sábado, febrero 23, 2013

The Boys: El Horror enfundado en pijama de colores (I)

El mundo es un lugar seguro y protegido por los mayores héroes de la Tierra. El gobierno confía en ellos para afrontar cualquier clase de amenaza y sus hazañas son reflejadas mensualmente en tebeos y en decenas de productos licenciados. Grupos tan conocidos, admirados y adorados por la gente como Los Siete, los Hombres-G, Patada Adolescente, Venganza o los Jóvenes Americanos contribuyen a que el planea sea un lugar mejor en el que vivir y a que la gente confíe en que siempre habrá un poder superior velando por su seguridad y protegiendo sus vidas por encima de todo. Pero la realidad no es un tebeo como el que estamos acostumbrados a leer, y en el mundo de Los Muchachos nada es lo que parece realmente.

Hughie Campbell, un muchacho escocés sanote y con tendencia a montarse teorías conspiranoicas está disfrutando de una mañana en el parque junto al amor de su vida. Todo le sonríe y junto a ella ha encontrado un estado lo más parecido a la felicidad absoluta. Pero en lo que se tarda en parpadear su mundo se ve destrozado por el azar y la fatalidad. En mitad de lo que parece una rutinaria pelea entre héroes y villanos, el velocista A-Tren, miembro de Los Siete, revienta literalmente a la novia de Hughie contra un muro y deja a este con los brazos desmembrados de su amada en las manos. Devastado, herido emocionalmente y desconcertado, Hughie será contactado por Billy Butcher, un inglés de aspecto duro como el diamante y personalidad magnética que le abrirá los ojos a toda una nueva realidad oculta justo ante la vista de todo el mundo.


Lo que Billy Butcher viene a contarle a Hughie someramente es lo siguiente. Los héroes que el mundo admira son en el mejor de los casos un hatajo de irresponsables e inmaduros niñatos que adquirieron sus poderes gracias al Compuesto V desarrollado por un científico de pasado nazi, incapaces de contener sus impulsos más primarios y dados a mostrar en público desaforados comportamientos violentos contra sus enemigos, mientras que en privado, gozando de su situación de privilegio se dan la gran vida y dan rienda suelta a sus más bajos instintos, sean estos de la índole que sean. Para desgracia de la humanidad, hay casos peores en los que los llamados héroes cruzan sin embages la línea y realizan actos de crueldad, sadismo, depravación y barbarie indignos de la raza humana a la que en realidad todos ellos pertenecen. Y aquí, es donde entran en escena The Boys...


Bajo el auspicio de la CIA y el gobierno de los EEUU, un grupo de operativos especiales algo particular a las órdenes de Butcher son la última linea de defensa entre la humanidad y sus supuestos defensores. La mano derecha de Billy es Leche Materna, un negrazo físicamente imponente que no necesitó el Compuesto V dado que su madre se lo proporcionó a través de la lactancia debido a un accidente laboral. De ahí el sobrenombre y el hecho de que Leche Materna, en su edad adulta no haya dejado de depender de la teta de su madre. El Francés es un luchador excepcional y un tipo peculiar, sensible, culto y con las aficiones gastronómicas, la alegría de vivir y el saber estar que se le suponen a los franceses por el mero hecho de serlo. Junto a ellos está La Hembra, una muchachita japonesa de frágil aspecto que esconde en su interior una personalidad psicopática de tal magnitud que hasta sus propios compañeros la temen. Todos ellos han sido inoculados con el Compuesto V para poder hacer frente en igualdad de condiciones a los superhéroes con los que se enfrentan. Y estos son los chicos buenos...

En medio del meollo nos encontramos a los que deberían ser los dirigentes del cotarro, pero en realidad son meros convidados de piedra a un espectáculo que comenzó siendo una farsa, se tornó en esperpento y amenaza con terminar en tragedia. La directora de la CIA, Susan Rayner, con la que Butcher mantiene una antirelación que sólo puede definirse como de sexo-odio apenas es capaz de manejar a sus operativos, muchos veces incontrolables y a los que su segundo al mando, Kessler -un burócrata lameculos con fijación por las tullidas- es incapaz de manejar. Por encima de ellos, en la Casa Blanca se lleva a cabo una silenciosa y taimada lucha por el poder entre el presidente Robert Schaeffer -llamado Dakota Bob, un halcón duro y peligroso para sus oponentes- y el vicepresidente Víctor Neuman, conocido como Vic El Vice, un veterano con graves secuelas psicológicas con apenas capacidad cerebral para seguir respirando y que ha sido puesto en el cargo para ser la marioneta de las grandes corporaciones... Y estos son los que representan a la raza humana...


