martes, julio 16, 2013

El baúl de Plissken: El reinicio de Star Trek en viñetas

El año 2009 supuso un hito memorable para los aficionados al cine fantástico en general y para los seguidores acérrimos de la saga Star Trek en particular, y es que en aquel año se hacía un relativo borrón y cuenta nueva respecto de las tradicionales visiones del universo Trek y se partía de cero para volvernos a mostrar las andanzas de la tripulación original -y más querida- del Enterprise, la capitaneada por James Tiberius Kirk, aconsejada científicamente por Spock y cuidada por el médico de a bordo Bones McCoy. La película contó con una serie de comics editados por IDW a modo de precuela, ampliación argumental o apoyo a la hora de describir a los personajes y las situaciones con los que nos encontrábamos en Star Trek. Un nuevo comienzo y que contribuían a interconectar a las pasadas generaciones con la nueva futura generación de exploradores de la galaxia. Aquí tienen ustedes la recopilación de las reseñas de esas tres series, reunidas y editadas en sendos tomos en nuestro país por la editorial Likantro, que este mes, y con motivo del estreno de Star Trek: En la oscuridad, lanzaba un nuevo tomo precuela del que les hablaré el viernes.

Countdown: Cuenta atrás a un nuevo comienzo

Fecha estelar 64333.4, en el interior del Imperio Romulano, donde sólo unos pocos han podido llegar, la nave minera Narada extrae decalitio cuando una repentina erupción solar desestabiliza la estrella Hobus. El capitán de la Narada, Nero, decide evacuar la zona y regresar a Rómulo con las malas nuevas. Allí se encuentra con una delicada situación diplomática, pues el embajador de la federación, Spock, vaticina que la inestable estrella Hobus se convertirá en un plazo relativamente breve de tiempo en una supernova, y sólo la combinación de los recursos romulanos y la tecnología vulvana podrían frenar una debacle de proporciones cósmicas. A pesar de los augurios de Spock y de las noticias aportadas por Nero, el consejo desoye sus argumentos.

Forzados por las circunstancias, Nero y su tripulación deciden seguir a Spock hasta Vulcano, convirtiéndose en prófugos del Imperio, no sin antes buscar en la frontera exterior romulana las reservas de decalitio necesarias para frenar la supernova. Allí sufren una emboscada remana y sólo la oportuna intervención de la nave insignia de la Federación, el Enterprise comandado por el capitán Data, logrará que esa parte de la empresa llegue a buen fin. Escoltados por Data, Nero y Spock intentan convencer a los vulcanianos de la necesidad de compartir sus conocimientos sobre la materia roja, para lo que contarán con otro aliado valioso e inesperado, el embajador de la Federación en Vulcano, Jean-Luc Picard. El tiempo se agota, los vulcanianos no ceden y Spock conmina a Nero a marcharse para ayudar en las tareas de evacuación mientras él se encarga del resto. Nero, decepcionado y escéptico regresa a su planeta para contemplar el trágico final de lo que más ama en este mundo.


Loco de dolor y de rabia contra el universo entero, sintiéndose una marioneta en manos de todo el mundo y harto de no controlar su destino Nero decide compartir cada lágrima de pena derramada y cada gota de sangre furiosa corriendo por sus venas con todos aquellos que no han sido capaces de ayudarle a evitar el final de Rómulo. Nada en el cosmos parece capaz de frenar la venganza imparable de un Nero que ya no tiene nada que perder, mientras que en el otro lado del universo Spock, Picard y otros viejos conocidos como Geordi Laforge intentan detener una amenaza todavía más peligrosa y letal que la de Nero y que amenaza con acabar con todo, la onda expansiva generada por la supernova Hobus.


Como ya hemos comentado en anteriores ocasiones, la serie de cuatro números Star Trek: Countdown está concebida como precuela del film Star Trek (2009), narrando los sucesos inmediatamente anteriores a la misma y desarrollando, ahora sí con mayor profundidad, la historia de Nero. Siguiendo el marco general creado por los guionistas del film Alex Kurtzman y Roberto Orci, los escritores Mike Johnson (que también está trabajando en la adaptación de Fringe a comic y coescribiendo Superman/Batman) y Tim Jones realizan una historia enmarcada de lleno en el universo tradicional de Star Trek, prosiguiendo la historia años después de la última entrega cinematográfica de La Nueva Generación y volviendo a mostrar a algunos personajes tanto de aquella (Picard, Data, Laforge, Worf) como de la generación original (Spock).


