acaba convertido en una portada. Esto ha sucedido varias veces cuando un editor ha visto una commission y me ha pedido usarla como portada. Estas commissions son de calidad profesional y publicables, como puede verse en mis galerías.

Y hasta aquí las palabras de Brandon Peterson, un tipo con las cosas muy claras y un gran sistema para trabajar que llevará loco a más de uno que seguro habrá tenido que sudar la gota gorda para conseguir sus commissions. Tan espectaculares como la galería de hoy con la que despedimos a Mr. Peterson, y dedicada por completo a esos personajes Marvelitas que tan endemoniadamente bien dibuja el caballero.










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