En la sombra, por encima de ellos, tirando de los hilos al margen del sistema desde principios de siglo, se halla la todopoderosa megacorporación empresarial que ha mutado de nombres, aspecto y negocio en varias ocasiones pero que a principios del siglo XXI se dedica a gestionar las franquicias superheróicas y recibe el nombre de Vought American. Aun cuando sus dirigentes nunca serán vistos ni conocidos, la cara pública de la empresa que lleva los asuntos relacionados directamente con su mayor y mejor inversión, Los Siete, es un ejecutivo impasible, de modales calmados y mente cortante como una cuchilla llamado James Stillwell. Sus habilidades serán fundamentales para manejar a la inestable y peculiar liga de la justicia de ese mundo, que cuenta con héroes de la talla del Patriota, Reina Maeve, Black Noir, Profundo, Jack de Júpiter, A-tren, el Farero, o su última incorporación, Luz Estelar, una inocente y algo ingénua heroína adolescente que pronto, para su desgracia, descubrirá el pozo de degenerados, psicópatas, egocéntricos y egoístas al que ha ido a parar.

Los planes a largo plazo de Vought American han dado forma a un gran tapiz que está muy próximo a su culminación. Para ello es fundamental mantener la situación de tregua a la que llegaron Los Siete con The Boys años atrás, tras el desastre del 11 de septiembre cuando un avión que debían haber salvado los defensores de la Tierra acabó destruyendo el Puente de Brooklyn, una tregua difícil de mantener para ambos bandos, que arden en deseos de terminar esa particular pelea de barrio pero que al mismo tiempo son conscientes de que esa situación degeneraría en una destrucción mutua asegurada que no beneficiaría a nadie. La agenda propia de algunos héroes, la irrupción de Hughie como nuevo miembro del equipo, la necesidad de Billy Butcher de saldar finalmente sus cuentas pendientes, el azar a veces caprichoso que actúa como catalizador de los más terribles acontecimientos y la fría determinación empresarial de Vought American irán conduciendo al mundo a una serie de sucesivos picos de crisis que, finalmente, pondrán al planeta al borde mismo de la destrucción y a los Muchachos, a todo héroe que se les enfrente, y a cualquier desgraciado que se cruce en su camino, con un pie en la tumba y otro en el mismísimo infierno.


Créanme si les digo que con estas líneas apenas les he planteado el mero planteamiento argumental de esta serie que tiene mucha tela que cortar y que he terminado de leer íntegramente hace apenas unos días. He decidido partir la reseña en dos partes para poder dedicarle su espacio y su tiempo por un lado a la historia -de la que tienen ustedes el arranque aquí mismo-, pero apenas rascando la superficie de la misma, dejando en el tintero no pocos personajes memorables y sorprendentes y sin desvelar algunos detalles de la trama tan jugosos, sorprendentes y subversivos para un género tan codificado y estricto como el de los superhéroes que hacen la lectura de The Boys un verdadero y adictivo placer para el lector de largo recorrido sin prejuicios ni tendencia a escandalizarse por la violencia, el lenguaje soez o el sexo explícito, cuestiones todas ellas de las que espero poder hablarles en profundidad en el siguiente post.

3 comentarios:

Fer1980 dijo...

El cómic es cojonundo. Va mucho más allá del mero gamberrismo que muchos le atribuyen y construye toda una historia de poder, ambición, venganza, amor y amistad que cuenta con momentos escalofriantes y personajes geniales. En España creo que solo quedan por salir dos tomos, tengo muchas ganas de ver como acaba. En cualquier caso Ennis ha vuelto ha demostrar que debajo de su actitud provocadora hay un grandísimo guionista.

Mo Sweat dijo...

Totalmente de acuerdo, yo también soy de The Boys. La estoy comprando, en su versión española, aunque saltándome las miniseries que Norma está incluyendo en sus tomos como si fueran parte de la serie regular (no me gusta que lo hagan de esta forma, tratando de colocarlas sí o sí a los compradores del título, de forma que si uno no las compra parece que le quede la colección de tomos coja...). Una gran serie que me parece que está quedando un poco tapada, especialmente por el cliché atribuido de cómic bestia, gore y provocador, que también lo es, por supuesto, pero es mucho más que eso...

Saludos.

Plissken dijo...

Fer, completamente de acuerdo con tu exposición. Cuando apareció me quedé en la superficie y dejé que los prejuicios me alejaran del tebeo, pensando precisamente eso, que Ennis había vuelto a hacer un tebeo sin chicha. Qué equivocado estaba. Afortunadamente, la dicha de conocer la serie tan tarde ha sido poder ventilármela de una tacada, y es que no podía parar de leer. Números como pictolines... Un saludo!

Mo, me alegra ver que somos bastantes los que hemos disfrutado del trabajo de Ennis con este universo tan particular. Es una pena que la mojigatería haga a mucha gente perderse un tebeo tan grande como este solo por el hecho de ser explícito -que lo es, y mucho-. Por cierto, sobre el tema de las miniseries insertadas como tomo de colección,le diría que Herogasm es practicamente un arco argumental fuera de colección pero vital para la continuidad, con sucesos fundamentales para el desarrollo de la misma, y que el origen de Carnicero es bastante interesante en tanto que permite conocer al personaje en profundidad. Por un lado descubrimos una historia de amor acojonante -qué bien escribe Ennis las relaciones de pareja, coñe- y por otro se explicita mucho más concretamente el trauma original que lanza a Butcher contra los Héroes... Cierto es que Highland Laddie no deja de ser un poco bufonada y que es totalmente prescindible. Un saludo!!!

Ah, y a disfrutar de lo que falta, que es bestial!!!!

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