El encargado de ilustrar la historia es el dibujante de origen italiano David Messina, un artista con experiencia en el campo de la animación y el diseño que conoce perfectamente el universo trek al haber ilustrado varias series relacionadas con él, como Klingons: Blood Will Tell, Intelligence Gathering o Mirror Images. Los resultados de la adaptación fueron tan satisfactorios para la editorial IDW que inmediatamente encargó al mismo equipo creativo la realización de una segunda miniserie-precuela, Nero, cuyo último número apareció publicado el mes pasado, y que narra las andanzas del peculiar personaje desde su primer ataque a la nave de la federación Kelvin hasta su definitiva reaparición y confrontación con la Enterprise años más tarde.


La editorial encargada de publicar Star Trek: Countdown en nuestro país ha sido Likantro Ediciones, que reúne en un sólo volumen los cuatro números de los que se compone la serie. La edición, sumamente cuidada, incluye las portadas antes de cada capítulo -con un curioso juego de espejos relacionando cada una de ellas con una fotografía de un personaje de la película- y una selección al final de los diseños de Messina para algunos de los personajes, como Nero, Spock, Data, o varios tripulantes del Enterprise. De lectura ágil y entretenida el comic es el complemente perfecto para todos aquellos que en su momento disfrutamos de la película, pues nos permite entender mejor esa furia homicida contra el universo entero que impulsa a un Nero decepcionado por todo y por todos y harto de vanas promesas, cálculos erróneos y dilaciones diplomáticas. En concreto el tercer número tiene uno de esos arranques espectaculares que justifican por sí solos la existencia de un personaje. No creo equivocarme al decir que este tebeo gozará de una aceptable recepción entre los aficionados españoles, y más concretamente entre los trekkers patrios, que apoyarán a un tebeo digno que nos devuelve a viejos conocidos y nos permite entender al ochenta por ciento la historia de Nero. Para el otro 20% restante tendremos que esperar a leer ese volumen centrado en las andanzas temporales de Nero entre los años 2233 y 2258. Hasta entonces, buenas lecturas, larga vida y prosperidad a todos. ¡¡¡Y que la fuerza les acompañe!!!


Nero: El fuego de la venganza

Rómulo ha sido destruida por la explosión de una estrella cercana, pese a los esfuerzos de Spock por evitarlo a borde de una pequeña nave cargada con la poderosa materia roja. Los únicos supervivientes de la civilización romulana son Nero y su tripulación de mineros, que a borde del navío Narada emprenden una desesperada persecución del vulcaniano. Ambas naves son atrapadas por el agujero negro provocado por la explosión estelar y proyectadas hacia el pasado. En el caso de los romulanos el salto es de 154 años, y aparecen en un sector espacial en el que no hay señal alguna de Spock o de su nave. No sólo eso sino que la Narada entra en combate directo con la nave de la federación USS Kelvin, asesinando a su capitán y provocando un combate a muerte con la misms en el curso del cual la nave y su único piloto se sacrificarán para permitir escapar a su tripulación.


A siglo y medio de distancia de la destrucción de su mundo Nero afronta el dilema moral de regresar a Rómulo o dar el planeta por muerto y emprender una cósmica carrera de destrucción y venganza contra todo el universo, comenzando por los que considera máximos responsables de la tragedia de su pueblo y su familia, Spock y Vulcano. Pero antes de que Nero pueda llegar a materializar su venganza, aún deberá superar un escollo. El imperio klingon ha detectado la aparición de su nave como una anomalía estelar y ha enviado a varias naves a investigar la zona. Una tripulación debilitada y una nave necesitada de reparaciones no son obstáculo para la despiadada armada klingon.

Prisionero de una civilización cruel, sin esperanza ni perdón en su corazón, torturado infructuosamente por sus captores, Nero concentrará todo su odio en sobrevivir, fortalecerse y esperar una oportunidad. Expandiendo su mente gracias al empleo de drogas, contando con la ayuda de un cartógrafo humano renegado y con la devoción absoluta de su tripulación, el minero romulano emprenderá un viaje de castigo y exterminio que le llevará a encontrarse con maravillas cósmicas más allá de la comprensión humana y al definitivo encuentro con su némesis. Un encuentro que como todos sabemos tendrá dramáticas e inesperadas consecuencias.


