Me ha tocado buscar y rebuscar entre las carpetas de originales un dibujo de la sección de velocistas de DC -por aquello de ir abriendo boca al repaso de Flashpoint-, hasta que finalmente ha aparecido este Bart Allen para salvar mi perezoso e improvisador trasero friki bloguero. El caso es que Mike McKone es uno de los dibujantes que en su momento más ilusión me hizo conocer y por el que hicimos una de las mayores barbaridades en cuanto a colas se refiere en el Salón del Comic de Barcelona, empleando ocho horas aproximadamente de tiempo en una de las suyas. Lo divertido y lo curioso del asunto fue que luego se convirtió en un autor relativamente asequible de conseguir merced a sus posteriores visitas a Avilés y Madrid, perteneciendo este dibujo al primero de los lugares anteriormente mencionados. Lo malo de la vida del aficionado es que no sabe qué oportunidad de conseguir una dedicatoria será la última, o cual una pérdida de tiempo, y afortunadamente, en el caso de McKone no se trató de ninguna de esas tesituras. Un autor simpático, atento y accesible que firmaba a diestro y siniestro y realizaba unas cabecitas la mar de apañadas para contentar al personal. Ya que abro el fuego con Kid Flash, tras la excelente etapa dibujada por el autor en los Jóvenes Titanes bajo la tutela de Geoff Johns y en la que por fin se le daba al personaje la oportunidad de madurar y de evolucionar, a lo largo del próximo par de semanas podrán disfrutar de los dos primeros sketchs que tuvimos la oportunidad de conseguir años ha en Barcelona, tras la mencionada barbaridad de esperar ocho horitas de nada... El Azul y el Dorado, no les digo más...
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