Star Trek: Nero es la segunda de las series publicada por la editorial IDW centrada en el universo descrito por Alex Kurtzman y Roberto Orci para el guión del relanzamiento cinematográfico de la franquicia Star Trek el pasado año. Desde luego, la favorable impresión que nos dejó el film de J.J. Abrams se vio complementada con la aparición de la primera precuela en comic de la película, Star Trek: Countdown, que profundizaba en los personajes apenas esquematizados en la cinta y nos permitía disfrutar en mayor medida del papel de Spock en el flashback de la película. Nero constituye la secuela del comic y la precuela del film, en tanto que narra los eventos sucedidos entre el enfrentamiento de la Narada y el USS Kelvin y su espectacular encontronazo estelar con el Enterprise.

¿Qué sucedió en esos 25 años? ¿Qué fue de Nero y su tripulación? Ese lapso de tiempo es el que se nos narra en este tebeo, realizado por el mismo equipo creativo de Countdown con similares resultados. Si Johnson y Jones al guión desarrollan una historia a lo largo de tres décadas ofreciendo potentes diálogos, un interesante cruce con uno de los villanos cinematográficos clásicos de la franquicia y un desarrollo que conecta inexorablemente con la película, David Messina realiza un trabajo sumamente efectivo al ofrecernos espectaculares batallas estelares, brutales peleas cuerpo a cuerpo o ambientaciones tan diversas como puede ser la estéril frialdad de un mirador espacial o la pútrida y sórdida miseria de un penal minero klingon. El buen trabajo del equipo creativo hace que la historia se lea en un suspiro como complemento perfecto y nexo de unión entre ST: Contdown y Star Trek.


Ya comentaba en mi anterior reseña que asistíamos a una suerte de universo expandido trekker en el que se profundizaba en los personajes y sus motivaciones vistos en el film de Abrams de pasada y sin apenas matizar sus sentimientos o la magnitud de una tragedia apenas mostrada en un flashback. Si en ST: Countdown se hacía hincapié en la pérdida de Nero y en el profundo dolor que convertía a un minero en un guerrero sediento de sangre, en ST: Nero asistimos al proceso de enconamiento de dicha sed de venganza, que pierde todo asomo de justificación y se torna en megalomaníaco revanchismo contra la galaxia. Las penurias y privaciones en el planeta prisión, la espera desesperante de su némesis y los enfrentamientos contra todo aquel que se interpone en su camino convierten a Nero en el formidable contrincante que, para mí, se desperdició en pantalla al poder haberlo convertido en una suerte de Vader trek y despacharlo como si de un Darth Maul de peseta se tratara.



La edición española corre a cargo de Drakul Ediciones, que prosigue con su esmerado buen hacer editorial ofreciendo la miniserie en un único tomo que cuenta con una selección final de portadas, ilustraciones en blanco y negro de Messina, reproducciones de sus páginas en blanco y negro, así como información sobre el Club Star Trek de España. Para redondear la jugada el tomo incluye un elegante marcapáginas con las portadas de los tres comic books del universo Star Trek que la editorial ha publicado o tiene previsto publicar. Lo único que echo en falta es un artículo sobre Rómulo, Vulcano, Klingon, personajes comunes a la saga fílmica, referencias, algo que a buen seguro algún miembro del Club Star Trek estaría encantado de realizar para completar aún más si cabe una edición ya de por sí redonda. Un tebeo que los fans de Star Trek no deberían dejar pasar para completar definitivamente la visita a ese nuevo universo cinematográfico creado por Abrams, Orci y Kurtzman. Larga y próspera vida, amigos lectores.

Las reflexiones de Spock: Reflejos en un ojo vulcaniano

Un taciturno y silencioso Spock, embajador de Vulcano en el planeta Romulo, viaja hasta un destino desconocido en una nave de clase Orion. Mientras abandona la zona neutral romulana, las preguntas insistentes y no del todo pertinentes de un comerciante sauriano distraerán a Spock de sus pensamientos, un paseo por la lógica y ordenada memoria del vulcano por su infancia en su planeta natal y su difícil relación con su padre -el vulcano Sarek- y su madre humana, Amanda Grayson, el momento en que se bautizó el Enterprise B, su reticencia a entablar contacto personal con compañeros de la flota o una misión emprendida bajo las órdenes del Capitán Cristopher Pike para investigar unos experimentos sobre los transportadores de materia. El locuaz sauriano sigue su camino y Spock aborda una lanzadera cuyo destino último es la Tierra, en busca de un viejo amigo al que creía muerto tiempo atrás y del que acaba de recibir noticias.


Spock aborda una nueva nave, pilotada por Moxx, un boliano que le conducirá a su destino. Antes de llegar al mismo y de reencontrarse con ese viejo amigo Spock seguirá sumido en el pasado, revisando en su mente momentos como su amargo encuentro en Vulcano con T'Pring, una misión de rescate en la que participaron Kirk y McCoy desoyendo sus consejos de seguridad y arriesgando su propia vida, o el modo en que intentó transmitirle a su compatriota la teniente Saavik la correcta manera de sintetizar en su comportamiento y en su mando las virtudes de la lógica vulcana con las ventajas del sentimiento humano a la hora de establecer cursos de acción correctos. Pero ha llegado el momento del reencuentro y de saldar una deuda contraída en el pasado...


Las reflexiones de Spock es una serie limitada de cuatro números publicada por la editorial IDW dentro de su sello de comics dedicado a la franquicia de Star Trek. Los autores del tebeo son todos ellos grandes conocedores del universo trekker en tanto que ya han trabajado previamente en otros proyectos del mismo. Por un lado nos encontramos con los hermanos Scott y David Tipton formando equipo creativo de guionistas, del mismo modo que lo han hecho en ocasiones anteriores para historias de las series Star Trek. Klingons, Star Trek. Alien Spotlight o Star Trek. The next generation. Verdaderos conocedores del universo en que ambientan sus historias, en este caso realizan una suerte de grandes éxitos vitales de la trayectoria de Spock, analizando algunos momentos de su infancia, juventud, madurez y ancianidad, explicando algunos puntos oscuros o centrándose en aspectos hasta ahora desconocidos. En el apartado gráfico nos encontramos con un viejo conocido, David Messina, quien además de haber colaborado previamente con los guionistas en proyectos previos, estuvo estrechamente ligado a dos tebeos ya reseñados en esta sección -ST: Countdown y ST: Nero- que funcionaron como precuelas a la película Star Trek (2009) que relanzó cinematográficamente la franquicia.




Nos encontramos con un tebeo que los iniciados leerán con sumo placer, al centrarse en el que quizá sea el personaje más mítico de todas series del universo Trek, Spock, el inescrutable vulcano que luchó toda su vida por conciliar una herencia mestiza incompatible y que encontró en la amistad de sus compañeros de viaje la mejor escuela para imbuir sus sentimientos de lógica y viceversa. Personajes como Pike, Kirk, McCoy, Sarek, Scotty, Uhura, Picar, Harriman, se asoman fugazmente a las viñetas de una historia que nos es la suya pero a la que contribuyeron de una u otra forma y en la que dejaron la huella que Spock, en su madurez, analiza y repasa en un momento especialmente difícil. Con una narración muy cinematográfica pasamos de la remembranza fugaz al recuerdo elaborado de un episodio complejo, siempre con la distante frialdad del vulcano, que analiza más que siente esos recuerdos. Situado cronológicamente después del film Star Trek: Generaciones, y estrechamente relacionado con los hechos allí narrados, la historia sirve para entender el porqué del dorado retiro de Spock en Rómulo y el grado de implicación que llegó a tener con dicha civilización.


La edición de Las reflexiones de Spock en España corre a cargo de Likantro Ediciones, que realiza un trabajo tan exquisito como en las ocasiones anteriormente citadas -Countdown y Nero-, añadiendo en este caso un par de detalles que aumentarán todavía más el deleite de los seguidores de la saga: una introducción a cuatro manos por Carlos Díaz Maroto y Luis Alboreca en la que se nos ofrece un interesante repaso por la vida de Spock que sirve para contextualizar la historia y que el lector menos instruido en la vida y milagros del vulcano tenga una mínima referencia para disfrutar del comic, y dos ilustraciones realizadas por los dibujantes españoles Cels Piñol y Javier Aranda, ambos dos relacionados de una u otra manera con lo Trek y que rinden homenaje a un personaje que mi suegro llama "Smog" y que nos ha acompañado a muchos de nosotros de una u otra manera a lo largo de nuestra vida.

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